Capítulo 3

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En el centro del aparcamiento se encuentra un gran Rang Rover negro. Parece nuevo, ya que la pintura brilla mucho y no tiene ni un solo marca ni mancha. Mi vista rápidamente se va a la parte delantera de este. Dos chicos están apoyados en el coche. Ambos con un cigarrillo en sus manos. El primero de ellos, vestido con unos pantalones azules oscuro y una camiseta de manga corta negra; puedo ver algunos tatuajes en sus brazos. Su pelo es de un rubio oscuro muy bonito y no puedo ver muchos detalles más debido a la distancia.

Ahora mis ojos se posan en su compañero, y juro, que por un momento la respiración se me corta. Este chico, vestido entero de negro y con los brazos tatuados casi en su plenitud; es más alto que el rubio, no hay mucha diferencia, pero es notable. Miro su rostro y las gafas negras ocultan sus ojos, pero eso no evita que me de cuenta de su expresión, esta serio, mucho. Por último me fijo en su pelo, oscuro, casi negro, es de esa clase de pelo que esta revuelto y recogido para arriba, que parece que solo se haya pasado las manos por la mañana y listo, pero yo se que un pelo no puede quedar tan bien sin hacer nada, a mi no me engaña.

Me quedo embobada, esos dos chicos son tan... diferentes... Estoy segura que no estudian aquí, tienen pinta de que esperan a alguien.

-Siento el retraso - escucho la voz de Holland y despierto de mi estado de trance - ¿Qué mirabas?

Ella sigue la dirección en la que mis ojos estaban posados segundos antes.

-Oh, ya entiendo - la miro y en su cara hay una mueca neutra.

-¿Quiénes son? - pregunto casi inconscientemente.

-Gente con la que no debes salir - dice ella a la vez que aparta la vista de ellos.

-¿Y eso?

-Bueno Grace, míralos, lo único que les falta es llevar un cartel que ponga: queremos problemas...

Asiento no muy convencida y vuelvo a mirarlos. Ahora no son solo el rubio y el misterioso, hay un tercero. Se encuentran hablando y el tercero lleva una mochila por lo que supongo que el es la razón por la que los otros están aquí.

-El de la mochila es Peter, estudia aquí, los otros dos vienen a por el a veces. - ella me cuenta mientras bajamos las escaleras y cruzamos el aparcamiento, yo no quito la vista de los tres chicos - hay muchos rumores de ellos, no se si son verdad o no, pero una cosa si se, no quiero descubrirlo - cada vez estamos más cerca de ellos y mi corazón se acelera, no entiendo por que, supongo que me ponen nerviosa. - De todas formas Grace, ellos pasan de todo y todos, no te preocupes.

-No lo hago - susurro y las dos nos quedamos en silencio cuando tenemos que pasar a su lado.

Es en ese momento cuando casi me fallan las piernas ya que la mirada del misterioso me atrapa observándolo, bajo mi mirada y sigo caminando junto a mi amiga, sin mirar atrás.

Una vez fuera del aparcamiento me permito relajarme. ¿Qué me pasa? ¿Por qué he reaccionado así? No es nada importante que me hay descubierto justo cuando lo estaba mirando, seamos sinceras, todos allí presentes los estaban mirando. Esos ojos tan azules aún siguen presente en mi mente, por cierto, ¿en qué momento se quitó las gafas de sol? Bueno, Grace, déjalo estar, tampoco es el fin del mundo.

-¿En que piensas? - dirijo la vista a mi nueva amiga, la cual me mira extrañada.

-No, en nada... - le quito importancia el asunto, bueno, es que no tiene importancia.

-Si es por los tres mosqueteros - río ante el mote que Holland a usado, pero ella sigue seria, parece que lo que va a decir va en serio - escúchame Grace, no intentes acercarte a ellos, se que son unos dioses irresistibles, pero no merece la pena.

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