Capítulo 23

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Abro los ojos poco a poco. La alarma acaba de sonar, y tengo que ir a clase. Hoy es uno de esos días en los que abrir los ojos y despertarse cuesta mucho. ¿La razón? La charla que tuve con Sean a altas horas de la noche.

Sean sigue con sus brazos alrededor de mi y parece que la alarma no le molesta lo más mínimo.

Yo intento levantarme, pero sus brazos me lo impiden. Cada vez que hago un movimiento sus brazos me rodean con más fuerzas. Esto es raro, pero no puedo evitar sonreír ante la situación.

-Sean - llamo y como respuesta solo escucho y leve gruñido - Venga Sean, llegaré tarde - vuelvo a insistir.

-No vayas - susurra en mi oído - Quédate, duerme un rato más.

-No puedo - vuelvo a intentar levantarme, pero sin éxito. - Ya he faltado mucho con lo del accidente y todo. - No obtengo respuesta. -Muerdo levemente su brazo y él, rápidamente aparta su brazo junto con un leve gruñido.

Doy un salto y me pongo en pie. Froto mis ojos y cojo de mi armario la ropa que me voy a ponerme. Cuando voy hacia el baño veo como Sean se envuelve con todas las mantas y hunde su cabeza en la almohada. Entro al baño y cierro la puerta. Me ducho y arreglo y cuando termino ya son las siete y media. Mi primera clase es a las ocho y media, por lo que tengo tiempo.

Cuando cruzo la habitación para bajar a la cocina donde desayunare y haré tiempo a que sea la hora de irme. Camino con sigilo para evitar despertar a Sean, que esta en la misma postura que hace un rato,

Preparo café, como cada mañana y me limito a desayunar una manzana roja, mi favorita. A media mañana compraré algo en la cafetería de la universidad.

En la universidad estoy, como siempre, con mis dos amigas, Holland y Molly. Estas chicas son geniales y cada día me caen mejor. Cuando tenemos un rato libro nos juntamos y hablamos, reímos, cotilleamos y comemos porquerías de las maquinas exprendedoras. Ellas me cuentan lo bien que lo pasaron el sábado cuando salieron y Holland me habla de un chico que conoció. En cambio Molly nos confiesa que últimamente esta teniendo algunos problemas con su novio.

-Lo han aceptado en una universidad de California - nos cuenta triste.

-¡Eso es genial! ¿Es esa que mencionó que le hacía mucha ilusión? - pregunto, recuerdo que algo me contó cuando salimos una noche todos.

-Si, eso es lo malo - frunzo el ceño sin entender, miro a Holland y veo que ella hace una mueca, creo que ella esta más al día que yo - Te explico Grace, él está súper contento y lleva esperando mucho esta oportunidad. El problema es que debe mudarse a California, y no se que hacer...

-Oh entiendo - ¿cómo no lo había pensado? - ¿Qué vas a hacer? ¿Es definitivo que el se va o se lo está pensado?

-Se lo está pensando, el no quiere tomar la decisión sin mi, y obviamente quiere que vaya con el. Pero dice que no me va a obligarme a hacer nada, que estudiar aquí no es tan malo y bueno, ya sabes.

-¿El no irá si tu decides quedarte? - pregunto algo sorprendida.

-Molly y él llevan mucho tiempo saliendo, van en serio - miro y escucho a Holland atentamente - Se que no pueden vivir el uno sin el otro y también se que nunca la dejaría aquí.

-Entiendo - contesto sonriente.

-Ese es el problema, si el rechazaría su gran oportunidad por quedarse conmigo, ¿no debería yo ir con el sin pensarlo? - se pasa las manos por el pelo. - Hay veces que lo tengo súper claro, pero luego pienso en mi familia, amigos, vosotras...

-¿Queréis saber mi opinión? - ambas asienten - Hay que aprovechar todas las oportunidades que nos encontramos en la vida. Esas oportunidades hay veces que solo se presentan una vez. Debemos de hacer lo que es correcto, o creemos que lo es. Rodearnos de las personas que queremos y alejarnos de las que simplemente nos hacen mal. Tu familia y amigos siempre estarán para ti, tomes la decisión que tomes, al igual que Albert. Mi consejo es que pienses bien las cosas y que tengas presente que irte o quedarte no es rechazar a nada ni nadie.

Autumn Donde viven las historias. Descúbrelo ahora