Capítulo 10

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El día pasó rápido, pero al menos fue un día que se salió un poco de la rutina. Ayudé a Tessa a preparar toda la cena, y disfruté mucho. Es la primera vez que pasamos un tiempo nosotras solas, hemos podido hablar y conocernos mejor, me alegro mucho. Se que es raro que a día de hoy, que Tessa y Paul, mi padre, están casados desde hace tiempo y yo aún no conozca del todo a Tessa. Es comprensible si tenemos en cuenta el hecho de que hace tiempo no veía a ninguno de los dos, y cuando he venido de visita o estos últimos días, siempre hemos estado los tres.

La amiga de Tessa llegó a las nueve y se quedó hasta las once y poco, pero yo a las diez ya subí a mi habitación a terminar todas las cosas que tenía que hacer. Poco después de ducharme y dejarlo todo listo para mañana me quedé dormida.

Esa noche soñé con mi vieja vida.

Despierto a las cuatro y cinco de la mañana, o al menos eso era lo que la hora del móvil indicaba. Todo mi cuerpo esta completamente empapado y mi corazón late a gran velocidad. Paso mis manos por mi pelo, apartándolo de mi cara. Me encuentro realmente mal, mi estomago está revuelto y la cabeza me duele muchísimo. Esto suele pasarme de vez en cuando. Las pesadillas nunca desaparecen, las odios, pero son las que me hacen recordar lo vivido, esa parte mala que el cerebro intenta eliminar, ellas no me lo permiten, y de alguna manera estoy agradecida por ello.

Cuando consigo relajarme un poco voy al baño. Me miro al espejo, directa a mis propios ojos. Y en ese momento veo a Clara. Ella tenía, exactamente los mismos ojos que yo, siento que ella sigue aquí, conmigo.

-Te hecho de menos - mi voz sale en un susurro y puedo ver, mi reflejo en el espejo. De mis verdes ojos se escapan un par de lágrimas - mucho.

Enciendo el agua de la ducho y me deshago de toda la ropa que llevo encima, la cual esta bastante húmeda de mi propio sudor. Entro en la ducha y dejo que agua calme mis músculos. Mientras el agua cae yo recuerdo pequeños momentos con Clara. Cuando consigo estar del todo limpia y calmada salgo de la ducha y me pongo una camiseta algo ancha, sonrío al recordar que se la robé a Louis. Bajo a la cocina donde me preparo un té. Me siento en el sofá, con solo una pequeña luz iluminando la sala.

POV Sean:

Me gusta pasar tiempo solo en mi habitación, no es un secreto. Mis amigos lo saben, igual de bien que saben que odio que me interrumpan y más por gilipolleces. Por eso cuando Peter abre la puerta de mi habitación, sin siquiera llamar, la mirada que recibe de mi parte es mortal.

-Mierda, siento no haber llamado, pero es importante.

-Más te vale que sea importante - cierro el portátil y recojo todos los papeles que se encuentran en mi cama, a mi alrededor. Los dejo en la mesa de noche y le hago una señal a Peter para que pase.

-¿Qué pasa? - pregunto con voz demandante.

-Es Müller, acaba de llamar - si mi humor no estaba mal antes, ya ahora...

-¿Qué quiere Walter ahora? - Peter nota mi cabreo, por lo que da un paso atrás, y muy bien que hace.

-Quiere vernos, tiene un trabajo para nosotros - iba a preguntarle cuando pero el se me adelanta - y si, ahora mismo. Cámbiate, te esperamos abajo.

Asiento con pesadez y paso mis manos por mi pelo. Lo malo de nuestro «trabajo» como el nuestro es esto, nunca se sabe cuando van a necesitarte, les da igual la hora, si estas o no ocupado...

Me ducho y me pongo mi ropa, cualquier persona que se interesara lo mínimo por la moda le daría un infarto al ver mi armario. Todo es oscuro y tengo bastantes prendas parecidas, casi todas de ellas en negro. El negro es el mejor color.

Autumn Donde viven las historias. Descúbrelo ahora