Carla:
Nunca pensé que mi primer beso sería con alguien a quien creía odiar, con un egocéntrico y muchos menos con un Playboy.
Había pasado una semana. No dejaba de pensar en eso, no podía parar de pensar en sus carnosos y suaves labios, no podía evitar ponerme nerviosa cada vez que lo hacía. Descubrí sentimientos extraños que no creí que tenía y como la chica bruta que soy me alejé de todo lo que me recordaba a ello; no quería verlo, no sabía como actuaría. Sabía que para él no significaba nada, pero para mi significaba mi primer beso. Lo único que tenía claro que había hecho bien, fueron las palabras que le había dedicado después de todo.Iba caminando a mi última clase antes de ir a comer. En esta semana no cumplí ni un solo día de castigo y no sabía si el director se había enterado.
Me tocaba mates e iba sumida en mis pensamientos cuando choqué con un cuerpo duro que podría ser perfectamente parte de una pared.
Me caí de culo regando mis libros por el suelo.
-¡Haber si miramos por donde vamos!- dijo una voz masculina muy familiar casi al borde de los gritos.
Me puse en pie de inmediato dispuesta a encararlo pero, cuando subí la mirada me encontré con unos ojos verde esmeralda mirándome fijamente.
De inmediato y sin pensar mis movimientos batje la cabeza.
-Lo siento...- susurré.
Decidida retomé mi camino, pero derrepente sentí su cálida mano rodear mi piel. Unos nervios se instalaron en el centro de mi estomago, recordándome que iba cayendo poco a poco por él por mucho que no quisiera.
-Te he estado esperando toda esta semana en el árbol- dijo en voz baja- No puedes seguir pasando de mi como si fueras una niña pequeña- me dijo levantando la voz poco a poco.
Un pinchazo se hizo presente en el fondo de mi pecho.
-No lo entiendes...- susurré de nuevo.
Forcejee para poder retomar mi camino, pero como de costumbre este no me dejó.
-¿El qué no entiendo?¿Que te comportes como una niña pequeña por un beso que sabes que no significo nada para ninguno de los dos?- soltó como si nada.
No sé que me dolió más, si esas palabras o el hecho de que para mi lo significara casi todo.
-¡Pues si!- le grité al borde de la locura- Se que para ti no significó nada, pero para mi...fue...mi primer beso...- la voz se me quebraba a medida que avanzaba.
Abrió los ojos sorprendido. Abrió los labios para decir algo pero luego los cerró. Bajé la cabeza por acto reflejo deseando que me soltara y pudiera marcharme sin más con mi humillacion, pero no lo hizo, se quedo mirándome curioso.
-¿Fue tu primer beso?- su curiosidad sobrepasaba toda la humillación que corría por mis venas.
Levanté la mirada, entrecerrando los ojos.
-Si...
Brian me soltó poco a poco, y un atiborre de decepción calló sobre mi ante la falta de contacto.
-No lo sabia- susurró esta vez él.
-No estaba en mis planes que lo supieras...- dije con media sonrisa que el siguió.
Se quedó mirándome durante unos segundos que se hicieron siglos.
-Debemos retomar el castigo- dijo al fin con decisión.
Lo miré con el ceño fruncido, estaba confundida.
-¿Y eso por que? Se supone que ya ha pasado una semana, el director no se pudo haber enterado.
-Pues por lo visto si se enteró. Me estuvo observando toda la semana y al ver que tu no estabas dijo que el castigo se aumentaría- abrí los ojos con rabia.
¿Por que me tenía que pasar siempre esto a mi? ¿Es que no podía dejar pasar el estúpido percance y ya?
Definitivamente mis planes de mantenerme alejada de él iban a tener que tomar remplazo para otra ocasión. Resople frustrada.
-De acuerdo- dije con un suspiro- ¿Donde siempre?- este asintió.
-Nos vemos después de comer- asentí y me despedí con la mano.
Llegaba quience minutos tardes así que decidí no asistir a esta clase, de todos modos no me iban a dejar entrar.
Salí hacia las gradas y me senté en una esquina donde no daba el sol, saqué mi teléfono y me puse a revisar mis redes sociales.
-Hola- dijo una voz masculina a mis espaldas.
Me giré para ver quien era. Me quedé pasmada ante el chico de ojos clarísimos, pelo negro, alto y bien musculado. Abrí los ojos como platos, la verdad es que nunca lo había visto por aquí, debería de ser el chico nuevo que había llegado la semana pasada.
-Hola- dije yo y me giré.
Noté la condición presente en su cuerpo, pero eso no le impidió sentarse a mi lado.
-Soy Kyle, soy..."el nuevo"- hizo comillas con los dedos.
-Soy Carla, también soy nueva- le dije a la vez.
-Oh...eso es bueno...supongo- me dijo fingiendo sorpresa.
Había algo en él que me inquietaba, no sabía que era pero algo me decía que no iba a parar bien a su lado.
Le dediqué una sonrisa falsa al mismo tiempo que volvía a dirigir mi atención al teléfono
-¿De donde eres?- volvió a hablar, esta vez, preguntando con curiosidad.
-España- dije sin más.
-¿Enserio?¡Yo también!- exclamó riendo, me hizo gracia, así que también reí.
La verdad es que ya lo sabía, por lo que me habían dicho Jeza y Jason el día del parque.
-¿De que parte eres?- seguí preguntando yo.
-Soy de Galicia ¿Tú?- dijo clavando sus claros ojos en los míos castaños.
-Tenerife...- este abrió los ojos con sorpresa, pero antes de que le diera tiempo a responder sonó el timbre anunciando la hora de ir a comer.
Me levanté sin más y lo dejé ahí sentado, observándome.Cuando llegué al comedor me reuní con mi grupo de amigos.
-Hola chicos...- dije con una amplia sonrisa.
-Hola- dijeron todos a la vez.
-¿A que no sabéis con quien me he encontrado?- dije sentándome en la mesa.
Hoy no tenía mucha hambre así que me ahorré el paseo a buscar la comida.
Los chicos negaron con la cabeza lo que yo proseguí:
-¡Al chico nuevo!- exclamé, con una extraña felicidad.
-¿Enserio...?- dijo Jez entusiasmada- ¿Como es...?- preguntó entonces curiosa, a lo cual todos reímos.
-La verdad es que es bastante guapo- dije con tranquilidad.
-¡Me lo tienes que presentar!- dijo como una loca, ganándose una mueca por parte de Marck, y unas carcajadas por parte de Jason.
-Ya veré- dije guiñándole un ojo y volviendo a estallar en carcajadas, siendo una vez más el centro de miradas de todos los presentes.
-¿Que haceis hoy?- dijo entonces Jason.
-Yo nada- dije en tono de aburrimiento.
-Nosotros hemos quedado- puntualizó Marck, les piqué un ojo y estos pusieron los ojos en blanco.
-¿Te apuntas a ir al parque de atracciones?- me dijo divertido.
La emoción recorrió mi cuerpo, me encantaban los parques de atracciones, aunque nunca había ido a uno. Lo más cerca que había estado de uno, era en las atracciones de las fiestas de pueblo a las que solía ir en mi país.
-¡Definitivamente si!- dije entusiasmada.
-¿Te vienes después del colegio conmigo?
-No puedo, tengo que cumplir el castigo del cual pase la semana pasada- dije con asco- Salgo una hora más tarde.
-De acuerdo entonces si quieres te espero.
-¿Enserio?- pregunté impresionada.
Jason asintió y yo me abalancé sobre él, dándole un fuerte abrazo.Cuando acabamos de comer se fueron, y yo me dirigí al último árbol del patio. Donde encontré al pelirrojo esperándome apoyado en este.
De inmediato unos nervios recorriendo todo mi sistema.
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Acabando Contigo.
Teen FictionElla: una chica dura que no se deja manipular por nadie, odia a los chicos, odia el amor...y como toda adolescente tiene un pasado. El: un chico popular, engreído, mandón, posesivo, manipulador, y...con una familia complicada. Son polos opuestos, pe...