EPILOGO

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Carla:
Los nervios me recorrian todo el cuerpo de pies a cabeza sin parar, estaba prepararda pero no sabia como iva a salir todo.
-¿Estas nerviosa?- me preguntó mi mejor amigo, toda mi familia y mis mejores amigos, junto a la familia de Brian se encontraban sentados en la iglesia, me faltaba ponerme el vestido y ya estaría lista, pero me daba miedo que no llegara aparecer el hombre al que amaba.
-Muchísimo- confesé poniendome de espaldas a el para que me subiera la cremallera.
-Tranquila, el esta igual- al escuchar esas palabras me tranquilese muchísimo mas.
-¿Esta aquí ya?- pregunté emocionada.
-¡Claro!- exclamó como si fuera lo mas obvio Isaac.
-Desrame suerte- le susurre cuando salimos de la parte de detrás de de la iglesia de mi pueblo. Había deseado casarme aquí desde siempre y eso fue lo que me consintió Brian.
-No la necesitas cariño, tienes toda la suerte del mundo- le sonreí en agradecimiento.
Mi padre me esperaba al final del largo pasillo, cuando entre a la iglesia y me puse a su lado todos los presentes se pusieron depie, more al frente y ahí lo vi, vestido con un esmoquin negro, una camisa blanca y zapatos de cocodrilo negros, un revoltijo en mi estomago se hizo presente y me di cuenta de que amaba a este hombre mas que a nadie en este mundo.

Brian:
Unos llantos se escucharon de fondo, estaba dormido y con los brazos de Carla en mi estomago.
-Carl...- murmure soñoliento.
-Ya voy- susurro ella despegándose de mi.
Nuestras hija lloraba sin parar todas las noches, tenia tres meses y Carla se tenia que levantar todas las noches para darle de comer a esa pequeña gordinflona. Me levanté detrás de ella nada no dejarle con todo el muerto, crucé el pasillo y fui a la habitación de Lara. Carla se encontraba sentada en una pequeña mesedora al lado de la cuna con la niña acurrucada en su pecho mientras le daba el biberón.
-Hola princesa- dije acariciándole la frente a mi pequeña.
-No hace falta que vengas- susurro Carl.
-Te dije que te ayudaría, soy su padre ¿recuerdas?- ella asintió y le di un suave y largo beso en la frente.
-Deberías ir a dormir, mañana tienes que ir a jugar- y era verdad, tenia que estar descansado para el gran partido de manan, me habían cogido en un equipo internacional británico, ya que nos habíamos mudado a vivir en Londres no tendría que pasar tanto tiempo separada de mis dos grandes mujeres. Mañana jugaba con uno de los mas grandes y esperaba que me ficharan con ellos el próximo año, así que tenia qué far lo mejor de mi.
-Ahora cuando acabes iremos a dormir- le susurre, levantándola y sentandome donde ella para luego ponerla sobre mi regazo.
-Gracias- dijo Nara asercarse a mis labios y darme un suave beso en ellos. Una pequeña carcajada se escuchó por detrás, Lara.
-También hay besos para ti pequeña- rei y le di un beso en la frente.
-Pero es mio- le dijo Carla riendo igual que yo.
-Ve a descansar esta noche me ocupo yo- dije al darme cuenta de sus notables ojeras.
-Gracias- susurró para darme un pico y ofrecer me a nuestra hija, nunca me cansaría de decir esas palabras. Cuando acabé de dormirla la deje en su cuna y fui a la habitación con Carl. Estaba hechada en su cama durmiendo profundamente, me tumbe a su lado y la acerqué a mi, quedando yo también profundamente dormida.

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