Carla:
He de admitir que no me desagradaba estar subida en la moto de Brian. Aunque lo odiaba por lo que me había hecho y no lo quería cerca de mi.
Por suerte, esta situación no era típica de películas. En la que la chica va a agarrada de la cintura de su apuesto príncipe, ni nada por el estilo. En la vida real existen unos agarres bastante monos en el asiento.
Sabía bastante de motos, mi padre tenía una. Cuando vivíamos en nuestro anterior país me solía llevar a todos lados en ella. Básicamente le obligaba. Me encantaba la sensación de libertad que me aportaba al sentir el aire en la cara. Era simplemente: mágico.
Depronto frenó, tan brusco que el impulso me conllevó a quedar abrazada a él.
Un olor varonil me inundó las fosas nasales. Cerré por un momento los ojos, cuando los abrí miré hacia él. Este se había vuelto a poner en marcha, llevando consigo esa peculiar sonrisa.
Me fui soltando poco a poco y me volví a incorporar incómoda.Después de diez minutos y tras varias indicaciones, llegamos a mi casa. Me bajé de la moto, tomando mis cosas y observando los movimientos que él hacia al bajar de su moto.
-Gracias...- le dije rápidamente, con intención de marcharme.
-No hay de que- dijo sonriendo levemente.
Copié su postura y me crucé de brazos.
-Adiós...- dije a punto de darme la vuelta.
-Espera Carl...- dijo, provocando que volteara confundida.
No quería irme, quería quedarme y hablar con él. Era el único que me evadía de mis problemas.
Todo esto me asustaba pero me relajaba a la vez. En pocas palabras: quería que me parara pero sabía que eso no era lo mas sensato.
-Eh...hasta luego...- acabó entrecortadamente.
Entonces me cogió de la cintura rápidamente y se fue acercando poco a poco. Me entró el pánico y di un leve paso para detrás.
No quería que se fuera, pero era fiel a mi misma y no permitiría que me hiciera más daño del que ya me hacía de por sí.
-No Brian, te dije que te alejaras de mi...- intenté actuar con normalidad.
-Pero Carl yo...
-Me da igual, es lo mejor, lo sabes- lo interrumpí.
-Lo siento...- susurró, tan bajo que me costó escucharlo.
Sus palabras me sorprendieron en todos los sentidos. Era la primera vez que escuchaba una disculpa tan sincera salir de sus labios.
-¿Qué?- pregunté pronunciando más que nunca mi ceño.
A lo mejor lo había escuchado mal...
-Lo siento...- dijo mucho más alto, levantando la cabeza para buscar mi mirada, lo cual se lo negué volteando mi cabeza- Joder Carla lo siento ¿vale? No sé por que te sentó tan mal lo que hice, pero si se debe a eso, lo siento- dijo por tercera vez.
Resoplé echandome el pelo hacia detrás y subiendo la mirada al cielo.
-Si te soy sincera...no sé lo que realmente me sentó tan mal...- esta vez le permití hacer contacto visual conmigo- Dejalo ¿vale? No te puedo odiar por algo que ni siquiera sabes que has hecho. Estoy acostumbrada a que me pasen estas cosas...- dije sin más, dispuesta a marcharme.
Me di la vuelta pero este cogió mi brazo acercándome nuevamente a él. Estacioné mis manos en su pecho para mantener el equilibrio, pero inmediatamente las quité.
-No lo voy a dejar Carl, he dejado muchas cosas de lado de las cuales me arrepiento. No pienso dejar esto también- lo miré ceñuda.
¿A que se refería?
-No te conviene estar a mi lado...- dije negandome a seguir con esto- ¡No entiendo por qué insistes tanto!
-¡Por que me importas, Carla!- gritó este rápidamente.
-No mientas, Brian- reí irónica, deshaciéndome de su agarre- ¡Yo no le importo a la gente como tú!
-¡No digo mentiras, joder!- una profunda desesperación se presentó en su rostro- ¿Por que tienes que sacar siempre las cosas tanto dequisio?¿Por que no simplemente te crees que me preocupo por ti y ya está?- preguntó estallando en gritos.
-Porque si fuera así lo demostrarías. Además, suena un tanto irónico viniendo de ti- bufé subiendo el tono por arriba del de él.
-¿No crees qué ya lo demuestro demasiado? No he estado con ninguna tía desde que empezamos con toda esta mierda del "castigo"- hizo comillas con sus dedos- ¡Besé a aquella chica porque estaba celoso de tu amiguito!
Me quedé completamente congelada.
-Veo que se te da mejor de lo que pensaba esto de la labia...- dije, minorando mi tono de voz.
Un ceño de indignación abarcó al completo su rostro.
-¿¡Es que no lo entiendes o que te pasa!?¡Me gustas, joder, me vuelves loco!¿O es que no te das cuenta?- dijo, gritándolo a los cuatro vientos. No me podía creer lo que acababa de escuchar.
Pero...como el gran cobarde que era, se subió en su moto y se marchó, antes de que pudiera procesar nada, dejándome allí, sola, indignada, frustrada, mirando como se alejaba y pérdida en un mar de pensamientos que me parecían completamente ilógicos.
¿Sería verdad lo que decía?
Por ahora, lo único que podría hacer, sería no ilusionarme.
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Acabando Contigo.
Fiksi RemajaElla: una chica dura que no se deja manipular por nadie, odia a los chicos, odia el amor...y como toda adolescente tiene un pasado. El: un chico popular, engreído, mandón, posesivo, manipulador, y...con una familia complicada. Son polos opuestos, pe...