Adeline

Oscuridad

Nos entregó los itinerarios de las grabaciones del quinto disco y nos hizo mucho hincapié a Harry, a Louis y a mí, en que era prioritario que no fueran vistos descansando juntos, y de preferencia no en la misma ciudad.

- Mucho me temo mi querido Simon, que no podremos complacerte. – Le contestó Louis con una actitud insolente – Nos cuidaremos de las cámaras pero descansaremos en la misma ciudad. No espera, en la misma cama.

No retiró su mirada para no perder ni un detalle de su reacción. Pero Simon, que había jugado este juego desde años antes de que nosotros naciéramos, ni siquiera parpadeó. Él los había creado, todo lo que nos rodeaba fue fabricado por su mente maestra. Permaneció indiferente porque entendía que podía destruirnos. Y lo haría.

- Siempre hemos llevado una buena relación. Para mí ustedes son como mis hijos. – Incluso él se dio cuenta de la hipocresía que encerraban sus palabras - Juntos podemos establecer una situación que sea más conveniente para la imagen del grupo. De esto depende el futuro de la banda y de sus carreras...

- Nuestro contrato termina en Marzo del próximo año. Nos iremos después de eso. Terminaremos esta gira, grabaremos el disco y luego se acabó. – Le respondió Louis como si ya no fuera su rival y ya no representara una amenaza.

Simon le lanzó una mirada incrédula, una reacción que coincidía con la nuestra. ¿Qué estaba haciendo? Esperábamos que él lo supiera porque nosotros no teníamos ni idea. Soltó la noticia sin más, satisfecho de que por fin estuviera en condiciones de decir estas oraciones juntas. Como quien ha esperado minuto a minuto que llegara este momento.
No nos consultó, solo dijo en voz alta lo que todos pensábamos.

Sus ojos se abrieron enormemente al comprender la situación. La reacción fue instantánea, acompañada de una oleada de ira, que se vio forzado a reprimir. Suspiró masajeándose las sienes con las yemas de los dedos. Nos repasó con la mirada.
Entendió enseguida que no estaba bromeando, que era definitivo. Aunque su expresión no se modificó considerablemente, nos lanzó una infame mirada. Rígido y con los puños apretados, le subió el rubor al rostro. Estaba furioso, pero si algo lo caracterizaba, era su capacidad de dominar las situaciones controlándose a sí mismo. Con cautela respiró hondamente e insinuó una sonrisa de supuesta comprensión.
- Me parece que no están pensando bien las cosas. Hablaremos en el estudio de los Ángeles en unas semanas. Mientras tanto quiero que consideren que hay miles de chicos allá afuera dispuesto a hacer los sacrificios necesarios para triunfar y si ustedes no quieren esta oportunidad, habrá otros que si la quieran. Piénsenlo bien, yo construí a One direction y yo mismo puedo diseñar la publicidad para destruirlos. Recapaciten, no les conviene convertirse en mis enemigos.
- Tú no necesitas enemigos. Tú eres tu peor enemigo. – Le dijo Louis.

 El productor ya estaba en la puerta llamando a los chicos, tenían que salir al escenario. Louis me tomó de la mano y me sacó de la habitación llevándome con ellos. Al caminar hacia la puerta pasé inevitablemente a un costado de Simon, que me miraba receloso, analizando cada uno de mis movimientos. Sus ojos entrecerrados se agudizaron y se quedaron fijos en mí.

No me habría causado mayor impacto si no fuera porque, antes de cruzar la puerta, bajó su mirada hacia mi vientre, dejando al descubierto sus asquerosas conjeturas con su mueca. Antes de eso él no lo sabía, estoy segura, pero cuando Louis me jaló, instintivamente puse mi otra mano sobre mí pequeña panza. Acababa de revelarle inconscientemente, al peor hombre de este mundo, que llevaba en mi vientre un hijo y por eso me protegían. No habría que ser un genio para deducir quien era el padre.

Me sentaron en el escenario en la parte de atrás, donde unas bocinas gigantes me cubrían, ellos no me verían a menos que se acercaran, pero desde donde estaba Josh me veía bien y Louis le pidió que si me perdía de vista se lo dijera enseguida. Durante el concierto estuvieron turnándose para asomarse y ver cómo estaba. A todos les asustó la actitud de Simon. Pero yo estaba aterrada. No podríamos ocultarlo durante mucho tiempo pero no quería ser yo quien le diera una pista de lo que sucedía. Antes de que las cosas mejoraran lo peor estaba por venir.