El principio del fin

6.2K 475 156
                                    

Aunque me sentí muy cansada no lograba dormir, no podía dejar de preguntarme si las palabras de Eleonor escondían algo más o solo eran los disparates de una chica que ha pasado demasiado dolor en su vida.
 Después de muchas vueltas en mi habitación decidí arriesgarme y salir a tomar aire. Era una noche demasiado fresca pero necesitaba despejar mi mente y el guardia nocturno estaba atento para abrirme la puerta desde la última vez.

 No había caminado mucho cuando lo vi sentado junto a un gran árbol. La luna iluminaba su cara y a pesar de la distancia pude distinguir el brillo de una lágrima en su mejilla. Cuando escuchó el sonido de mis pisadas la secó rápidamente para que no la advirtiera y volteó para ver de quién se trataba, al ver que era yo se relajó y suspiró. Me senté a su lado en silencio y vi otra lagrima rodar por su rostro, pero esta vez no trató de ocultarla.
En su mano sostenía un cigarro de marihuana que apagó anticipando que se lo quitara. Me impresionaba mucho verlo así, él era el fuerte, el que siempre estaba alegre y tenía una actitud positiva, el que nos regalaba una sonrisa a todos sin importar lo cansados o malhumorados que nos sintiéramos.

-Eleonor me dijo que está enamorada de mí – me dijo de pronto.
Sentí cómo el terror se apoderaba de mí, tenía miedo de preguntar pero sentía más miedo de vivir con la duda.
-¿Tu sientes lo mismo por ella?
Me miró un instante totalmente atónito como si hubiera dicho la cosa más inverosímil en el mundo y empezó a reír a carcajadas. Una ráfaga de alivio, gratitud y tranquilidad me recorrió.
-Bueno, al menos mi ingenuidad te resulta bastante divertida, ¿Me quieres explicar qué pasa?
-Me dijo que ya no podía continuar con esta farsa, al igual que todos solo quiere ser libre. Tú la has visto, creo que ha sufrido suficiente ¿Cuantas personas más tendrán que perderlo todo para encubrirnos?    Modest la destruirá si renuncia, así que acordamos que yo asumiría la responsabilidad y me negaré a seguir saliendo con ella. En unos meses anunciaremos oficialmente nuestra ruptura. El problema es que jamás nos dejaran en paz, en cuanto ella se vaya traerán a otra persona, ya no puedo soportarlo. Yo me ofrecí, suena trivial pero al menos uno de los dos tenía que tener novia. Nunca le he dicho a Harry lo difícil que es para mí. Trato de disminuir el impacto con una broma para que no se preocupe, pero yo sé que no logra conciliar el sueño cuando no llego a dormir. Yo sé que mira la ventana un largo rato después de que me he ido y sé también que en el fondo se pregunta si regresaré. Lo sé porque yo también lo he sentido. Y lo amo lo suficiente para no permitir que sea él quien haga este sacrificio. Es tan difícil poner una sonrisa frente a las cámaras cuando lo único que quiero es regresar a casa y recostarme junto a él, tener que abrazar a otra persona cuando lo único en lo que pienso es en el suave aroma de su piel, en la calidez de sus caricias. A veces estamos sentados en medio de una multitud pretendiendo estar felices y me estremece el recuerdo de su voz susurrándome al oído que estará esperando por mí. El vacío de su ausencia me satura, miro a mi alrededor y solo veo miles de personas que no son él. Sólo queríamos un mundo en el que pudiéramos estar juntos y ser felices, pero ese mundo no es éste.

Ya iba por la tercera taza de café, era una mañana agitada, el ir y venir de los técnicos me distraían y mantenían mi mente ocupada. Preparábamos todo para el Live Stream. El año pasado se llevó a cabo el 1D Day que fue un evento de 7 horas consecutivas de transmisión en internet en donde los chicos jugaron, cantaron, bailaron y tuvieron invitados especiales.

Este año se negaron rotundamente a hacer algo así debido a lo cansado que fue, así que por mayoría de votos Ben Winston les haría una entrevista y cantarían en vivo los temas del nuevo disco y la otra semana harían un show para la televisión.
 Esperábamos a que repararan la página de internet que había sido colapsada por tantas visitas de las fans de todo el mundo, cuando nos llamaron a Harry, a Louis y a mí a una sala privada. Si estaban nerviosos no lo demostraron, se sentaron juntos y abrazados en forma desafiante ante la mirada despectiva de la señorita Hannah que ya nos esperaba. Sin más introducciones comenzó a hablar directo al grano, ella ni siquiera necesitaba fingir cordialidad.

AdelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora