Decisiones irreversibles

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Pasaron varias horas antes de que lograran sacarnos de ahí. La ubicación secreta había sido revelada y al mismo tiempo en que se le permitió al público una ruta de acceso a los chicos, se informó también por internet del lugar exacto en el que nos encontrábamos provocando esta estampida.

 Lo primero y más difícil fue salir de ahí, pero al lograrlo, dimos varias vueltas para asegurarnos de que no nos seguían y en lugar de llevarnos a casa nos dejaron en un hotel muy exclusivo, con estrictas instrucciones de confidencialidad.
 Nos hospedamos en una suit lujosa y tan grande que parecía un departamento. En la entrada estaba una sala de estar y en seguida un pequeño comedor cerca del gran ventanal del balcón.
Nos hicieron los arreglos necesarios para que los cinco nos pudiéramos quedar en la misma habitación.

La cara de asombro de la recepcionista fue muy graciosa, estaba frente a cuatro jóvenes millonarios que querían compartir un solo cuarto, era sin duda, muy inusual.
- Será una piyamada muy costosa señorita – Le dijo Tom para hacerla reaccionar.

 Como solo había una cama, hicieron traer otras tres más pequeñas, de tamaño individual. El lugar era suficientemente grande para que cupieran distribuidas alrededor. Aunque insistí en dejarles la más grande a Louis y a Harry, como eran unos caballeros, ellos no aceptaron. Se acomodarían abrazados, como siempre, en una de las camas más chicas. No importaba cuán compacto fuera el espacio, encontrarían la manera de caber, siempre lo hacían. Se fundían en un abrazo como si fueran la misma persona.

 Tom se acomodó en el sillón y los otros guardias que nos acompañaban se quedaron afuera. No nos permitió que nos quedáramos en habitaciones separadas, porque ahora no nos estaba cuidando de la obsesión excesiva de algún fan o de la inseguridad propia de la ciudad. Le temíamos a Modest y a Simon, a las personas que justamente estaban encargadas de protegernos y ayudarnos.

Al menos hasta que pudiéramos volar a Europa en un par de días, teníamos que ser cuidadosos en extremo.
Tom pasaba los canales de la tele buscando algo para mirar, cuando se detuvo en un canal de espectáculos en donde se mostraba, nada más ni nada menos que al mismísimo Simon Cowell. Estaban retransmitiendo una entrevista del día de ayer. Al parecer, por medio de la página oficial de Modest se había dado a conocer la noticia de su destitución, dando como razones que sus acciones eran cuestionables y que estaba bajo una investigación interna para aclarar ciertos abusos cometido dentro de la empresa.
La prensa no tardó en perseguirlo para buscar cualquier declaración. No dijo gran cosa, solo que se estaba cometiendo una injusticia y que haría todo lo posible para limpiar su nombre.

 Dicho esto, se levantó la suspicacia de la gente y rápidamente asociaron su salida con la repentina revelación de las fotos. Se dieron gusto desarrollando teorías que, aunque eran descabelladas, eran bastante acertadas o muy cercanas a la realidad. Un tema que desmenuzaron con una morbosa satisfacción, fue el de sus múltiples infidelidades, ya que al parecer era un secreto a voces, del dominio público, para todos, excepto para nosotros. Aquello no era ni nuevo ni sorprendente, lo que no facilitó las cosas para nadie.

 Lo más conmovedor, fueron las muestras de afecto de la gente. De alguna manera Ed filtró en las redes sociales el "rumor" de que Modest estaba tratando de detener, otra vez, la revelación de Larry. No sabíamos si era una buena decisión o no, sentíamos en el interior, que era lo que teníamos que hacer, pero desconoceríamos los resultados de nuestras decisiones hasta que fueran irreversibles.
¿Y si nos equivocamos? ¿Cuánto valor se necesita para dar un paso así? Nunca lo sabré, no era mi secreto el que estaba a punto de descubrirse. Ciertamente los chicos habían pasado 5 años lanzando mensajes mezclados a las fans, para mantener una luz que les guiara a la verdad, pero estaba eso frente al hecho de que Modest pasó esos mismos años desviando estas señales, intentando sin éxito lograr lo imposible: encubrir lo innegable.

AdelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora