AVISO ANTES DE LEER: Como veran este capítulo es igual al anteriorpero he decidido rebusirlo porque al parecer el otro no se subio por completo, sino hasta una cierta parte. Espero lo disfruten...
-Oh no, mi chaqueta!- chilló una rubia dejando su hamburguesa de lado. Cogiendo un par de servilletas, comenzó a quitar la mancha de salsa de tomate que había caído sobre su ropa- Oh no, tendré que mandarla a la tintorería.
A unas pocas calles de la plaza central, un par de adolescentes se encontraban comiendo en un local de comidas rápidas. David había invitado a la rubia a aquel lugar repleto de adolescentes y niños quienes correteaban entre los juegos del lugar. Empleados que se movían rápidamente detrás de los mostradores para lograr atender a todos los clientes, y de aquellas personas que intentaban caminar con las bandejas de comidas esquivando a los niños que correteaban entre sus piernas.
-Lo siento...-mencionó, el ojiverde, tapando su cara. De alguna manera, sentía que la "cita" había comenzado siendo un desastre.
En un principio, el lugar estaba tan llenó que tuvieron que esperar media hora de pie hasta que una mesa fuera desocupada. Después de eso, David se había ofrecido a llevar ambas bandejas de comidas, aunque la Sabrina se negó a eso, y casi cayó al no ver a un niño que pasó corriendo entre sus piernas. Si bien él no cayó, dos de las bebidas en las bandejas si cayeron al piso y tuvo que ir a comprarlas nuevamente, y cuando por fin pensaba que nada peor podía pasar en su cita una llegada inoportuna hizo revelar su peor lado.
FlashBack.
-¡Al fin llegamos!- exclamó dejando ambas bandejas sobre la mesa y sentándose en la silla para luego lanzar un suspiró de cansancio- Jamás pensé que tan complicado seria caminar unos cuantos metros.- la adolescente soltó una pequeña risa y se sentó frente al chico.
Antes de comenzar de comer, Sabrina se quitó la chaqueta para estar más cómoda y la colocó en el respaldo de su silla. Idea que no fue la correcta ya que al tener un top negro bajo la misma, su bien desarrollado busto se marcaba mucho. No solo David tuvo que desviar la mirada y tratar de ocultar su sonrojo, sino que también tuvo que soportar escuchar el silbido de un viejo pervertido que se encontraba en la mesa detrás de él y que uno de los empleados de limpieza se quedara mirándola como un baboso.
-¿David?- la voz de Sabrina hizo que volteara su rostro- ¿Pasa algo?
-Eh...no-no- balbuceó tomando su hamburguesa para comenzar a devorarla- Solo estaba distraído.
-Mmm, entiendo.- mencionó algo desconfiada- Por cierto, ¿a qué hora es el juego de Cris? Nunca he ido a uno así que no tengo idea de cómo son.
-Dentro de dos horas- sonrió al pensar que su amigo en el juego estaría esforzándose por dos razones. Una de ellas, para llevar a su equipo a las finales, y la otra por declarar su amor- Mmm, no tiene nada de extraño los juegos de básquetbol. ¿Sabes algo de deportes?- Sabrina negó- Bien, entonces puedes imaginarte algo así como el fútbol, pero con las manos y en vez de hacer un "gol" tú en básquet "encestas" el balón.
-Comprendo...-hizo una pausa a su comida dejándola de lado- Sabes...Quisiera preguntarte algo.
-Claro, pregunta lo que quieras- propuso regalándole una sonrisa. Al momento en que la chica iba a hablar, un pelirrojo apareció a un costados de la mesa preguntando si tenían hora- Claro son las...
-Se la preguntaba a ella- lo interrumpió señalando a la chica- Dime, linda, ¿tienes hora?
-Claro, pero él te la puede decir, tiene un reloj en su muñeca- respondió apuntando a David.
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El chico de la puerta de al lado. [LGTB]
RomanceA sus 25 años nuevamente Mark se encontraba en una habitación esperando a su cliente. No era nada nuevo para él, era una realidad que habría preferido no elegir para sobrevivir en el mundo. Desde que había ingresado a aquel sucio mundo se podía deci...