Capitulo 32-Cuando el corazón habla- Parte II

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N/A: el siguiente capítulo podría causar diabetes, tener precaución.
Consejo: reproducir la canción en la segunda canción que se canta.
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El frió de la noche parecía pasar desaparecido entre los adolescentes que de a poco iban llegando al gimnasio de Puertas del Sol. En el frente de la escuela una larga hilera de luces encendidas mostraban el camino hasta la entrada del gimnasio, de donde provenía una fuerte y pegadiza música bailable que hacía temblar al suelo. En las altas ventanas de la entrada de la puerta del lugar, se iluminaban por momento destellos de luces de colores que llamaban a cualquier persona que pasaba por allí a unirse a la fiesta.

La gran puerta estaba sencillamente decorada alrededor de su marco con un par de telas color celestes. Sobre la puerta, un gran cartel con letras blancas y un par de globos blancos a sus costados te daban la bienvenida al llegar. A ambos lados de la gran puerta, dos adolescentes uniformados con ropas de policías eran los encargados de recibir a las personas que llegaban.

-¿Solo cigarrillos tienes?- preguntó, el chico uniformado a otro disfrazado de lo que parecía ser un pirata- ¿Nada más?

-Ya te dije que no- exclamó, el chico, en un tono fastidioso- Solo es tabaco, no marihuana. Ya déjame pasar de una vez, mi novia ya ha entrado.-entrecerrando sus ojos, el chico disfrazado de oficial volvió a tantear sus bolcillos y con un sólo ademán de su mano le permitió la entrada.

Minutos después, David y Sabrina llegaron al lugar observando todo su alrededor como si no lo conocieran. Antes de poder ingresar al gimnasio, los adolescentes uniformados los detuvieron.

-¿Eh?- exclamó, David observando al chico alto frente a él- ¿Qué pasa, Claudio?

-Tengo que revisarte- explicó el mencionado- Y a ella la revisara, Janate- informó señalando con su pulgar a la chica junto a él- Son las reglas.

-Okey...-respondió algo confundido el rubio, alzando sus brazos para permitir al castaño tantear su cuerpo- Esto es raro. ¿Por qué lo hacen?

-Esta noche nosotros estamos a cargo de todos ustedes- explicó tanteando sus bolsillos - Tenemos que prevenir cualquier accidente y a cualquier mocoso que se quiera pasarse de listo. Cero drogas, cero alcohol, nada de objetos filosos ni peligrosos, o estaremos castigados hasta fin de año. -agregó separando se dé cuerpo- Listo, pueden pasar.

-¿Solo me revisaran a mi?- preguntó observando a la chica que debía estar tanteando a la rubia, pero que a diferencia de eso se encontraba manteniendo una amigable charla con Sabrina.

-Con solo mirarla me doy cuenta que no lleva nada-respondió, la oficial- Además, vamos, es Sabrina.

-Nunca se sabe, tal vez pueda tener algo escondido en mi vestido- rió, Sabrina, fingiendo una cara sospechosa que hizo carcajear a Janete- Esta bien, está bien, es imposible de creer que tenga algo.

-Disfruta de tu noche, Sabri- dijo, la chica, corriendo parte de las telas de la puerta permitiéndole la entrada ambos chicos al interior de la fiesta.

Ambos ojos verdes parecieron casi desorbitarse al ver el interior del lugar. Una pequeña cantidad de adolescentes se encontraban bailando en medio de la cancha de básquet, que ahora estaba convertida en una pista de baile alumbrada con cientos de luces de colores giratorias, y una hermosa y grande bola de cristal reflejaba las luces hacia todas direcciones del lugar. El techo y las paredes estaban decoradas con una gran cantidad de globos, telas, copos de nieve hechos en papel, y guirnaldas, las cual también se encontraban en diferentes sectores del piso y que se movían para todos lados al ser empujadas intencionalmente por los chicos quienes bailaban a su alrededor. Todo de un hermoso color blanco y celeste.

El chico de la puerta de al lado. [LGTB] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora