-¿Qué es esto, David?
-Es una vaca comiendo césped. -respondió un rubio.
-¿Y dónde está el césped?
-Se lo comió la vaca.
-¿Y dónde está la vaca?
-En el baño.
-¿Y dónde está el baño?
-Ay, profesor ¿No conoce la privacidad? -exclamó fingiendo asombro, David- Quise darle un poco de privacidad a la vaca y por eso no lo dibujé.
-David -suspiró dejando el óleo del menor de lado y sentándose sobre su escritorio. Una mala costumbre que tenía.- ¿Acaso estás bromeando?
-Claro que no, profesor -trató de no reír mientras que sus compañeros ya habían soltado cientos de carcajadas- ¿Por qué lo dice?
-Tu peor miedo es una vaca comiendo pasto que luego se va al baño. -lo miró serio- Debes estar bromeando.
-¡Claro que no! -interrumpió, el adolescente- ¡Es mi miedo! ¿Usted sabe cómo queda el baño luego de que una vaca lo usa?
-Pues no...-respondió confundido- ¿Cómo queda?
-Ni idea, pero debe dar miedo -sonrió haciendo reír a sus compañeros- El día que lo vea, se lo diré.
David era el que, comúnmente, se conoce como el "bufón" de la clase.
La mayoría de las veces, se comportaba torpemente para hacer reír a sus compañeros. No lo hacía para llamar la atención de ellos pero amaba el sonido de las risas que le regalaban. Hacía cualquier cosa que tuviera a su alcance. Inclusive una vez en donde ya no sabía qué hacer decidió llegar tarde a su clase y cuando entró al salón se lo notaba agitado como si hubiese estado corriendo. Se quedó parado en la puerta recuperando algo de su aliento hasta que notó el silencio que se había formado en el lugar y las miradas sobre él.
"David, ¿Dónde están tus pantalones?"
Escuchó a su profesor decir en aquella ocasión.
David sonriendo simplemente contestó
"Ups, me quedé dormido. Sabía que algo me había olvidado. Y yo pensando que era el libro de biología. Con razón la gente en el autobús me miraba raro"
Siendo regañado por su profesor, salió corriendo con la excusa de que buscaría sus pantalones de gimnasia en su casillero.
-David...-el profesor pasó su mano por su cara- ¿Qué haré contigo? -rió. Aunque el adolescente lo había desobedecido, le había alegrado la mañana- Pero aun así, sabes lo que significa esto ¿verdad?
-¿Qué estoy desaprobado? -balbuceó apoyando su mejilla en su mano.- Y yo creía que me sacaría un diez. En fin, creo que me lo merezco.
Eso era lo que tenía que soportar el rubio por hacer de bufón. Castigos, regaños y notas bajas, aunque no llegaba de llevarse ninguna materia para rendirlas en las vacaciones o repetir de curso. Si eso llegaba a pasar su madre lo colgaría de las orejas en el árbol del patio de su casa para usarlo de piñata.
-Dejando este tema de lado, ¿Quién sigue? -preguntó, el profesor.- Er... ¿Sandez?
-¡Aquí! -exclamó, Justin, entregándole su óleo.- Tenga cuidado, aun no está seco.
-Bien, veamos. -el profesor sostuvo el cuadro en sus manos y comenzó a analizarlo con su mirada. Era algo extraño. Solo era de color negro y se podían ver dos figuras. Desde cierta perspectiva, se podía entender que la pintura estaba hecha como si una persona estuviera viendo la imagen de frente. Unas extrañas figuras de personas estaban representadas en el óleo. Tenían la forma de unas sombras. Se podía ver como las personas pintadas, estaban frente a frente, solo que unas de ellas estaba apoyada contra una pared y la otra parecía estar sobre ella.- Entonces ¿Quieres explicarnos lo que has pintado?
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El chico de la puerta de al lado. [LGTB]
RomanceA sus 25 años nuevamente Mark se encontraba en una habitación esperando a su cliente. No era nada nuevo para él, era una realidad que habría preferido no elegir para sobrevivir en el mundo. Desde que había ingresado a aquel sucio mundo se podía deci...