Finalmente el día del festival de invierno escolar dio su aparición el veintiuno de julio desde muy temprano. Algunos de los adolescentes ya habían concurrido a la misma desde las ocho de la mañana para comenzar a organizar cada una de las cosas de las que eran responsables en sus diferentes puestos de ventas. Varios de ellos, sobre todo los de los cursos más bajos y que recientemente comenzaban a verse involucrados en estas ferias, como era de esperar, correteaban de un lado a otro realizando detalles que se habían olvidado de pensar y buscando a algún profesor que se encontrara dispuesto a ayudarlos.
A tan solo una hora de abrir las puestas de la institución, para dar paso a los familiares y a las personas quienes quisieran recorrer los diferentes puestos creados por los jóvenes para recaudar fondos para su lugar de estudio, la mayoría de los puestos ya estaban listos y en orden para ser presentados al público.
Como todos los años sucedía, muchas de las personas que vivían en los alrededores de la zona en donde estaba construida la escuela fueron al festival encontrándose con los diferentes trabajos de los jóvenes. Tras cada año el número de visitantes aumentaba y eso significaba más fondos para mejorar la institución con los pedidos de los estudiantes. ¿Qué quiere decir esto? Pues la escuela Puertas del Sol no era una institución que estuviera escasa de dinero, sino que era una escuela que estaba muy bien mantenida y su matrícula no era muy accesible para todos. Sin embargo, tampoco formaba parte de las escuelas más caras del país. Más bien, Puertas del Sol se ubicaba en la parte media de la pirámide. Si bien no era accesible para todos, se mantenía en una matrícula mucho menor en relación a las escuelas privadas y costosas. En síntesis, el fin que tenía el festival de invierno en la escuela era recaudar dinero para colocar en la escuela cosas que pedían los alumnos y que la institución no podía brindárselas porque las consideraban un desperdicio de dinero importante para mejorar otras cosas como la pintura de las paredes, la compra de escritorios nuevos, de asientos u otras cosas.
Una de las primera cosas que habían pedido los alumnos, había sido la ampliación del gimnasio en donde antes de que se practicara baloncesto solo se hacía resistencia física con el uso de colchoneta, sogas, taburetes y otros elementos. Como no existía el suficiente espacio para practicar algún deporte que permitiera a los alumnos correr libremente sin que se chocaran entre ellos, los diferentes representantes de las clases se reunieron con la directora del establecimiento para plantearle este problema y hacerle el pedido de que ampliara el gimnasio. En aquellos tiempos, la escuela requería de otras necesidades más importantes y no tenían el dinero suficiente para invertir en una ampliación. Sin embargo, llegaron a una conclusión de que si todos los alumnos de la escuela Puertas del Sol estaban de acuerdo en ampliar el gimnasio y podían conseguir todo el dinero necesario para lograrlo, definitivamente la directora estaba dispuesta a aceptar el pedido. A raíz de esto, surgió la idea de que cada uno de los diferentes cursos hiciera puestos con los cuales recaudarían dinero. A pesar de que tardaron unos cinco años para lograr la ampliación del gimnasio de la escuela, el esfuerzo de los alumnos valió. Desde aquel tiempo, la escuela Puertas del Sol había adquirido como tradición el hacer un festival de invierno y de esa forma cumplir con las ideas que tenían los alumnos; ideas que luego serian votadas para decidir cuál de ellas harían.
Los puestos del festival contaban cada año con mejores cosas. Los alumnos iban mejorando cada año y pensando en mejores cosas que llamaran la atención al público visitante.
Aquel día, la escuela estaba brindando de la mano de los chicos de los cursos más chicos, que eran los de primero y segundo año, objetos artesanales hechos con la ayuda del profesor de arte de la escuela. Los diferentes alumnos se habían encargado de comprar cajitas, cuadros fotográficos, bandejas, joyeros, mesas pequeñas, juguetes, entre otras cosas, hechos de madera simple que luego pintaron y decoraron de diferentes maneras. Podías encontrar desde los más simples pintados de dos colores, hasta los más delicados decorados con caracoles de mar, lentejuelas, piedras pequeñas de colores y otras cosas. Un trabajo sencillo para algunos, pero lo suficientemente adecuado para los cursos menores.
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El chico de la puerta de al lado. [LGTB]
RomansaA sus 25 años nuevamente Mark se encontraba en una habitación esperando a su cliente. No era nada nuevo para él, era una realidad que habría preferido no elegir para sobrevivir en el mundo. Desde que había ingresado a aquel sucio mundo se podía deci...