Lo que pasó con Sofía

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     Cuando Thomas terminó de abusar de Sofía, la dejó en la cama, desnuda y llorando. Subió al baño de su cuarto para ducharse y así eliminar cualquier rastro de sangre, se metió en la tina; fue cuando escuchó todo. Su hermano gemía, seguramente ya estaba con su chica, aquella perra con la que Chris estaba obsesionado. ¿Que tenía ella? ¿Por qué Christian se había encaprichado tanto con ella? Las chicas que secuestraban sólo les servían para divertirse un rato, no había porqué desarrollar aquella fijación como la que su hermanito había tenido con Mery y, ahora, con Lorena. Pero Tom no pudo evitar excitarse mientras imaginaba al castaño sobre ella, penetrándola una y otra vez mientras se encontraba amarrada. Cerró los ojos con una sonrisa dibujada en los labios llevándose la mano a su miembro.

     Unos minutos después, los gemidos de Christian se detuvieron. Cuando él la soltó, Lorena hizo el intento de escapar pero se sentía muy adolorida y cansada como para esforzarse de verdad. Una vez que ella se había quedado dormida, Christian la cargó para llevarla al baño, la acostó en la bañera con cuidado y abrió la llave para que empezara a correr el agua. Tomó la regadera movible antes de ponerse de cuclillas, abrió las piernas de su amada y dejó que el agua resbalara desde sus pechos. Christian sintió cómo su cuerpo volvía a excitarse, respiró hondo; no iba a hacerlo con ella si estaba inconsciente. Limpió la sangre de la hermosa rubia, después se volvió a poner de pie, hizo la cadera para delante y apuntó la regadera en dirección a su miembro dejando que el agua también limpiara la sangre que demostraba que Christian había sido la primera vez de Lorena, cosa que lo puso muy feliz; él había sido y sería el único hombre en estar entre sus piernas. Cuando ambos estuvieron limpios, se puso ropa de nuevo y salió dejando a su chica aún inconsciente. Cambió las sábanas por unas nuevas y sin manchas. Fue al pequeño cuarto de lavado debajo de las escaleras, sonriendo al ver aquella gran mancha roja que se asomaba entre las telas. Al regresar junto a su amada, pasó una toalla por todo su cuerpo para secarla por completo. La cargó para salir del baño. La acomodó en la cama y la tapó con las sábanas sin ponerle alguna prenda, después se acostó a su lado, le dio un beso en la mejilla y la abrazó para dormir lo más juntos posible.


     Thomas se puso unos calzoncillos, tomó un pequeño cuchillo, y bajó al sótano; no había pasado mucho desde la última vez que había visitado a Sofía, pero su mano no era lo mismo que el cálido cuerpo de una persona. Ella se encontraba sentada en la esquina de la habitación, abrazando sus piernas, temblando; parecía ser su posición y lugar favoritos. Thomas sonrió al verla en aquel estado. Cerró la puerta antes de caminar hacia ella moviendo el cuchillo de un lado a otro.

     —No, por favor —empezó a llorar—. Hice todo lo que me pediste.

     —Lo sé, pero mi hermanito y Lorena ya me excitaron, así que básicamente es su culpa que esté así —señaló su entrepierna— de nuevo.

     —Por favor, déjame ir.

     —Ven. —Le extendió una mano cuando estuvo frente a ella. La chica, temblando, la tomó. Thomas la llevó a la cama.

     — ¿Q-Qué haces? —Preguntó sintiendo que aún le dolía cada parte de su cuerpo por su última visita.

     —Ya te dije que estoy excitado y me vas a volver ayudar.

     — ¡No! —Soltó la mano del pelinegro con brusquedad.

     — ¿Qué dijiste? —Levantó una ceja sonriendo de lado.

     — ¡No me vas a volver a tocar, maldito imbécil! —Le dio una patada en la entrepierna haciendo que cayera al suelo. Sofía corrió hacia la puerta, la abrió con mucho esfuerzo; pues era bastante pesada y ella se encontraba muy cansada, pero en cuanto puso un pie fuera de la habitación sintió un dolor horrible en su cuero cabelludo, estaba a punto de gritar cuando Tom le tapó la boca y cerró la puerta antes de tirarla al suelo y arrastrarla sólo jalándola del cabello.

     —Nadie —la soltó para arrodillarse frente a ella— me dice que no. —Le dio un puñetazo. Sofía se giró quedando boca abajo e intentó alejarse de él. Thomas la jaló por los tobillos soltando el cuchillo sin darse cuenta. La volteó de nuevo para poder sentarse a horcajadas sobre ella y poder lamerle el cuello. Sofía giró la cabeza hacia un lado mientras lloraba, al abrir los ojos se encontró con el pequeño cuchillo a medio metro de su cabeza, estiró el brazo, lo tomó y lo apuñaló en el hombro haciéndolo gritar de dolor. El pelinegro se lo quitó lo más rápido posible y, sin pensarlo dos veces, le enterró aquel arma en el cuello a Sofía, cortándole la yugular. Una gran cantidad de sangre comenzó a brotar de la herida de la chica quien miraba a su captor con miedo al saber que esos serían sus últimos segundos de vida. Subió a su habitación de nuevo, se puso ropa y, sin decirle nada a su hermano, fue a un hospital privado para que cosieran su herida que, aunque era pequeña, sangraba.

     A la mañana siguiente, Christian se despertó aún desnudo. Mientras se cambiaba no pudo dejar de sonreír al recordar lo que había sucedido la noche anterior, ¿cómo es que aquella chica podía volverlo tan loco?

     Se paró a lado de la cama, ahí estaba Lorena dormida, hermosa como siempre. Fue de nuevo al closet, sacó un pijama blanco compuesto por un pantalón y una blusa de tirantes junto con una tanga bastante sexy; dejó todo al lado de Lorena, por si ella despertaba antes de que él regresase. Se puso unos zapatos, bajó a la sala, tomó una servilleta y una pluma.

"Hermano, voy a comprar comida a la tienda, cuida a Lorena.

¡Por nada del mundo la vayas a despertar!"

     Salió de la casa, subió a la camioneta en dirección a una tienda cercana en donde compró lo necesario para los siguientes cinco. Al volver a casa abrió la puerta con mucho esfuerzo  (ya que llevaba dos bolsas completamente llenas en cada mano), las dejó sobre la mesa y se dio cuenta de que ya no estaba la servilleta; su hermano ya había despertado. Fue a su habitación, para ver si su amada también lo había hecho pero no la vio en la cama. ¿Se había escapado?  ¿Y su hermano? Él no habría sido capaz de dejarla sola, ¿entonces? ¿Qué estaba pasando? ¿En dónde estaban?

Christian y Thomas #2 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora