Con ella es diferente

5.6K 353 37
                                    

     Después de comer, a Christian se le ocurrió una maravillosa idea, haría algo que probablemente mejoraría el estado de ánimo de Lorena cuando despertara. Le advirtió a Thomas que no se atreviera a tocarla pero que estuviese al tanto de que ella no intentara escapar de nuevo. Salió de la casa directo a la librería más cercana. Buscó en su celular todos los libros que había apuntado la vez que fue a la habitación de Lorena y que leyó en su diario cuáles había marcado como sus favoritos.

     — ¿Buscas algún libro en especial? —Se le acercó una chica que trabajaba en aquel lugar.

     —Sí —se giró hacia ella—. Busco libros de —leyó los nombres de los autores anotados— James Dashner, de Amanda Hocking y de J.K. Rowling... —Bajó el celular para mirar a la joven—. ¿Cuáles tiene?

     —Tenemos varios, sígame —caminó a un área que tenía un gran letrero en el que se podía leer "Fantasía/Ciencia ficción"—. Hay desde los clásicos de Harry Potter, algunos no tan conocidos como The Maze Runner y aquí —señaló los de Amanda Hocking— está la saga de Lazos de Sangre. —Terminó comprando todos los que sabía que ella ya había leído y unos cuantos que no, aunque temía comprar uno que ella terminara detestando.

     — ¡Vaya! —Exclamó el chico con lentes que iba a cobrarle cuando Christian puso la gran cantidad de libros sobre el mostrador—. De verdad lleva muchos libros. —Le sonrió.

     —No estoy muy seguro de si llevo los correctos... —Admitió Christian. El joven leyó los nombres de los escritores.

     —Básicamente todos fueron escritos por los mismos autores. —Dijo extrañado.

     —Sí, esos son los que le gustan, ¿recomiendas alguno?

     — ¿Ha leído alguno de Stephen King?

     —No, pero me suena.

     —Sí, es muy famoso; sus libros son de terror. Es un gran escritor, de verdad te lo recomiendo.

     — ¿Puedo ver alguno?

     —Claro —el chico le pidió a otro compañero que lo cubriera mientras llevaba a Christian a enseñarle los libros—. Misery —le entregó el libro—, es muy bueno, y tiene una película en donde la actriz queda perfecta para su papel de enfermera.

     — ¿De enfermera sexy? —Christian sonrió con picardía, el otro parpadeó varias veces antes de responder.

     —No, como digo, es de terror.

     — ¿Y qué tiene de terrorífico una enfermera?

     —Ese es el punto.

     —De acuerdo, sólo porque tú me lo recomendaste. —Cuando regresaron a la caja el joven le dio una membresía que juntaba 10 puntos por cada 100 pesos de compra.

     —Normalmente lo damos a partir de la quinta visita —comentó— pero, por la cantidad de libros que lleva, se la doy. —Le guiñó un ojo.

     —Muchas gracias, tal vez regrese.

     — ¿Le gustaría salir por un café alguna vez? —Aquella pregunta lo sorprendió.

     —No lo creo —desvió la mirada sintiéndose algo incómodo—, a mi novia no le encanta el café. —En ese momento el trabajador se puso serio.

     —Sí... Yo... —El chico se mostró notablemente avergonzado lo cual le sacó una pequeña sonrisa a Christian—. Le cobro...

     Varios trabajadores del lugar tuvieron que ayudarle a cargar los libros hasta la camioneta. Cuando llegó a casa, tuvo que regresar al auto como cinco veces para sacar todos los libros y subirlos hasta la pequeña habitación frente a la de Thomas la cual nunca había sido usada y que, anteriormente, se suponía que estaba destinada a ser un pequeño baño pero, como ya tenían tres en casa, no necesitaban uno más. Al terminar de acomodarlos todos en las estanterías, entró a su habitación sin hacer ruido. Lorena seguía dormida, ¿cómo podía ser eso? Llevaba casi un día completo sin levantarse de la cama, ni siquiera lo había hecho para comer. Al parecer la muerte de Sofía le había afectado más de lo que él había pensado que haría. Cerró la puerta detrás de él al salir, cuando bajó las escaleras se encontró a su hermano recargado en una pared con los brazos cruzados.

Christian y Thomas #2 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora