6. Un ladrón enamorado

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Caroline

Al principio de la reunión todo iba perfecto. Hasta el momento en el que comenzaron a dividirse los trabajos. Eran pocos los que querían trabajar con un agente que no fuera de su mismo establecimiento, o tal vez no se les apetecía discutirle a su jefe.

Los directores de ambas agencias hicieron caso omiso a las protestas de sus empleados y les dijeron que si no lograban trabajar en conjunto, se los quitaría de la misión.

- A continuación - dijo el encargado del FBI - Irán todos los de logística en una camioneta a escuchar sobre el próximo robo que se llevará a cabo, y le dirán a Caroline lo que debe hacer a través de un micrófono.

- ¿Cerveza? - me ofreció Liam luego de que entrara a su casa.

- Si - respondí.

La casa de Liam no parecía muy grande desde afuera, pero ciertamente lo era. Estaba lleno de pinturas por todas las paredes, pero en ningún lugar había fotos familiares o con amigos. Además, en el living tenía un plasma, varios muebles de madera relucientes y un gran sofá caoba.

- Trabajaremos en el sótano, allí hay más espacio - dijo luego de entregarme la botella - A propósito ¿Qué edad tienes? - preguntó mientras bajábamos las escaleras.

- Veintidós - me dijo un hombre a través del micrófono que llevaba en mi oreja.

- Veintidós - repetí.

- También yo. Pero tu pareces de diecinueve - rió.

Pues debe ser porque tengo diecinueve.

- Me lo dicen a menudo.

- Miren quién llegó muchachos - dijo Liam.

Frank y Ethan estaban jugando billar mientras fumaban. Detesto el olor a cigarrillo. Tendré que aguantarlo por esta vez.

- Dejen de jugar. Es hora de empezar - dijo Liam.

- No seas amargado. Déjanos terminar - contestó Ethan.

- Podríamos empezar nosotros - sugerí, a lo que Liam asintió.

Nos sentamos en el sorprendentemente cómodo sofá bordó. Luego el castaño sacó unos planos y comenzó a explicarme cómo robaríamos el siguiente banco.

- ¿Y cuándo lo haremos? - pregunté.

- Debemos mantenernos al margen por unos días, en los cuales nos reuniremos a practicar para que todo salga como se debe. Así que más o menos dentro de tres o cuatro semanas - explicó - ¿Ya terminaron de jugar malditos idiotas? - preguntó.

- Ya casi - Liam rodó los ojos.

- Dile que irás a buscar más cerveza así puedes revisar sus cosas - me dijo una chica a través del micrófono.

- Iré por otra cerveza - dije tal como me lo ordenaron.

- Te acompaño - dijo.

- No es necesario - subí escaleras arriba y me dirigí a la cocina.

Tomé una cerveza y comencé a revisar algunos cajones del living. La misma chica que me había hablado anteriormente me dijo que tal vez haya algo escondido en la cocina, entre las alacenas. Dijo además, que este tipo de gente solía guardar cosas importantes donde uno menos lo espera. Hizo esta aclaración, ya que le había dicho que me parecía una estúpida idea husmear en la cocina.

Abrí cajones y alacenas, revisando si tenían algún falso fondo donde pudiese ocultar algo.

- ¿Estás revisando mis cosas? - dijo Liam provocándome un gran susto.

Verdades Peligrosas(Zayn, Edward Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora