30. Verdades peligrosas

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Edward

— ¿Eso fue todo? ¿La rescataste y luego huiste así como así? —se asombró Adam.

—Yo no hui, la protegí. Si supiese que estoy vivo, quién sabe lo que le pasaría. —dije mientras miraba pensativo la taza con café que tenía entre mis manos. La misma llevaba mi nombre, Adam me la había obsequiado— El lado positivo es que me ascendieron.

—Podrían ascenderte a rey supremo del mundo y aun así seguirías siendo infeliz.

Lo miré confundido, estaba muy feliz con mi nuevo ascenso.

— ¿De qué hablas?

—Hablo de que hasta que no enfrentes tu miedo, hasta que no le revelas la verdad a ella. Jamás serás feliz.

—Decirle la verdad no podría de ninguna manera hacerme feliz, puesto que la pondría en riesgo —le repetí como tantas otras veces ¿cuándo iba a entenderlo?

—Eso es una gran mentira. Ya está bastante claro que el padre de Carol se ha olvidado de tu existencia luego de haberme contado todo a mí y a tu hermano, y que nada nos haya pasado. Y en el supuesto caso de que ella lo supiese, su padre no la mataría. A lo que en verdad le temes es que ella sepa que estás vivo y que no te quiera en su vida de una forma especial. Que nuevamente le entregues tu corazón y ella no te elija, como lo hizo una vez.

Quedé mudo ante las palabras de mi amigo. Yo solo quería protegerla, pero muy en el fondo, también quería protegerme yo de ella. No me animaba a decirlo, ni siquiera a pensar en ello por vergüenza. Vergüenza de admitir que le temo a algo tan insignificante.

En un principio consistía en salvarlos a todos de su muerte, del peligro. Pero cuando nada le ocurrió a Adam ni a Harry, comencé a temer por mi propia salud emocional.

El timbre de la casa sonó, salvándome de dar una respuesta testaruda o una demasiado penosa. Me acerqué a la puerta, preguntándome quién podría ser. No esperaba a nadie más el día de hoy. Cuando abrí la puerta, me encontré con el peor de los cuadros que podría haber visto.

Inmediatamente cerré la puerta y me apoyé sobre ésta. Tenía el corazón en mi boca y sentí que estaba perdiendo la cabeza. No podía ser real, no podían estar Harry y Carol en mi puerta.

—Eddie, ¿qué sucede? —Adam corrió hacia mí, cuando vio que estaba hiperventilando.

—Mira por el visor de la puerta y dime que no son ellos —él frunció el ceño, confundido. Sin embargo, me apartó de la puerta para mirar, y antes de que confirmara mis sospechas, oí la voz de Carol.

—Abre por favor.

—Voy a abrir —avisó Adam, a lo que asentí con la cabeza. No podía hablar.

Efectivamente no era ninguna ilusión, estaba aquí, de pie frente a mí. Su fuerte abofeteada tampoco fue ninguna ilusión. Mientras me sobaba la mejilla, vi como sus ojos se aguaban y cómo temblaban sus labios. A los pocos segundos, me rodeó con sus brazos, apretujándome, y sollozando sobre mi pecho.

Las reacciones eran muy dispares. Adam sonreía al vernos, Harry parecía sorprendido al igual que yo, que tardé en rodearla con mis brazos por la confusión.

Adam le hizo un gesto a Harry, en señal de marcharse, para dejarnos a mí y a Carol a solas.

Mientras continuaba empapando mi buzo, yo le acariciaba el cabello.

—No sé por qué mentiste sobre tu muerte, Harry no me lo ha dicho. A pesar de toda esa angustia que me hiciste pasar, te agradezco por haberme salvado —me miró a los ojos, aún abrazada a mí, y me regaló una pequeña sonrisa.

—No ha sido nada —le devolví la sonrisa.

Todo resultaba tan irreal, que estaba esperando a despertar, como si fuese un sueño. Pero ese momento no llegaba, por lo que era claro que lo estaba viviendo realmente.

Le conté la verdad, advirtiéndole que lo más probable sería que no me creyese. Pero lo hizo, puesto que Karen le había contado también atrocidades sobre su padre. Fue entonces cuando me reveló que Karen le había confesado que era su media hermana, y que su padre había matado al padrastro de Karen y a su madre para que no dijesen nada sobre sus trabajos por fuera de la ley.

—Lamento que te enteres de toda la verdad de esta forma —sentí pena por ella, por su vida que se estaba desmoronando.

—No, yo siento que hayas tenido que vivir de esta forma por tanto tiempo. Triste, en soledad, oculto de tus seres queridos.

—Quisiera saber, ¿Harry te contó que yo estaba vivo o te diste cuenta cuando fui a rescatarte?

—Tenía mis dudas, y cuando vi tus ojos esas dudas aumentaron. Pero terminé de confirmarlas al ver que Harry no tenía ningún tatuaje de un ancla.

Continuamos hablando durante todo el día, contándonos todo lo que nos había ocurrido durante el año en el que no nos vimos. Y antes de irse, me prometió que iba a razonar con su padre para que yo pudiese volver a mi vida de antes.

Zayn

Si fuera un desequilibrado mental, podría suicidarme en este mismo instante. Engañé a mi exnovia, que es un agente de la CIA, con su media hermana. A su vez, esta última secuestró a Carol y casi la mata.

Emily, Karen o como sea que se llame, me engañó a mí y a todos. Creí que estaba perdidamente enamorada de mí, pero tan solo me utilizó todo este tiempo para herir a su hermana.

Permanecí el resto del día dentro del hotel, tirado en el sillón y viendo películas. Me quedé dormido sin darme cuenta, pero desperté al oír el celular sonando. No reconocí el número en pantalla, pero atendí de todas formas.

—Hola Zayn. Soy yo Emily o Karen, como prefieras. Por favor no cortes —se adelantó a mi pensamiento— Estoy en prisión, y quisiera que vinieras a verme para explicártelo todo. Si bien te mentí, muchas cosas fueron reales, más que reales para mí. Probablemente creas que estoy loca por haber secuestrado a Carol y casi matarla, pero realmente estoy arrepentida de haberlo hecho. Me arrepentí justo en el momento en el que estaba por dispararle y ella me dijo que dejara a un lado el odio y nos uniéramos, que empezáramos de nuevo juntas. Pero justo en ese momento entró el FBI y ahora voy a pagar todo lo malo que he hecho. Según el abogado, lo más probable es que me den pena de muerte. Al menos, me gustaría, verte antes de que ello ocurra. Te espero —se calló por unos segundos— Te amo —dijo antes de cortar.

Ir o no ir. Los hechos me decían que había sido utilizado y engañado por Karen, pero ella me decía, al borde de su ejecución, que realmente me amaba.

¿Qué habré hecho, Dios, para merecer esta vida?

Si no iba, y la ejecutaban, me sentiría culpable. Pero por otro lado, no quería ir y sentir que soy un estúpido por creer en alguien que me mintió horriblemente, peor que cuando conocí a Carol ¿Será que estoy destinado a amar a las mujeres mentirosas? Debo ser masoquista.

HOLAAA GENTE HERMOSAAAA!!!!!!!!!!!

POR FIN CAROL SE REENCONTRÓ CON EDDIE!!!!! VOTA SI ESTÁS FELIZ. COMENTA SI ESTÁS HIPER FELIZ.

GRACIAS POR SEGUIR LEYENDO ESTA NOVE.

LAS AMO Y GRACIAS POR AYUDARME A QUE ESTA 2DA TEMP LLEGARA A 1K

All the love xx


Verdades Peligrosas(Zayn, Edward Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora