Verdades Peligrosas(Zayn, Edward Styles y tu)

34. Rencor

Edward

Salí de la prisión, un poco molesto conmigo mismo. Ciertas veces me gustaría ser de esas personas que perdonan con facilidad, sin rencores. Pero no puedo, soy desconfiado de los otros, siempre lo he sido y rencoroso también. Lamentablemente estoy en medio del que soy y del que ella quisiera.

Un puño firme golpeó mi mejilla de improviso. Tambaleé un poco, no había estado preparado para recibirlo. Al girar la cabeza encontré a un Zayn furioso, despeinado y agitado.

-No eres más que un miserable hijo de perra -profirió.

- ¿Qué? -me sobé la mejilla antes de recibir otro golpe.

- ¿Justo con Carol debías meterte? Creí que tu fachada de mujeriego había quedado atrás.

Jamás había visto a Zayn tan furioso ¿Y cómo no estarlo? Creía que su mejor amigo lo había traicionado con su ex.

-Sé que sonará extraño, pero no soy Harry. Soy Edward.

La furia de Zayn aumentó considerablemente. Quiso propinarme otro golpe en la nariz, pero fui más rápido al pegarle fuertemente en el estómago. Se dobló en dos, con las manos sobre la zona de dolor, retorciéndose.

- ¿Cómo puedes ser tan cobarde y desalmado de culpar a tu hermano muerto? -dijo en un hilo de voz.

-No estoy muerto. Soy Edward, es en serio.

-Fui al funeral. Vi su ataúd. No puede ser cierto -volvió a erguirse- Creí que amabas a Ali. Eres una basura -escupió.

-No soy Edward -repetí.

Otro golpe se avecinaba. Logré esquivarlo nuevamente y le devolví otro en la comisura del labio. Podría simplemente haberlo esquivado, pero el mal nacido se merecía una buena golpiza. Había engañado a Carrie con Karen, la había hecho sufrir muchísimo. Y quizás, Carrie en su afán de redimir a todo el mundo lo perdonara, pero yo no. Si alguien la daña, yo haré que muera lenta y dolorosa mente.

Zayn pasó sus dedos por su boca, arrastrando con ellos su sangre y observándola después.

-No sabía que tuvieses tanta fuerza -volvió a sobarse el estómago.

-Ya te lo dije, no soy...

-No vuelvas a meter a tu hermano en esto -sentenció. Enmudecí, era inútil hacerlo entender- Dime ¿Desde cuándo? -preguntó claramente refiriéndose a Carol.

-No estoy con Carol, solo vine a acompañarla a visitar a Karen.

-Sí, claro -bufó- Los vi antes de entrar.

- ¿Y qué viste? Un abrazo. Sí que tienes imaginación -contesté mordaz. Ya me había cansado de sus estúpidos celos- Además ¿Qué si estuviese con Caroline? Tú la engañaste con su propia hermana. No tienes derecho a reclamar nada. Ya la has perdido, y de la peor manera.

Apretó sus puños. Se avecinaba otro golpe. Me preparé para esquivarlo.

-Yo no sabía que era su hermana -gritó antes de arrojarse sobre mí.

Caímos al suelo. Enredados entre forcejeos y golpizas. Oí la voz de Carrie en medio del enfrentamiento. Pidió solo una vez que nos detuviésemos. Al no hacerlo, tomó a Zayn por los hombros para apartarlo sobre mí.

-No me toques maldita zorra -dijo Zayn, cegado por la ira.

- ¡No te atrevas a llamarla así! -le grité antes de correr hacia él para volver a pegarle.

Pero Carrie se interpuso y me pidió que me tranquilizase. Miró con mala cara a su ex antes de pedirnos que por favor hablásemos como personas civilizadas. Fui el primero en hablar, repitiendo por milésima vez que yo no era Harry. El rostro de Zayn se transformó cuando Caroline me pidió que le mostrase mis tatuajes como prueba. Zayn se llevó las manos a la cabeza, mientras la sacudía en forma de negación y retrocedía con pasos torpes. Repitió varias veces que no podía ser posible. Le dimos tiempo para que lo asimilase, una vez logrado esto, se disculpó.