36. Amar antes del adiós

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Caroline

Justo en el momento en que todo parecía que iba a acabar, Amanda me salvó una vez más con otra mentira. A través del micrófono me había dicho que le dijera que hacía un par de años había sido abusada sexualmente. El engaño funcionó a la perfección, pero no me hizo sentir mejor. Liam parecía aún más preocupado por mí, sentía más pena y más amor, y más deseos de protegerme. Asesino o no, valoraba ese amor que me prodigaba, pero también me condenaba a mí misma.

Al salir de su casa, el equipo de logística me reprochó por ser tan irresponsable, incluso Amanda. Sin embargo, vi en sus ojos una mirada de entendimiento para conmigo. Ello me alivió, por lo menos no todos me detestaban por ser una chiquilla ineficiente.

Amanda me dio otra noticia, a solas. Los resultados del análisis de sangre habían llegado. La sangre correspondía a un hombre de treinta y siete años, sin antecedentes penales que estaba actualmente desaparecido desde el día anterior al que yo encontré el arma. La niña de la fotografía se encontraba en la misma situación, desaparecida desde la misma fecha. Ahora que el caso de estas dos personas estaba vinculado con Liam, reforzarían la investigación. Según Amanda porque muchos quieren a Payne tras las rejas.

Las revelaciones, aunque bastante incompletas, me entumecieron de pies a cabeza. Todo apuntaba a que Liam era el asesino de ese hombre y quizás de esa pobre e indefensa niña.

Aún no sabía si me sentía asustada o sorprendida. Pero fuera lo que fuera debía suprimirlo en este instante, maquillarme y llegar a la casa de Edward con el mejor de los rostros. Y es que no podía contarle absolutamente nada o él cancelaría inmediatamente su viaje hacia Langley. No podía permitir que las hormonas de Liam y unas simples pistas afectaran más la vida de Eddie. Él ya ha hecho tanto por mí, y ahora soy yo quien debe ocultarle la verdad para que no se quede a protegerme como siempre lo hace. Sobre todo ahora más que nunca porque estamos en algo así como saliendo, nada serio. Si tan solo hubiese estado en su momento preparada para recibir su amor de verdad, me habría ahorrado muchísimos disgustos. Siempre lo quise, pero ahora más que nunca.

Edward

Estaba terminando de guardar mis pertenencias más imprescindibles dentro del bolso, cuando oigo el timbre sonar. Rápidamente me arreglé el cabello, un poco mojado porque acababa de bañarme, y bajé las escaleras en pos de recibir a Carrie con una sonrisa. Nada me hacía más feliz que terminar el día con ella y comenzarlo reencontrándome con mis padres. Aunque no estaba muy cómodo con la idea de dejar a Carol debido a todo el embrollo que la rodea. Su sonrisa me tranquilizó, las cosas no andaban tan mal después de todo. Pero para estar seguro, le pregunté cómo iba la misión y también por el tema de su hermana.

Sobre la misión no soltó muchos detalles y con respecto a su hermana, la situación seguía igual. Su padre seguía sin mover ni un dedo para cambiar la situación de Karen. Era de esperarse, ese tipo era el mismísimo diablo y estoy más que seguro que no hará nada por su otra hija. Por la felicidad que Carol se merece, espero un milagro.

Mientras preparaba un par de tazas de té, me dediqué a contestar algunas preguntas de Carrie. Supongo que no quería seguir hablando sobre el tema de su hermana, que tanto la afligía.

— ¿Estás segura de que está todo bien? —interrumpí mi propia respuesta— Puedo aplazar vi viaje. Esperé tanto, que un par de semanas o meses no me afectarán.

—Todo está bien. Puedo arreglármelas yo sola. Todo este tiempo lo he hecho sin ti y me va de maravilla.

—Es solo que no me fio de Liam, y con todo esto de tu hermana...

—Estaré bien. Vive tu vida. Volverás antes de que te des cuenta —dijo mientras acariciaba mi mejilla dulcemente.

Me acerqué a sus labios para darle un pequeño beso. Pero en ese instante recordé que no la volvería a ver durante varios días y decidí hacerlo inolvidable.

Verdades Peligrosas(Zayn, Edward Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora