Caroline
Acabé entrando en casa de Liam. Algo en él me inspiraba un poco de confianza y eso me pareció suficiente para entrar. Además, mi trabajo era descubrir todos sus negocios sucios y no lo conseguiría preguntándoselo en un restaurante con cientos de personas alrededor.
No pude husmear mucho su casa mientras esperaba a que hiciera el café. Puesto que la sala estaba oscura y la única luz provenía de la chimenea que Liam había prendido de algún modo desde la cocina.
Estaba decidida a hacerle preguntas y a obtener al menos una respuesta que le sirviera a las agencias.
Liam dejó las tazas en la mesa. Eran de porcelana China, blancas. Mientras él bebía el primer sorbo, comencé con mi camuflado interrogatorio.
- ¿Has estado en prisión? - no necesitaba esa información, pero me serviría para introducir el tema de conversación que quería tratar.
- Una vez estuve detenido por destruir la oficina del director de mi escuela - reí denotando ironía.
- Es gracioso si lo piensas. Te atraparon por romper una oficina pero no por robar bancos.
- Sabes muy bien que si un policía te descubre es senillo que cierre la boca. Pero entonces, mi padre no hubiera ofrecido dinero para que no fuese preso. Es más, tardó en pagar la fianza porque quería que enfrente las consecuencias.
- Me dijiste que en tu casa te inculcaban los buenos modales y etiqueta ¿eras rico de niño?
- Mi padre tenía mucho poder y mucho dinero. Era un funcionario del gobierno. Luego de que pagara la fianza, me mandó a la escuela de la CIA para que según él no me fuera por el mal camino. En un principio traté de enorgullecerlo, pero nada de lo que hacía fue suficiente. Cuando empecé a trabajar como agente y vi cómo las mismas personas que decían luchar por la seguridad nacional, hacían trabajos sucios y se llenaban los bolsillos de oro a costa de la gente; me salí.
- Si lo piensas, nosotros también nos llenamos los bolsillos a costa de otros - le dije.
- Si, pero no matamos ni dañamos a nadie. Mi dinero no está manchado de sangre- enfatizó el no - Además, todo el mundo sabe que los bancos le roban a las personas. Y el que le roba a un ladrón tiene cien años de perdón, según dice el dicho.
- Tienes razón.
- ¿Qué hay de ti? ¿Cómo llegaste a ser ladrona?
Le conté la historia que me había estudiado durante días. En cuanto mi padre abandonó la CIA, comenzó a beber y golpeaba a mi madre. Continuaba con mi escape de la casa y con pequeños robos que fueron aumentando.
- Debiste estudiar - me dijo una vez terminé de recitar la historia.
- ¿Por qué? Tú no lo hiciste - objeté.
- Porque eres mejor persona que yo. Puedo verlo en tus ojos. No mereces una vida de este lado oscuro - dijo mientras yo bebía el delicioso café.
- No digas eso - sentí pena por él - Además, si hubiera estudiado no nos habríamos conocido.
- Tienes razón - sonrió y luego me acerqué para darle un corto beso en los labios. Si siempre era él quién me besaba se daría cuenta de que no lo quiero ni un poquito.
Pero debí saber que Liam no se conformaría con un beso tan insignificante. Sus labios seductores me besaban delicadamente, como si yo fuese de cristal. Sus manos recorrieron mi cabello suavemente, luego mi espalda. Yo mantuve las mías en su pecho y no quise moverlas por miedo a darle a entender que quería más que un beso. Pero no fue necesario que yo hiciera algo para que él quisiera más.
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Verdades Peligrosas(Zayn, Edward Styles y tu)
FanfictionSecuela de Cadena de Mentiras. Un año después de la muerte de Edward, todo parece ir perfectamente en la vida de Caroline. Se había convertido en agente de la CIA, tal y como lo había deseado. Había hecho nuevos amigos y Zayn, por quién tanto había...