Edward
Foster me informó que Carol estaría hasta tarde en casa de Ethan. Así que no me molesté en infiltrarme al departamento en ninguna hora en particular. Es más, fui lo más tarde posible.
Husmeé dentro de algunos cajones, pero no encontré nada allí. Iba a continuar revisando, pero oí como una llave comenzaba a abrir la cerradura. El pánico tomó posesión sobre mí. Debía esconderme ahora mismo pero dónde.
Frente a mí se encontraba la respuesta: el armario. Entré lo más rápido y silenciosamente posible y cerré las puertas.
Oí voces. Una era de ella y la otra de un hombre. Oí sus risas, y a pesar de que no la veía hace mucho tiempo y de que mi amor por ella se extinguía un poco todos los días, no pude evitar sentir celos. Celos de él, porque podía hacerla reír y contemplar su sonrisa cuanto quisiera.
Ya había pasado un año, no tendría que importarme absolutamente nada de ella. Pero así era. Deben creerme cuando les digo que traté por todos los medios de sacarla de mi mente, y estaba funcionando, hasta su repentina aparición.
Pude escuchar como las pisadas se volvían más fuertes, se estaban acercando. No solo eso, habían entrado a la habitación. Mediante la diminuta hendija de entre las puertas del guardarropa comprobé que la voz masculina provenía de Liam ¿Qué hacía aquí?
- Ya sé, dentro del armario - dijo Payne acercando su mano a la manija del ropero.
Los segundos más eternos y llenos de incertidumbre de mi vida fueron en ese momento. Iban a descubrirme, pero lo más importante, ella sabría la verdad de que no estoy a dos metros sobre el suelo, debajo de una lápida, sino que estaba bien vivo y me encontraba en su armario espiándola.
- No, ni te acercaste. Esta justo aquí - Caroline golpeó el piso dos veces con su pie, salvándome sin siquiera saberlo.
- Buen escondite - Liam se acercó a ella - ¿Te digo un secreto? - ella asintió con un movimiento de cabeza - Desde el día en que te vi en la cafetería me muero de ganas de hacer algo.
Liam posó sus manos alrededor del rosto de Carol y la besó. Para mi sorpresa, ella no desistió. No voy a mentir, algo muy profundo dentro de mi salió a flote cuando él la tomó por la cintura y ella seguía sin resistirse. No sabía muy bien lo que sentía, solo sabía que no era algo bueno ni mucho menos bonito. Eran como unas ganas de salir de mi escondite y romperle los huesos al criminal, pero no quería hacerlo del todo. Era como si una parte de mi quisiese hacerlo y la otra no.
Una repentina pregunta vino a mi mente: ¿Estará de novia con Zayn? Recuerdo que me dijo que lo prefería a él. Y si es así, acaba de engañarlo. Debe de estar sola. No creo que sea capaz de ello. O tal vez sí.
Él se despidió de ella para luego marcharse. Carol se quitó el micrófono que llevaba en su oreja y salió de la habitación. Luego oí el ruido de una puerta cerrarse. Eso suponía que había entrado a otra habitación y que ya podía salir. Y así lo hice, con mucha cautela y mirando hacia los costados antes de abandonar el dormitorio.
La luz del baño estaba encendida y la ducha abierta. Podía irme sin ningún problema o podía hacer alguna locura como esperar a que salga y contarle la verdad. Esta última idea era tentadora, a la vez que suicida y muy egoísta. Sin embargo, cada vez que la recuerdo de pie frente a mi ataúd derramando lágrimas y con la lluvia empapándola, sufriendo por una mentira siento el impulso de revelarle toda la verdad. Pero simplemente no podía. Por su bien, por el mío, por el de todos. Cuando se ama de verdad, es necesario hacer algunos sacrificios.
Salí por la ventana y luego bajé por la escalera de emergencia hasta llegar a la acera. Coloqué un cigarrillo en mi boca y lo encendí. Caminé hasta mi casa mientras exhalaba el humo tóxico de mis pulmones. Fumar no me hace bien, a nadie le hace bien. Pero me calmaba. Desde que abandoné Langley trato de dejarlo. Desde entonces trato de dejarla ir. Consumo menos, pero no he podido dejarlo. La pienso menos y la amo menos, pero no he podido dejarla ir.
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Verdades Peligrosas(Zayn, Edward Styles y tu)
FanfictionSecuela de Cadena de Mentiras. Un año después de la muerte de Edward, todo parece ir perfectamente en la vida de Caroline. Se había convertido en agente de la CIA, tal y como lo había deseado. Había hecho nuevos amigos y Zayn, por quién tanto había...