Verdades Peligrosas(Zayn, Edward Styles y tu)

22. Consuelo

Zayn

Tenía poco tiempo para tomar una decisión, y la mirada furiosa que Emily me impartía no ayudaba en nada. Sabía que si aceptaba la proposición de mi novia estaría faltando a mi palabra de cenar junto a Emily. Eso la enfadaría aún más. No podría resistir su rechazo para conmigo, mucho menos verla hecha un mar de lágrimas. Ya había sufrido a causa de un mal hombre como Josh. Yo no me encargaría de abrir viejas heridas y convertirme en otro como él que la lastima. Ella no lo merece.

A Caroline no le causaría ninguna angustia si no voy, podré verla en otra ocasión.

- Ya cené con Harry y las otras dos chicas que también están aquí por la pasantía - me excusé manteniendo la vista fija en Emily, quién me propinó una enorme sonrisa, de esas que también me hacen sonreír.

- Oh, debí llamarte antes. No creí que cenarías tan temprano, nunca lo haces - Carol expresó desilusión.

- Es solo que estábamos muy cansados y decidimos cenar antes para acostarnos temprano - expliqué.

- Entiendo. Podemos cenar mañana - acepté su propuesta.

No hablamos mucho más.

Por consiguiente, Emily me abrazó cariñosamente y me agradeció por haberme quedado.

En ese instante, me dije a mi mismo que me propondría elegir entre una de las dos en menos de dos días. Este pensamiento me persiguió durante toda la noche, desde la cena con Em en un restaurante hasta conciliar el sueño en mi habitación.

Caroline

Corté la llamada, más confundida que la última vez en que había visto a mi novio. Su tono de voz había sonado muy extraño y tuve la sensación de que me había mentido de la misma manera en la que me había ocultado lo que le ocurría.

Otra cosa que llamó mi atención fue su trato. No me había llamado cariño, ni bebé o amor como suele hacerlo.

La única forma de saber si Zain me estaba mintiendo era llamando a Harry, y eso mismo fue lo que hice. Primero le pregunté por cortesía si se encontraba bien y qué estaba haciendo.

- ¿Ya cenaste? - pregunté soslayando mi ansiedad.

- No aún - respondió de inmediato, sin pensarlo.

- Oh - fue lo único que atiné a decir.

Mis ojos comenzaron a aguarse y un nudo se formó en mi garganta. No podría detener el llanto por mucho tiempo. Tomé fuerzas desde algún lugar muy dentro de mí para simular mi estado anímico y continuar con la conversación.

- ¿Necesitas algo? - preguntó eliminando el silencio entre nosotros.

- No, solo quería saber cómo estabas - hice un intento fallido por ocultar el desgarro que mi voz emanaba.

- ¿Qué sucedió? ¿Estás llorando? - se alarmó.

- No - dije tratando de sonar como siempre.

-¿Estás en tu casa? - afirmé - Voy en camino.

Le dije que no lo hiciera, pero Harry cortó la llamada dejándome con la palabra en la boca.

Edward

Mi hermano me llamó diciéndome que Carol lo había llamado por teléfono. Detalló que se le oía la voz quebrada, como si hubiese estado llorando. Más ella no quiso decirle qué le ocurría.

Antes de que Harry me ofreciera ir hasta su casa haciéndome pasar por él, yo ya me había puesto la campera de cuero dispuesto a hacerlo.

Tuve que ir en taxi, puesto que a pie tardaría mucho y no podía aparecerme con una moto si Harry no posee una.