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-¿Cómo entraremos?- Mi boca se movía pero mi voz no salía de ella.

Aunque entendía perfectamente que Niclot y Timeus saben de mis pensamientos contrarios a los reglamentos establecidos en Nayfur, no tenían conocimiento alguno de los planes entre Eugene, Liam y yo sobre encontrar la información real de los sustitutos para poder controlarlos a nuestros beneficio, bien, al beneficio de todos los ciudadanos de este país.

Y después de tanto no permitiría que se dieran cuenta de nuestras intenciones haciendo que nuestros esfuerzos quedaran en vano.

-Eso está solucionado, lo que falta es planificar el cuándo lo haremos.- Mi ex novio hablaba sin voz y observé que nosotros nos habíamos convertido en expertos de aquello desde hace mucho tiempo atrás porque las cosas de las cuales platicábamos no eran normales dentro de este régimen.

El auto estaba ocupado por nosotros tres después de que decidiéramos hablar en él para evitar encontrarnos con imprevistos dentro de la casa. Éste era el único lugar en donde no podíamos ser oídos pero para evitar una situación peligrosa preferíamos leernos los labios, realmente éramos buenos aunque en mi mente pasó la idea de que si ellos deseaban descubrir los planos que teníamos, lo harían sin importar todas las formas en que inventemos nuevos lenguajes para solamente nuestro entendimiento aunque las cámaras estaban en las calles y podían vernos a los tres estando dentro del auto sin hacer más nada y eso sería sospechoso, por eso decidimos irnos a un lugar lejano para que no sospecharan tanto de nuestro extraño comportamiento, especialmente cuando se trataba de mi ex pareja y mi esposo de ahora.

-Podemos hacerlo cuando la empresa esté desocupada.- Miré al castaño agregó rápidamente y asentimos en silencio total.

-¿Y cuándo es eso?- Dije en voz muy baja, casi ni me escuchaba yo misma.

-Los sábados por la noche, jura que nadie está en esa empresa.- Eugene comentó desde los asientos de atrás mirándonos a los dos detenidamente.

-Hoy es sábado, así que, es hoy...- Mi corazón bombardeó sangre de manera violenta hasta me dolió el nuevo latido del mismo.- Tendremos que hacer el plan en unas horas.- Los observé a los dos con los ojos bien abiertos.

Estaba en pánico, con temor y sin entender que hacer en ese momento.

Una parte de mí los observaba por la conversación pero siendo sincera, la indagación de su físico era más complicado que eso. No solo era su cara o cuerpo, era la manera de actuar de los dos, eran como poner polos distintos delante del otro. Son diferentes en muchas maneras, estaba confundida y mucho, además, de lo confusa que me encontraba ya por el tener que hacer un plan para tumbar un sistema de años en unas pocas horas.

Esto era sinceramente una misión suicida.

-Rebecca.- Escuché la voz ronca del tatuado que me miraba llamándome mi atención y yo parpadeé varias despertando de mi común trance para volver a colocar mi concentración en lo que sucedía a mi alrededor de forma real.

-¿Qué?

-¿Qué te pasa?- Eugene estaba confundido y por aquello frunció el ceño algo que removió mi interior haciéndome sentir extraña.

-Yo... solo estoy un poco preocupada, no me pasa nada.- Era verdad pero más me preocupaba por lo que estaba sintiendo que eran sentimientos demasiados raros para mi entendimiento.

Un lado de mi decía.

Eugene ha estado contigo desde hace mucho tiempo, te ha aceptado tal y como eres hasta te perdona por la muerte de su madre aunque no sea mi culpa de verdad, sin embargo, me sentía responsable de aquel acontecimiento espeluznante. Te ama más que nadie porque te lo ha demostrado sin duda alguna y tú deberías de ser igual de fiel o más.