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Luego de unos largos minutos, alrededor de cuarenta. Se fueron yendo mis familiares, ya que, las visitas no podían ser más de una hora. La había pasado bien, por lo menos me dieron algo de felicidad en mi cumpleaños aunque el solo hecho de verlos, me ponía demasiado feliz, más de lo que podían imaginar, además, de que me daban fuerzas para seguir adelante y querer derrocar al gobierno de Stevents Niclot.

El padre de Eugene, el señor Moses y Charissa fueron muy amigables conmigo, siempre lo eran pero no habíamos compartido un momento tan íntimo después de lo que sucedió con la señora Lydia, sobre todo el señor Moses porque Charissa y yo siempre nos hablábamos aunque sea por celular. Ellos mismos hicieron que me sintiera mejor con todo lo que estaba pasando y les agradecí infinitivamente por estar a mi lado en una situación tan complicada como era esta. Los padres de Liam junto con Sarah fueron realmente una gran terapia porque al final eran mi única familia legal, la cual, me apoyaba aun siendo nayfurianos muy escritos con las leyes del país. No podía asimilar la idea de que mis progenitores no me apoyaban, esa era mi peor pesadilla.

Eugene y Stacia estuvieron normales, lo único que me incomodaba y dolía solo un poco eran sus muestras de cariño, en serio, ahora eran una pareja y creo que yo debería de hacer lo mismo con Liam, sin embargo, lo que me causó más dolor era el hecho de que una parte de mi sabía que Eugene no podría estar conmigo nuevamente, debido a que su mirada hacia Stacia era tan fuerte que era imposible imaginarse a ese chico separado de la rubia.

Sé que no estaba en mis planes hacer una vida al lado de Liam, no obstante, yo era la única que parecía que se había quedado estancada en el pasado ocasionando que me doliera mucho más todo lo que sucedía.

-Feliz Cumpleaños...- Eugene colocó su mano en el vidrio digital que nos separaba y yo la coloqué como si pudiéramos tocarnos y eso era lo que más deseaba aunque no se pudiera hacer sacándome una sonrisa sincera y llena de amor.

-Gracias.- Sentí una presión en mi pecho, lo cual, significaba que quería llorar.- Agradezco tanto que tu padre haya venido después de lo que pasó...

-Todos te queremos sin importar nada. Te amo, Rebecca y espero que siempre lo tengas bien en claro.- Asentí emocionada y Stacia lo tomó de la mano para acercarse a nosotros dos con una sonrisa en sus labios y quise de verdad que todo fuera como antes.

Que fuéramos los mismos niños de antes llenos de amor que no comprendían los obstáculos que el futuro les podría.

-Yo también te amo.

-Me asustaste mucho... pensé que lo harías.- Dijo la rubia mirándome preocupada refiriéndose a mi intento de suicidio sabiendo que me había visto en vivo y en directo, agregando que no era nada común ver a un ciudadano a punto de cometer suicidio.

Lo iba hacer sino hubiese aparecido Liam para detener lo que en serio quería hacer.

-Lo siento.- Sonreí desganada por el recuerdo que parecía lejano y ellos dos me sonrieron al mismo tiempo.

-Nos tenemos que ir, adiós, Becca.

El corazón se me puse pequeño cuando escuché decirme aquello, era la manera que antes me llamaba cuando el momento lo ameritaba y cada vez que me decía de esa forma, era porque en aquel instante deseaba mostrarme su gran amor hacia mí. Eugene aún me tenía cariño al igual que yo a él y eso me reconfortaba. Lo amaba y que me diga de ese modo hace que muchos sentimientos y recuerdos revivan dentro de mí causándome un dolor agudo en mi pecho.

-Adiós y gracias de nuevo por todo.- Se fueron pero antes me di cuenta que en serio hacían una pareja hermosa y era hora de admitirlo aunque me destruyera profundamente.

2520 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora