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Mañana era el día de la pesadilla.

Mañana era el día en que mi vida cambiaría por completo.

Mañana era el día que tanto temía.

Mañana es el día de las asignaciones anuales de Nayfur.

-Buenos días, hija. – La voz de mi madre era alegre algo característico en ella, pero que en ese momento desteté con totalidad aquel tono porque no compartía aquella emoción, me encontraba llena de pavor, impotencia y sin esperanzas.

Era todos menos felicidad.

-Buenos días a los dos. – Me dirigí a mis progenitores.

Salí de las escaleras eléctricas para caminar al comedor donde me esperaba la mesa redonda llena de comida compuesta por cuatro sillas que, por el momento, sólo se ocupaban tres de ellas sabiendo que mi hermana se había ido de la casa algunos años atrás.

-Te ves terrible... ¿Ocurre algo? – Mi madre se acercó a mí para tomar mi rostro entre sus manos pequeñas y delicadas, inmediatamente vio las grandes ojeras que tenía bajos mis ojos verdes sorprendiese, casi espantada por mi estado poco refinado, no era correcto que los ciudadanos de esta nación se descuiden, en especial, nunca verías a una nayfuriana con ojeras.

-No he podido dormir muy bien. Lo de las asignaciones me tiene preocupada realmente. – Tomé un poco de pan de almendra y le unté mermelada de magna.

Esta fruta es originaria por la combinación genética de dos frutas, es decir, un alimento transgénico. Se caracteriza por su dulzura y no quedaba duda de lo deliciosa que era. He leído acerca del tema, sé que en los siglos pasados muchas personas pelearon para que los alimentos transgénicos no fueran efectuados basándose en sus argumentos de ir contra la naturaleza, sin embargo, siguieron haciendo sus estudios y formaron numerosos productos nuevos con esta técnica, así que por eso tenemos varios ejemplos en la actualidad de ello.

-No puede ser... - Hizo un gesto lastimero. – Todo saldrá bien hija, yo también estaba nervioso el día antes de las asignaciones, no podía dormir y hoy los síntomas empeoraran bastante. – La voz de mi padre era suave para que me tranquilizara, pero nada podía hacerlo. Sus ojos me miraron como si fuera una niña pequeña aún y supe que era momentáneo, al final ellos querían que cumpliera con las leyes nacionales.

Me encontraba internamente muy alterada y ahora, solitaria dentro de una lucha sin sentido porque no podía combatir e ir contra lo que sucedería.

-De nuevo tuve el mismo sueño del chico de las asignaciones. – Hice una mueca de desagrado. – Algo en mi interior me dice que aquel sueño es una señal de lo que sucederá en las asignaciones, algo parecido un mensaje. – Mordí el pan para parecer tranquila, sin embargo, todos sabían que estaba más que nerviosa, además, mi mano temblorosa no era normal.

-Quedarás con Eugene, deja de preocuparte y buscarle un sentido a algo que no lo tiene. – Quise creer ello, sin embargo, eso no eliminaba el hecho de que era muy extraño tener el mismo sueño noche tras noche durante días. Era tan vivido que asustaba. – Todos soñamos cosas descabelladas, sabes, un día soñé que tenía poderes sobrenaturales y era gigante, son locuras de la mente, tranquila. – Aunque mi madre tenía cierta razón, no era lo mismo y realmente lo mío se sentía de una manera muy diferente a soñar con cualquier locura de las que habla ella.

Ahora estando despierta podía sentir en carne y hueso el agarre de esa mano masculina alrededor de mi muñeca, la presencia de ese hombre a mi lado mientras mi corazón se aceleraba con dolor, era como si estuviera sucediendo.

2520 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora