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-Señor Priston.- Abrí mi boca sorprendida, mis manos comenzaron a temblar al igual que mis labios y un sentimiento que no entendí me inundó repentinamente.- Tengo los documentos que le envió el secretario de gobierno para las cifras de crecimiento productivo de la maquinarias inteligentes.- Habló Eugene luego de unos segundos viéndonos los dos mutuamente como si estuviéramos en trance.

Sin embargo, su mirada se centró en Liam después de ignorar la situación dolorosa, se observaba en sus ojos el pesar que poseía, ya que tuvo que recordar que vernos de manera amorosa, nostálgica o algo que demostrara amor romántico era contra las leyes nayfurianas gubernamentales porque se supone que entre los dos no hay nada que nos ate.

Su mirada destruyó todo dentro de mí y no pude sentirme más inútil porque no podría soportar tal sensación, era demasiado débil en este momento como para seguir estando cerca de él, ciertamente presenciaba mi colapso viniendo muy rápido.

-Colócalas en mi escritorio y te haré llegar el holograma a tu oficina, gracias por dármelas y acuérdate de que tenemos que reunirnos para tomar la decisión de cómo podemos mejorar a la producción de insumos para la maquinaria de empresas de alimentos.- Liam estaba separado de mí pero no lo suficiente que yo deseaba, gritaba en mi interior que se alejara más de mí, no obstante, sé que él nunca se alejaría de mí porque era de las personas que le encantaba dar a entender lo que creía que era suyo.

Aunque yo no fuera de nadie.

La habitación se sentía más pequeña de lo que era realmente y el aire acondicionado parecía estar apagado porque el calor empezó a inundar mi cuerpo de manera violenta causándome un pequeño mareo inofensivo pero notable, me tambaleé sin llevarme la mirada de ninguno de los hombres sabiendo que sus ojos se encontraban concentrados en él otro, sin saber si era por su cuestión laboral o porque lo que estaba pasando conmigo ahora mismo.

-De nada, ya les diré a los demás que tengan en cuenta el horario de la reunión.- Noté que Eugene me observó después de terminar de hablar con los ojos llenos de impotencia y dolor, éste hizo una mueca con el labio haciéndome parpadear de manera veloz.

Esa mueca significaba que necesitaba hablar conmigo o que estaba enojado, siempre lo hacía para comunicarnos en una clave que solo los dos entendiéramos para evitar que los ajenos comprendieran. Ciertamente creo que son las dos anteriores unidas por la situación que acababa de presenciar y me dolió más el pecho al pensar que verdaderamente estaba decepcionado de mi por verme de tal manera con Liam cuando ni siquiera había pasado una semana, seguramente pensaba que lo había olvidado cuando era totalmente erróneo.

-Eugene...- Pedí antes que se abriera la puerta de oficina y saliera de ella porque lo que más deseaba es que arregláramos lo que había sucedido.

El chico se volteó lentamente con mucha educación y miré a Liam, apretó más sus puños y me observó fijamente, como retándome y era evidente que no permitiría que él se metiera en medio de Eugene y yo.

-¿Qué ocurre señorita Priston?- Respondió inseguro la última parte pero él sabía que lo tenía que hacer.

Y una punzada dolorosa volvió a aparecer en mi pecho haciéndome respirar profundamente para intentar calmar mi ansiedad e impotencia.

-Hm...- Tenía que dejar el espacio entre los dos, lo que menos quería es que Eugene saliera perjudicado por mi imprudencia y por mis reacciones de amor que no se notaban de ese modo por los reglamentos establecidos en Nayfur.- Gracias, por traerle los documentos a Liam.- Comenté torpemente sin saber que iba a decir, tenía la necesidad de decirle cosas, sin embargo, no podía decírselas aquí y mucho menos con Liam a mi lado aunque era claro que ni siquiera lo había llamado esposo o pareja para que le quedara claro que no lo miraba de otra manera, él era mi asignación pero nada más que eso.