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-Nuevas parejas asignadas de Nayfur... - Nuestra atención fue captado por una voz que solamente me causaba impotencia. – Es hora de partir a su nuevo hogar y empezar una nueva vida con la pareja correspondiente. Esperemos que no haya errores en las asignaciones. Queremos que esta generación alcance la perfección, así que deberán dar su máximo esfuerzo para conseguirlo. – Por un momento intuí que ellos sabían que nosotros no somos lo que ellos consideran "ideales" y todo se trataba de aparentarlo, actuar como si lo fuéramos y dejarnos manejar por sus mandatos. Quité aquella idea de mi mente porque sea como sea, ellos condenaban nuestras vidas. – Han sido el grupo con más prototipos agraciados. Sean felices todos y buena suerte en este hermoso viaje hasta la cima. – Agregó Timneus indicando que ya podíamos retirarnos hasta nuestras nuevas casas con un gesto de manos y cabeza.

Su sonrisa hizo que mi estómago se revolviera y me dieran ganas de expulsar lo poco que comí en el desayuno. Con cada minuto que pasaba, me daba cuenta que tenía que vivir el resto de miv ida con un completo extraño, que tenía que dejar que me manejaran a su antojo, debería complacer a las personas mientras era infeliz.

-Nueva vida. – Susurró Liam a mi lado haciendo que lo visualizara detenidamente por su comentario, el cual, no sabía cómo descifrar porque su tono de voz fue triste y, al mismo tiempo, pude presenciar un poco de... ¿ansiedad?

Por un instante su gesto en los ojos me recordó a mí misma cuando me miraba en espejo y pensaba que pronto tendría que seguir el camino dictado por el estado, pero sé que su mirada no era por el mismo motivo que la mía, sin embargo, me pregunto la razón de esta.

Liam parecía un buen chico y si bien todos en este país lo somos o eso se suponía, él tenía algo especial. No sabía qué, pero igualmente lo tenía, lo percibía con mi ojo crítico que he desarrollado al estudiar meticulosamente a las personas que me rodeaban, siempre me encontraba atenta a algún gesto que me indicara que esa persona podría compartir los mismos pensamientos que yo y hasta ahora no había tenido éxito, aunque tampoco lo noté con la señora Lydia.

Seguí analizando al chico musculoso que se encontraba a mi lado, estudiaba cada uno de sus gestos, muecas y palabras, sabía que algo en él era distinto al resto. Posiblemente podían ser sus ojos cafés, que eran prácticamente únicos, mas lo que acababa de hacer hace unos minutos atrás demostraba que tenía un comportamiento cotidiano de un hombre nayfuriano, ya que estos piensan que sus esposas son propiedad suya, ni siquiera nos conocíamos y estaba actuando como un animal marcando su territorio.

Después de todo, la misma sensación de enigma crecía en mi mente junto con una inquietud que no podía entender, no se trataba del hecho que pensara que le pertenecía, sino el hecho de que sea tan... tranquilo. Inspiraba la sensación de que no le interesaba siquiera la vida, no le importaba estar allí y estar haciendo lo que hacía, como si su comportamiento exaltado anterior no fuera del todo debido a mi charla con Eugene, sino que era una actitud característica de él. No se veía feliz, ni tampoco emocionado, se veía... normal pareciendo que el tenerme de pareja por el resto de su vida no le afectara en lo mínimo, pero no había que apartar el hecho de su mirada se decaía en algunos momentos, aquel cambio era tan fugaz que no podía validar si era real o no.

¿Eran cosas que mi mente estaba viendo sin estar allí en realidad?

Todo se convertía en una combinación de emociones y sentimientos, a veces había y otras veces no. Realmente parecía que esto para él que no le llegaba a importar, pero con la frase que dejó en el aire sobre que me entendía más de lo que yo pensaba, me hizo dar cuenta que la situación tenía más peso de lo que él deseaba demostrar. Noté sus ojos confundidos en varias ocasiones, algo tristes y un poco miedosos, era real y eso fortalecía la idea pasada.

2520 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora