A mi Querido Profesor.

Good bye, New York.

-Jane, de acuerdo te daré tus vacaciones, vas a hacernos falta, y lo sabes.

-¡Muchas gracias Señor!- dije entusiasmada.

Me di media vuelta y empece a caminar hacía la salida cuándo me preguntó:

- ¿Por cierto a donde vas a vacacionar?

Respondí:
- A ciudad Formosa, en Argentina.

Dijo con una cara de asombro:
- ¡Vas bastante lejos! Bueno te cuidas, te esperaremos.

Salí de su oficina contenta de que me habian dado mis vacaciones ya que creo que las tengo bien merecidas, pensé.

Al terminar mi largo y agotador día de trabajo, fui a tomar el metro cuándo estaba buscando un asiento escuche mi celular y conteste, era mi amiga:

- ¿Tienes planes para hoy en la noche?- dijo con emoción.

-¿Ahora ya no se le saluda a la gente?- respondí con un par de risas.

- Como sea, ¿si harás algo hoy?

-No, pero...

- ¡Perfecto, pasó por ti a las 7!. - y cortó la llamada sin dejarme hablar.

Cuándo llegue a mi casa decidí por darme una ducha, y luego alistarme ya que no sentía muchas ganas de alistarme opte por unos jeans azules, unos zapatos que suponian ser de encaje, junto a una blusa al cuerpo y sweter. Peine mi cabello y hoy si me tuve que maquillar ya que mi cara lucía no tan bien, tome un bolso que combinara y salí a esperar a mi amiga subí al auto y vi lo linda que andaba unas sandalias de plataforma negras con un vestido largo del mismo color y una coleta.

Le pregunte:
-¿Hoy donde vamos?

Respondió con una sonrisa en su rostro:
- Aún nuevo restaurant que abrieron acá cerca.

Llegamos al restaurant se veía lindo por fuera, solo que la decoración era un tanto exótica, cuándo nos ubicaron en una mesa y nos brindaron el menú noté que era comida peruana algo que me entusiasmo ya que nunca había provado la comida peruana opte pedir un ceviche para empezar, cuándo ordenamos le dije a mi amiga:

- Te quiero contar algo.

-¡Claro!. - respondió poniendo sus manos como si sostuvieran su cara y prestando mucha atención.

- Bueno, e pensado mucho las cosas y e decidido ir a Argentina, buscar a Antonio y hablar con él, sobre como fueron las cosas.

Solo me miro por un rato desvió su mirada y hasta luego de unos minutos me dijo:

- ¿Crees que sea buena idea? Hace poco estabas mal por el. -respondio con un tono negativo.

¿Era en serio? En un principio la idea fue de ella, lo decía como si yo tuviera quince años cuándo tengo treinta, su comentario solo logro enfadarme.

Dije enfadada:
- No puedes estar bromeando, esta fue tu idea en un principio, y aparte ya tome la desición y compre los boletos de avión.

- No te enfades, como tu amiga solo me preocupo por ti, pero si estas segura hazlo. - dijo en un tono tranquilizante.

Hubo un silencio durante un rato hasta que llego el camarero con nuestras ordenes y se retiró.

-Jane, te vas a enojar por que me preocupo por ti. - dijo enojada.

- No es el hecho de que te preocupes o no, sino que se supondría que debes apoyarme no, o al menos no actuar tan a la defensiva.

- De acuerdo, ¿necesitas que te lleve ese día al aeropuerto? -dijo con un tono amigable.