Julieta.

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- ¡Nicolás! Creo que deberíamos ir a otro lugar. - Dije con una voz nerviosa y temblando mi labio inferior.

Sabía que tenía que verlo era mi principal razón por la que yo estaba aquí, pero con Nicolás a mi lado no lo quería.

- ¿Que te pasa dulzura?. - respondió extrañado y poniendo su mano sobre la mía.

- Acabo de ver el menú y nada me a gustado, quiesiera ir a otro lugar donde la comida se me apetezca más. - dije intentando excusarme.

- ¿Estas segura?. - Pregunto intrigado.

- ¡Sí!. - Conteste con un tono mandón y tomandolo de la mano saliendo del local.

Poniendo sus manos grandes sobre mi rostro preguntó:

- ¿Sucede algo? De repente te comportaste extraña.

- No, no es nada, solo que en serio tengo hambre, y nada de ahí se me apetecia, ya sabes las hormonas de las chicas, creo que es señal de mi período. - dije excusandome de nuevo y sonriendo entre dientes.

- Bueno, linda te creo¿ y que te gustaría desayunar?. - dijo dandome un beso en la frente.

- ¡Quisiera unos huevos, un café!. - respondí tocandome el vientre.

Fuimos a otro restaurant que estaba cerca, luego de comer me llevo al hotel y el se fue a su departamento, para ser sincera me sentía muy atraída hacia a Nicolás, pero mi corazón seguía en Antonio, cuándo lo vi seguía siendo igual de guapo ni parecía de su edad, su barba y su bigote siempre bien hechos, se veía tan sexy atendiendo a los clientes.
¿Pero como haría para hablarle? Durante el día lo seguía pensando, hasta que se me ocurrió una solución, llamar a Sharon, y que ella me ayudará, la llame y contestó de inmediato:

- ¡Janeee!.- respondió con alegría.

- ¿Como esta todo allá?- pregunte para ser cortés.

-No me lo vas a creer, te cuento. El otro día Mike me escribió un mensaje diciendo: ¿Has hablado con Jane? Le respondí que si, y bueno le conté lo que me habías contado y ya que me siento sola sin ti aquí, le dije que si no me quería acompañar a un concierto de música en vivo, me dijo que sí, bueno el asunto es que ahora estamos saliendo.

En realidad me alegraba mucho con Sharon, ya que no era la mejor pero escoger buenos tipos, siempre le terminaban o rompiendo su corazón o solo dejandolé un lindo recuerdo de una noche, pero sabía que estaría bien con Mike, el era un buen tipo.

- ¿Jane? ¿Que me ibas a contar?- dijo dudosa.

- Le conté primero lo que sucedió con Nicolás.

- ¡Sabía que tenías una pequeña zorra allí dentro! - dijo riendo.

- Eso no es lo mejor, vi a Antonio estando con Nicolás, tiene una cafetería y fui a desayunar ahi y no pude hablarle, jamás con Nicolás al frente mío.

- No te lo puedo creer. - dijo Sharon sin poder decir nada durante unos minutos.

- Pero de igual forma necesito hablar con él, pero no tengo ni una puta idea de como hacerlo. - exclamé con un tono negativo.

- Y si visitas su cafetería y cuándo te atienda le hablas?. - Sugerió Sharon.

- ¡Grandiosa idea! Bueno hasta pronto amiga, te quiero. Me saludas Mike. - dijé respondiendo.

- ¡Hasta pronto! Yo también te quiero y si lo haré. - dijo cortando la llamada.

Al día siguiente me levanté temprano, me di un baño y me alisté para salir a caminar había quedado de encontrarme con Catalina y Claudia para el almuerzo, pero quería desayunar sola ya que en estos tres días que e estado acá no había podido recorrer un poco más de ciudad Formosa, me vestí con unos shorts blancos, una blusa que era estampada floreada y de nuevo mis zapatos de encaje con un bolso rosa y unas gafas de sol. De camino al centro de la cuidad vi una feria quisé deternerme ahí y caminar, cuándo caminaba por la feria iba tan concentrada viendo una bisutería artesanal que sin querer choque con un hombre cuándo alze la vista vi que tope con Antonio.

A mi Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora