Capítulo Cuarenta y Cinco.

1.8K 93 8
                                    

Jayden me mira confundido y Nicolás igual.

- Actúa rápido. - me digo a mi misma.

- Si quieres esperas a adentro. - le digo a Nicolás.

El sólo asiente.

Cierro la puerta luego que Nicolás entra, y Jayden me mira con confusión y un poco de enojo en su mirada.

- Creo que ahora he sido yo quien merece una explicación. - murmura con ese rostro seco que no me deja adivinar sus emociones.

Sabía que mentirle a Jayden podía ser un arma de doble filo, a como podía funcionar o él simplemente iba a averiguarlo.

- Ese es Nicolás. - murmuro y cruzó mis brazos.

Se queda mirándome por unos segundos.

- Si hubieras visto como le mirabas. - dice y da una risa sarcástica mirando al suelo.

- Te dije que hablaría con él sobre mi bebé, el merece saberlo al igual como mi bebé merece al menos saber que tiene un papá, cumplo mi deber como madre al decirle, el sabrá si se hace cargo o no. - murmuro citando un poco sus palabras de la vez pasada.

- Haz lo que te parezca mejor. - dice y camina al ascensor rascando la parte baja de su cuello.

- ¿Eso es todo?. - gritó por el pasillo. - Pensé que comprenderias pero sabes sigues siendo el mismo que sólo confía en sus absurdas teorías sobre todo. - digo en un tono de voz fuerte.

- Habla con él, luego tendremos tiempo para vosotros. - dice y entra al ascensor.

Camino dando pasos fuertes a mi departamento y tocó la puerta para que Nicolás abra lo cual hace enseguida.

- Gracias por esperar. -murmuro y luego cierro la puerta. - ¿Quieres té, café o jugo?. - murmuro mientas camino hacia la cocina.

- Un poco de jugo estaría bien. - murmura y se sienta en las sillas que están junto al mesón.

Saco dos vasos y sirvo jugo en ellos, Nicolás solo me observa, tomo asiento en una silla junto a el.

- Estamos aquí para que aclare tus dudas, así que estoy dispuesta a responder cada una de ellas. - murmuro y pasó una mano por mi vientre.

"Debes estar tranquila, es por el bebé." Es la frase que me digo a mi misma en mi mente.

Da un trago a su jugo y me mira.

- ¿Porque no me dijiste?. - es su primera pregunta.

- Dijiste que no querías verme nunca más, así que tome tu palabra, pero al final si pensaba decirte. - murmuro y luego doy un trago al jugo.

- ¿Cuando pensabas decirme?. - pregunta.

Su rostro era complejo, tenía un poco de nervios pero en sus palabras se escuchaba seguridad, sus ojos azules parecían cristalizar cuando me miraba y bajaba su vista a mi vientre.

- Cuando cumpliera los cinco meses y perdiera todo riesgo a un aborto espontáneo y supiera su sexo. - murmuro intentando tener la misma seguridad que él usa en usas palabras pero cada vez mi voz se quiebra un poco más.

- Tengo entendido que el bebé fue coincibido la última semana de agosto, ¿cada cuando ves al médico?. - dice y pasa una mano por su barbilla.

- La primera semana de todos los meses. - murmuro comienzo a pasar las manos por los muslos de mis piernas, ya que los nervios invaden mi cuerpo.

- ¿Porque estas nerviosa?. -pregunta Nicolás mirando como muevo mis manos.

- So- sólo, esto no es sobre mi es sobre el bebé. - murmuro y me levantó del asiento.

A mi Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora