A mi Querido Profesor.

¿Enamorada?

Ehh, soy Jane... ¿tu quién eres?.- pregunté a la mujer joven que me miraba extrañada.

Nicolás llego a la habitación donde estabamos y dijo:

- Jane veo que ya se conocen, Jane ella es Valentina, Valentina ella es Jane, es la mujer de la que te había hablado.

- Ah, mucho gusto. Me han hablado mucho de ti. - dijo mientras me saludaba amablemente.

- El gusto es mío, ¿como te han hablado mucho de mi?. - respondí con una leve sonrisa.

- Ya sabes, Nicolás me ha hablado sobre ti, por cierto soy su hermana. - dijo.

- Nicolás también me ha hablado sobre ti, pero olvido decir que eras tan linda. - dije.

Ya que realmente lo era, era alta tenía una figura curvilínea no era muy delgada como la mayoría de muchachas de su edad pero eso no le quitaba lo bonita, tenía el cabello largo le sobrepasaba la cintura y era apenas un poco ondulado, andaba un short negro, una blusa blanca corta junto a unas converse del mismo color, no utilizaba maquillaje creo que solo andaba apenas un poco de rimel sobre sus largas pestañas.
Era muy lo contrario de Nicolás, el era rubio, ojos claros, y alto en estatura promedio, sus ojos y cabello eran oscuros y era bastante alta.

- ¡Gracias! Tu igual eres muy bonita, veo que mi hermano a mejorado sus gustos. - dijo riendo.

- ¡Vale Valentina! A quedado claro.- dijo evitando la broma de Valentina.

- Disculpen, iré a vestirme. - dije con una pequeña sonrisa entre dientes mientras me retiraba de la habitación hacia la de Nicolás.

Escuche donde Nicolás reprendió a su hermana por el comentario que hizo, supongo que las ex novias de Nicolás no eran bonitas según Valentina, cosa que era extraña ya que él es guapo y tiene absolutamente todo lo que una mujer quisiera tener en un hombre.

Empece a buscar mi ropa, la cuál encontré después de una larga búsqueda ya que estaba esparcida por toda la habitación, me vestí y hice una trenza a un lado de mi cabello para disimular lo despeinado que estaba, cuándo volví a la habitación donde ellos se encontraban vi que Nicolás preparaba un desayuno mientras Valentina le contaba algo un tanto histérica.

- ¿No importa si me uno a la conversación?. - pregunte.

- ¡Claro!.- me respondió Valentina haciendo un lugar al asiento del lado de ella mientras Nicolás solo sonreía.

- No entiendo, como Papá le hace caso a Agatha, se que vivo bajo el mismo techo que ellos pero tengo veinticuatro años creo que puedo salir a tomarme algo con unos amigos sin tener que llegar a mi casa a las once. - dijo con un reproche.

- Corrección veintitrés.- dijo Nicolás riendo.

- ¿Hablas en serio? Solo faltan días no seas estúpido. - respondió Valentina mientras lo fulminaba con su mirada.

- ¿ Y porque mencionas a Agatha en todo ese lío de papá y tú?.- pregunta Nicolás.

- Porque sabemos como es papá, a él no le importa mientras no llegué ebria, pero al parecer a Agatha si le "preocupa".- dijo haciendo una mueca y haciendo comillas con sus dedos.

- ¿Como sabes si no le "preocupas"?.- dijo Nicolás imitando las comillas con los dedos de Valentina.

- Porque es notorio, ella lo hace por fastidiar, detesta si salgó, si llevo amigos a la casa, si me quedo a dormir en casa de alguna amiga, todo le molesta de mi. Y soy una adulta prácticamente, creo que tengo derecho a esas cosas, como cualquier chica de mi edad. - respondió haciendo un puchero.