Capítulo Treinta y siete.

1.6K 87 0
                                    

Pov Nicolás.

- Tranquilo yo sólo soy un conocido de Elisabetta. - murmuro al hombre.

No dice nada y sólo me golpea en el rostro.

- Maldita sea, ¿esta loco?. - digo tocando mi pómulo que al parecer a salido un poco de sangre.

Elisabetta le grita algo en Italiano y el sólo le grita y la hace para atrás empujando, me dirijo hacia él ya que esto no se quedara así y igual lo golpeó en la cara.

- ¡Nicolás detente!. - murmura Elisabetta tomándome por la cintura.

El hombre se limpia la sangre de la nariz y sale de la habitación tirando la puerta.

- Mira ese golpe, déjame ver como lo arreglo. - murmura Elisabetta dirigiéndose hacia el baño. - Siéntate. - Me dice mientras busca el botiquín de primeros auxilios.

Me siento en la cama y sigo tocando mi pómulo suavemente con mis dedos.

- Vamos a ver ese golpe. - murmura mientras toma un poco de algodón con alcohol.

- Maldita sea arde. - digo en gruñido.

- Es para desinfectar no seas niña. - dice Elisabetta frunciendo el ceño.

- Hazlo rápido. - murmuro en un jadeo que es de molestia.

***
Mañana siguiente.

Miro que me quedé dormido junto a Elisabetta, la miro dormir profundamente así que decido dejarla dormir y irme, ya que no me quiero encontrar con el tipo de anoche este golpe dolió demasiado como para soportar otro. Tomó mi celular de la mesa de noche y mis llaves, camino muy despacio hasta la puerta.

- ¿A donde vas?. - murmura Elisabetta de pie detrás mío.

- Como estabas dormida decidí dejarte dormir y irme. - murmuro excusandome y pasando una mano por mi nuca.

- Ya veo. - dice mientras hace su cabello hacia adelante. - ¿Vamos a desayunar juntos? ¿O tienes prisa?. - murmura mirándome como analizando cada gesto que haga.

- No, no tengo prisa. - murmuro poniendo mis llaves en los bolsillos de mi pantalón.

- Eso no parecía por la manera en la que salías. - dice y da una risa entre dientes. - Me daré una ducha rápida y vamos. - murmura mientras camina hacia el baño.








- ¿Porque no llevaste tu ropa al baño?. - preguntó mientras veo a Elisabetta saliendo del baño con una toalla que tiene un nudo muy suave sobre sus senos.

- Se me ha olvidado, no es obvio. - murmura mientras me fulmina con la mirada.

- Te creo. -murmuro y vuelvo mi vista al televisor.

Ella toma su ropa y camina al baño, en lo que va una blusa se le cae al suelo y se agacha a recogerla donde se levanta la toalla de suelta de un lado dejando a Elisabetta desnuda.

- ¡Maldita toalla!. - dice en un gruño mientras intenta tomar el otro borde de la toalla pero tiene toda su ropa en las manos y se le hace algo complicado. - ¡No mires!. - Me grita.

- No miro. - murmuro levantando mis manos como señal de que no la he visto.

- Supongo que has visto a miles de mujeres desnudas entonces me da igual. - dice enojada. - Toalla de mierda. - grita pateando la toalla y luego camina hacia el baño cubriendo sus partes íntimas con la ropa.

Me río ante lo que acaba de hacer.

- ¡No te rías, o te daré un golpe más fuerte que el que te a dado mi hermano!. - grita desde del baño.

A mi Querido Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora