La otra caja

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Subimos las escaleras hacia el segundo piso, me llevó hacia su cuarto.
Se fue hacia la cama, se agachó y sacó una caja negra.
-¿Qué hay dentro? -le pregunté.
-No sé, está cerrada y es imposible forzarla, al menos que yo sepa, primero probé con una palanca, la caja ni se inmutó, y me partió la palanca en dos, y era de las buenas, probé con una sierra eléctrica, pero me reventó la cuchilla, no me atreví con dinamita, lo último que intenté fue abrirla con un soplete, pero el fuego no le hacía ni cosquillas, y aquí está, riéndose de mí. Además, hay dos cerraduras aquí, esta llave, tiene la cerradura en forma de estaca, la encontré con las cartas de mi abuelo, y queda esta, con forma de crucifijo.
Se me iluminó la cara.
-¿Pesa mucho? -le pregunté.
-Como una normal, y está llena -me respondió.
Nos la llevamos de vuelta al salón, hicimos un hueco en la mesa.
Me quedé mirándolo, con una pequeña sonrisa, le mostré la llave, me miró igual.
Metimos las dos llaves, las giramos y escuchamos el movimiento de varios engranajes.
La parte de arriba se abrió, dejando al descubierto el interior.
Había varios diarios personales, cogí el primero, que decía:
DIARIO DE VIAJE DE IAN
(Primera parte)
-¿No era este otro? -dije señalando el otro diario.
-Esos eran de su vida antes de la aventura, y los otros libros, eran sus preferidos, espero no haberte defraudado.
-No, para nada, ¿te gustaría hacerte cargo de todos ellos?
-Me encantaría, pero, te pertenece el de tu abuelo.
-Yo ya me lo he leído, y te va hacer más falta, entonces, ¿quieres cazar al vampiro?
-Es lo que haría mi abuelo -le contesté, decidido.
-El vampiro sabrá que va a por ti, intentará matarte, pero no instantáneamente, te pondrá pruebas, cada una de mayor dificultad, ¿de verdad aceptas el reto?
-No hay otra opción, pero, ¿por dónde empiezo?
-La respuesta está en la primera página suelta en este libro -dijo enigmáticamente y señalando uno de mis libros- y antes de que te vayas, toma este otro, lo necesitarás.
Me despedí de él y volví a casa, por el camino, me sentí observado, cuando más cerca estaba, más cerca estaba de mí, me giraba muy rápido, pero no había nadie.
Al volver a casa, la camioneta ya no estaba, por lo que mi tío ya se la había llevado. Iba a sacar la llave, pero mi madre se adelantó.
-¿Y todos esos libros? -me preguntó.
-Me ayudarán para el trabajo -contesté.
-¿Tan grande es? -dijo impresionada.
-Psshh, hay de todo -dije mientras entraba.
Subí a mi cuarto, no había encontrado la caja, cogí los libros que no me hacían falta de momento y la caja debajo de la cama, mi madre nunca miraba debajo, además, yo me encargo de la limpieza de mí cuarto.
Abrí el libro y cogí la hoja suelta, no era del libro, tenía todas sus páginas, lo que me tranquilizó un poco.
Esa página estaba escrita en rumano antiguo, el que hablaba mi abuelo.
Primero empecé a leer y a traducir lo que sabía, había dado el rumano antiguo cuando era pequeño en clase de lengua.
Pude traducir sin problemas las frases en presente simple y en presente continuo; el libro que me había dado era un diccionario rumano antiguo - actual.
Tarde casi una hora en traducirla, una vez hecho, leí el mensaje.

VAMPIRO:1999Donde viven las historias. Descúbrelo ahora