Escapada

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En cuanto sonó la alarma, me pase un buen rato gritando y diciendo palabrotas en mi interior, después de todo lo que había hecho y pasado, venía alguien de visita, yo rezaba para que no fuera el jefe, pero ahora lo que importaba era salir pitando de ahí.
Me había escondido una pequeña pistola con silenciador para situaciones problemáticas, aunque no creía que fuera a hacer algo contra el blindaje de los guardias.
Cuando estaba casi en el ascensor, me encontré con el grupo, eran varios miembros del equipo obrero, su armamento y blindaje eran muy inferiores al de los guardias, ya que no estaban "diseñados" para el combate.
Había uno que solo tenía como arma un destornillador, y lo agarraba y golpeaba en al aire como si fuese un martillo.
Me armé de valor y avancé casi de frente disparando a los ghouls. Tras el pequeño enfrentamiento, subí en el ascensor, al ser muy sencillo, no tenía cierres de seguridad ni anulaciones ni cosas por el estilo, al subir, me estaban esperando los robots, ya había acabado su trabajo.
Los metí en la bolsa; saqué un gancho de la mochila para apuntar a la cristalera de la cúpula, mientras, se oían los pasos de varios equipos de soldados, por el ruido de los pasos, me esperaba un grupo pesado, de esos que podían matar con la mirada.
Con la fuerza de un camión, tiraron las puertas abajo sin inmutarse. Mientras subía, pude ver de reojo cómo apuntaban con sus ametralladoras pesadas, tuve suerte y pude escapar sin ser atrapado por la lluvia de balas, aunque varias me rozaron.
Arriba, fui recibido por un espectáculo de luces, con la intención de dejarme ciego, entre ellas, me apuntaba un helicóptero de combate.
Di la vuelta y empecé a huir de la ráfaga de disparos de ametralladora. Puedo asegurar que fue la carrera más difícil de mi vida, y las torretas centinelas no ayudaban mucho.
Tras salir vivo de milagro de las zonas de peligro, tenía que quitarme de encima al helicóptero, pero el piloto estaba dispuesto a ganarse el premio al empleado del año.
Era un enorme radar para los demás vehículos, así que traté de librarme de la influencia de los tanques tratando de permanecer en los tejados.
Los primeros en llegar fueron los Jeeps de reconocimiento, todos descapotables. La calle por la que avanzaba se iba terminando, al llegar a la última casa, frené en seco y me agarré al borde del tejado, pude engañar al helicóptero y se pasó un par de casas hasta que dio la vuelta.
Mientras iba bajando con la esperanza de enconderme en alguna casa, un Jeep solitario iba a pasar a mi lado, salté al Jeep, cuando el piloto me vio, sacó una pistola con la intención de dispararme, pude quitársela de las manos con una patada y ataqué con un tiro en la cabeza.
Ocupé su lugar en el Jeep y pisé a fondo el acelerador.
Ahora era un blanco más grande, pero era más rápido, al tomar una recta, miré en la parte trasera y encontré algo que me vino de perlas; un lanzagranadas.
El helicóptero volaba demasiado rápido y no podía darle, pero me sirvió para quitarme de encima a todos los refuerzos terrestres, sustrayendo los tanques.
Sin embargo, me costaba estar atento a la carretera, a la vez que esquivaba los disparos del helicóptero, apuntaba, disparaba, recargaba, vigilaba las posibles rutas de ataque, y encima de noche.
Sin duda, me hubiera encantado que Razvan estuviera aquí para ayudarme, es su parte favorita de este trabajo.
Después de librarme de casi toda la "troupe", el helicóptero comenzó a ir más despacio, hasta que se retiró, probablemente se estuviera quedando sin gasolina y tuviera que repostar.
Conseguí meterme en un callejón con salida para despistar al resto, tras hacerlo, me relajé un poco y seguí adelante.
Al poco rato comencé a escuchar el ruido de un gran vehículo dirigéndose hacia a mí a toda velocidad.
Antes de que pudiera darme cuenta, ya me había embestido un camión de transporte blindado y ya me estaba llevando por delante, sin posibilidad de liberarme. El Jeep iba a volcar, me apresuré y salté al camión, el conductor pegó un frenazo que me hizo resbalar, aunque pude agarrarme al capó, me acerqué hacia la puerta, rompí el cristal, acabé con el ghoul y entré ocupando su lugar.
Un nuevo grupo de Jeeps me encontró, esta vez con hombres mejor preparados, a lo lejos podía ver volver al helicóptero.
El camión fue una gran mejora, aunque era más lento, era más resistente y de una simple embestida mandaba a tomar viento a los Jeeps.
Registré la guantera y, aparte de encontrar varios papeles arrugados y la documentación, municiones variadas y un par de granadas.
Cuando el helicóptero se acercó lo suficiente a mí, abrí una granada y la lancé lo más cerca que pude al helicóptero; tenía la fe de que lo destruyera, pero solo le rompió un cristal de la delantera y varios daños sin importancia, aparte, también perdió el equilibrio por un par de segundos.
Siguiendo con la persecución, trataron de ponerme un bloqueo, sin resultados, ya que el camión los destrozaba como si fueran latas de sardinas, probaron a recapturar el camión, varios soldados saltaron desde los vehículos a los laterales, en ese caso, yo me apegaba a la pared, y ya saltaban o morían en el intento.
Al cabo de unos minutos, ya solo quedaba yo y el helicóptero, no sabía qué hacer, pues se mantenía a una distancia muy superior de la mía, y no paraba de atacar a mi vehículo.
Cuando el camión estaba para el arrastre, me encontré con un párking de pisos, me desvié y me metí en él, tenía una idea muy loca, estilo Razvan, cuando subí a la azotea, ahí me esperaba el helicóptero, sabía que era capaz de saltar y estrellar el camión contra él, así que mejore mi táctica.
Cuando el camión iba a caer, me puse en el tejado con la última granada, salté al helicóptero tirándole la granada al cristal roto mientras le enseñaba el dedo corazón al piloto, justo cuando aterrizaba en la azotea de enfrente, la granada ya había surtido efecto, y el helicóptero ya estaba cayendo, cuando explotó, me dejé caer contra la pared, todo esto había acabado, tenía los planos y la bola, y le había quitado personal a la base.
Si alguna vez necesitáis un doble de acción, no dudéis en llamarme.

VAMPIRO:1999Donde viven las historias. Descúbrelo ahora