A la mañana siguiente, me cambié un poco el peinado, Razvan y yo desayunamos una piezas de fruta para tener energía y practicamos durante un rato.
Salimos en dirección al club, las calles estaban desérticas, a excepción de algunos transeúntes que iban a trabajar, algunos andando y alguno que otro en coche, también vimos cruzar un autobús escolar.
A pocas manzanas de llegar, lo único que escuchaba eran mis pasos, Razvan empezó a hablarme para matar el tiempo.
¿Crees que nos habrán quitado el coche? -preguntó en un tono preocupante.
-Esperemos que no -respondí- tenemos ahí un tesoro debajo de la manta de detrás.
Y no sé cómo, pero volvimos a ver si estaba a salvo nuestro coche, Razvan se alegró de que estuviera ahí, más que cuando le regalaron una consola de videojuegos.
Lo primero que quería hacer era quitar la manta, pero se lo impedí.
-Venga tío -me dijo Razvan- tú también quieres saber que hay de bajo.
-La sorpresa será mejor si la quitamos cuando tengamos que quitarla -le respondí.
-¿Y si es... no sé, antidepresivos?
-¿En serio Razvan? -le respondí cambiando el tono- ¿de qué nos iba a servir? Además, abulta demasiado.
Nos llevamos el coche por si sucedía lo inevitable, lo dejamos al lado del callejón.
Nos bajamos y buscamos al hombre del traje que nos cacheó antes, lo encontramos a punto de entrar en el club.
-Pensaba que no vendríais -nos dijo el hombre que nos cacheó acercándose hacia nosotros.
Después de que nos cacheara, entramos al club y nos registramos, pero no nos pidió los nombres, a eso le dolió a Razvan, ya que creía que el suyo iba a arrasar, a mí me dió igual.
Estuvimos esperando en un banquillo a nuestro turno, íbamos a pelear así: Razvan era mi apoyo para las peleas de cuatro, se permite cualquier cosa, ya sea patadas, cabezazos y hasta partir extremidades, gana aquel que deje k.o al rival o lo mate.
Para que os imaginéis un poco las cosas, es como ña WWE pero ilegal y cutre, con un ring lleno de sudor, una razón más para no caer.
Yo estaba esperando tranquilamente, mientras razvan se hacía una cresta de gallo con un cristal de botella. Por fin, llegó mi turno, el hombre del traje se acercó hacia nosotros y me dijo que me metiera en "la jaula", que por cierto, no estaba vallada por arriba.
Iba camino al ring, rodeado de gente que no paraba de gritar y animar, con focos alumbrándole y siguiendo mis pasos, acompañado por dos agentes del club.
Si te has creído eso, es que no conoces el club de Constantin; un montón de tíos fumando y bebiendo, una bombilla alumbrado en medio del ring y seguido de un tío que necesitaba dos duchas; una para él y otra para el traje.
Cuando entré y cerraron la jaula, Razvan se puso detrás de las rejas a hablarme.
-Venga tío, párteles la cara a estos drogadictos y nos forramos -dijo confiado mientras me daba ánimos.
Mi primer rival era un tío que estaba en los huesos, pero súper motivado.
Antes de que tocaran la campana, que por cierto era un Constantin dando un manotazo en una mesa que tenía a un lado, el rival esnifó un polvo blanco, y empezó a gritar y a golpear como un loco, cuando tocaron la "campana".
Iba chillando directo a mí, pero con un golpe seco y directo acabó en el suelo.
Y así obtuve mi primera victoria.
Mi segundo rival era de musculatura normal, a pesar de ser más fuerte, no quitaba que fuera igual de tonto que el anterior, solo tuve que moverme un poco más y lo dejé k.o en unos minutos.
-¡TÍÍÍOS! -dijo Constantin por micrófono- ¡EL NOVATO LO ESTÁ CLAVANDO! NORMALMENTE NO DURAN TANTO...
-Ni va a durar...
-A VER, ¿QUIÉN COÑO ME HA INTERRUMPIDO? -dijo Constantin mirando a todos los lados.
Varias partes del suelo se derrumbaron y empezaron a salir ghouls que atacaban a los espectadores, a los guardias no les dieron tiempo a reaccionar.
Por detrás de Constantin salió nuestro vampiro, que lo mató estampándole contra la pared, ocupó su sillón.
Razvan ya no estaba al lado mío.
-Humanos y ghouls -dijo el vampiro cogiendo el micrófono- hoy tenemos un evento muy especial, el señor Bunin peleará contra mis mejores luchadores a muerte, y recordemos, que sin armas y en un espacio reducido, sus posibilidades son muy pequeñas.
Saqué la navaja que tenía escondida.
-Bueno, a lo mejor pequeñas -dijo de nuevo rectificando.
Entonces mostró a varios ghouls con armas blancas y algunas corazas, el público, ahora ghoul, animaba en un idioma extraño.
Admito haber pasado miedo.
-Joder Razvan -me dije a mí mismo- ¿dónde estás?
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VAMPIRO:1999
VampireNikolay Bunin, un periodista rumano, descubre en una caja las cartas que escribió su abuelo, en ella, cuenta que un sucesor de Drácula destruirá el mundo este mismo año, junto a sus amigos Razvan y Gheorghe, tendrán que destruir al vampiro, pero no...