VAMPIRO:1999

Buscados

Nos despedimos del jefe y apagamos la tele, en esos momentos, sentía un odio extremo, miedo y ganas de llorar. Razvan parecía a estar acostumbrado, normal, no era la primera vez que le buscaba la policía, fue de pequeño, por robar un paquete de gominolas, me dijo que no se dio cuenta de que lo metió en su bolsillo. Al principio, no le creí, pero después de lo mal que lo pasó, cambié de opinión, bueno, esto es otra historia.
Ahora tocaba la parte más horrible, contarle la situación a mis padres, Razvan no tenía ese problema. Me acompañó a las afueras del lugar, quería un poco de intimidad, y no me importaba tener a Razvan conmigo. No sabía a quién llamar primero, Razvan me dijo que a mi padre, porque él sabía como era y que nunca haría nada así.
-Papá, ¿estás ahí? -pregunté un poco aterrado.
No se escuchó nada, pero estaba seguro de que estaba al otro lado de la línea.
-Sé que has visto la tele, puedo explicártelo.
Siguió sin contestar.
-Te puedo jurar por mi vida que no he matado a ninguna persona, (los vampiros no cuentan, esto no se lo dije) no sé cómo explicártelo, es por un artículo que publiqué hace poco tiempo, no se si lo vistes, eran los dos ladrones que robaron esa caja del museo, los apodaron "las momias ladronas" en fin, estoy convencido de que fueron ellos.
Hubo un largo silencio.
Por favor -seguí- tienes que creerme, sabes que nunca haría eso.
-Hijo, desde que ví la noticia, sabía que tenía que ser falsa, no puedo verte, pero puedo ver tus sentimientos, sé que estás llorando, no te preocupes, por la forma en la que has hablado, sé que a tu madre no se lo has contado, pero la poli no te va a creer, no es típico de mí decir esto pero... Búscate algún amigo y escóndete, yo trataré de hacer lo que pueda, todo se resolverá, y no te preocupéis de mamá, yo me encargo.
Ahora lloraba de felicidad.
-Lo mínimo que puedo hacer es darte las gracias -contesté- eres un gran padre.
No me dijo nada, pero sabía que estaba orgulloso de haber hablado con él nada más enterarse de lo ocurrido.
Estuve en la base dos días sin hacer nada, nuestro compañero "devolvió" la ambulancia y la "cambió" por una ranchera de color dorado. La ranchera la usaban ghouls se incógnito, la trajo perfecta, quitando los bonitos impactos de balas de los cristales. Mientras le hacía algunas modificaciones, seguí con los cuadernillos que tenía casi olvidados, leí técnicas de combate y cosas relacionadas, no sé que hizo Razvan, pero se iba y volvía a la base con unas latas de pintura que se usan para hacer grafitis.
Al tercer día de mí estancia en total, nuestro compañero nos reunió a Razvan y a mí.
-Nikolay, usted tiene un familiar llamado Constantin, ¿no es así?
Hice memoria.
-No me acuerdo mucho de él, ¿usted como lo sabe?
-La base de inteligencia de nuestra organización me ha proporcionado los datos necesarios, ¿a qué cree que se dedica?
-Seguro que no es caza vampiros -respondí.
-Dirige un club de lucha ilegal a unos cientos de kilómetros de aquí, sus reglas son simples, apuestas por alguien como en la de los caballos, pero si quieres participar, te llevas un porcentaje de las apuestas hacia usted si gana, han muerto varios luchadores ahí dentro, nuestra agencia sospecha de que sea él nuestro objetivo, para el viaje usarán la ranchera.
-¿Qué cosas le has instalado? -preguntó Razvan.
-No he hecho casi nada que haya tenido que instalar, he escondido armas dentro del coche, por ejemplo, en la guantera hay una pistola, debajo de las alfombrillas hay un machete...
Después de comer algo y de marcarnos la ubicación, nos montamos, nos echamos a suertes el volante, le tocó a Razvan.
-Por cierto -pregunté- ¿por qué la organización no lo investiga personalmente?
-Esta caza no es suya, y no hemos pedido ayuda.
Cuando íbamos a irnos, me fijé que en la parte trasera, había un bulto cubrido por la moqueta.
-¿Qué hay debajo? -pregunté.
-La guinda del pastel -respondió- Razvan, le va a encantar lo que hay debajo, pero es mejor usarlo solo en caso de emergencia.