Reunión

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Al examinar más detenidamente el garaje, detecté elementos que no había visto antes, como un sillón viejo que estaba en una esquina, o una estantería dedicada a los repuestos de coche.
Mientras mi padre se relajaba, Razvan se dedicaba a curiosear en las demás cajas, cuando estaba en una punta tratando de bajar una caja que parecía muy pesada, me acerqué a hablar con él.
Cuando iba a hablar, recibí una llamada de nuestro amigo el cazador, nos salimos afuera para no molestar a mi padre.
-Compañeros, espero que no les llame en un mal momento -dijo en un tono un poco tímido.
-Para nada -contesté- no sabíamos qué hacer.
-Necesito que vengan a nuestro refugio, necesito conocer e informar al maestro de nuestros progresos, ¿les parecería un buen sitio el aparcamiento que está situado al lado de unas oficinas PYME? No sé si saben a cuál me refiero, perdonen por expresarme tan mal.
Lo sabíamos perfectamente, era donde aparcamos la furgoneta.
-Ahí estaremos -contesté- cortando.
Lo primero que hicimos fue informar a mi padre, qué íbamos a salir a conseguir algo para comer, y que seguramente tardemos un buen rato.
Le pareció bien, pero me hizo prometerle que le llamaría cada pocas horas.
Con la gorra y chaqueta de policía aún puestos, pasamos siguiendo la ruta anterior, pero evitando pasar por la zona de apartamentos donde mi padre derribó a los tres polis, no me transmitía buenas sensaciones.
Cuando llegamos al parking, en menos de un minuto apareció un todoterreno de la policía que paró ante nosotros, tratábamos de parecer tranquilos, pero por dentro estábamos a punto de hechar a correr.
Del asiento del piloto se bajó nuestro compañero, riéndose de nuestras caras, vestido con un atuendo de policía, lo reconocimos por su distorsionador de voz.
Parecen maniquíes -dijo nuestro compañero- se nota que estaban a punto de darles un infarto.
-Hay que ver, ¿ya os habéis olvidado de mí? -dijo una voz que me resultaba familiar bajando del copiloto.
Era Gheorghe, ya casi no me acordaba de él.
-Por un lado me alegro de veros -intervino Razvan- pero por otro lado sois unos cabrones, me habíais cortado la respiración.
Dentro del vehículo, empezamos a hacerle preguntas a Gheorghe:
-Gheorghe, ¿cómo te ha "cazado" nuestro amigo? -pregunté.
-Perdone que interrumpa -intervino nuestro compañero, que llevaba esta vez un pasamontañas, nada raro, ya que se usaban para que los criminales no pudieran conocer la identidad de los policías- pero teniendo en cuenta mi oficio y la palabra "cazado" le ha salido una buena frase.
Gheorghe se rió un poco y me contestó.
-Al principio me parecía un delincuente, luego me dijo que os conocía, que no érais los únicos cazavampiros y que su equipo le necesitaba debido a mis conocimientos sobre este tema.
-Tenemos nuestros contactos -volvió a intervenir nuestro compañero.
Cuando llegamos a nuestra base, nuestro compañero le hizo el tour que nos hizo a Gheorghe, a nosotros nos duró unos pocos minutos, pero Gheorghe quería saber más sobre sus tecnologías y avances científicos.
Después de un rato, nuestro compañero paró de explicarle cosas ya que estaba muy mal visto hacerle esperar a un superior, especialmente al maestro.
Hicimos el mismo proceso, cuando apareció el jefe, oculto en una sombre como la última vez, le presentamos a nuestro compañero y le empezamos a contar nuestra misión.
Le contamos todo y con muchísimos detalles, (excepto cuando Razvan condujo, tampoco le contamos nuestra "aventura" en el hipermercado)
Cuando ya estábamos a punto de acabar, ocurrió algo que no me esperaba.
-Y entonces, le tiré un huevo que se me había metido en el bolsillo, le explotó en la cara y antes de irse, me dijo: ¡serás cabrón!
-¿QUÉ? -dijero a la vez mi compañero y el maestro.
-Que me dijo: ¡serás cabrón! ¿pasa algo? -preguntó Razvan nervioso.
-Usted, avise inmediatamente a todo el equipo disponible, esto hay que escucharlo en directo -dijo el maestro dirigiéndose a uno que estaba fuera de la cámara.
Cuando llegaron, el maestro le pidió a Razvan que lo repitiera, hubo comentarios de todo tipo.
-¿Qué pasa? -pregunté.
-Estamos antes un problema muy alarmante -dijo nuestro compañero- lo primero, no os ha tratado de usted.
-Cualquiera se puede equivocar, ¿no? -pregunté.
-¡PERO LO MÁS IMPACTANTE ES QUE LE HAYA INSULTADO! -respondió el maestro.
-Insultar, y más alguien de la realeza, es pecado mortal -dijo mi compañero- es como un musulmán, no puede comer carne de cerdo, su religión no se lo permite.
-Entonces él no es nuestro objetivo -dijo el maestro.
-¿Pueden explicarme lo que está pasando? -preguntó Razvan a punto de estallar por los nervios.
-Sólo puede haber un líder vampiro en esta caza, estoy diciendo que no es el vampiro original -respondió nuestro compañero.
-Y por lo tanto... ese vampiro seguramente haya matado al original, estamos ante alguien que no obedece a la realeza, que podría ser más fuerte que ellos.
-Agentes, declarad esta situación de máxima emergencia.

VAMPIRO:1999Donde viven las historias. Descúbrelo ahora