Jugando con fuego

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Y el día llegó, de nuevo, tuve que ponerme el traje del entierro, de la chaqueta, adivina, de vuelta a mi armario, supongo que tendré que vivir con eso o hasta que la lave.
Pensaba que iríamos en nuestro coche, pero no, vino a recogernos su madre en su Ford Fiesta de un color azulado.
Íré al grano, en la iglesia, llegó ella con su novio que no conozco en un Chevrolet "vintage" descapotable, veinte minutos hablando con cada una de las señoras, la boda de dos horas, no presté mucha atención, estaba más preocupado en si iba a tener que usar la ballesta, y luego, al "Nunta Hall Fangs" se trata de un salón de bodas para gente que tiene dinero,
Corina no es rica, pero se gastó los años de casi diez años para la boda, lo cual yo considero un poco estúpido.
El salón es bastante grande, de color blanco y parece una mansión moderna, ventanas y pisos rectangulares y techo plano, dividido en tres partes desiguales, la de la derecha, tiene unas escaleras que llevan hacia arriba, donde se puede ver perfectamente el lugar, desde ahí también puedes ver una piscina llena, pero no creo que la usasen en ninguna boda, en medio, antes de entrar a cualquiera de las partes, hay una fuente de piedra con varios delfines, el recinto está rodeado por un muro acompañado de matorrales.
Por culpa de un atasco, fuimos los últimos en llegar, y el aparcamiento estaba lleno, suerte que teníamos un sitio reservado.
Llegamos justo a tiempo para el banquete, que era en la sala de la izquierda, había de todo tipo de gastronomía rumana, me sería muy largo decírtelas todas, pero no faltaba ningún tipo de ciorbâ.
No había desayunado mucho, por lo que tengo que admitir que comí un poco desesperado.
Después de comer, los dueños del salón abrieron la sala de la derecha, y la más pequeña, que era un museo donde ponían todas las personas que se habían casado, en la parte del final había una zona de "muestras gratis" donde podías comprar el producto si te gustaba.
Esto era una parte de la sala en total, las otras eran privadas, pertenecientes al personal.
El evento final del día fue el baile en la sala central, los primeros en entrar fueron Corina y su esposo, que por cierto, se llamaba Costache.
Los cinco primeros minutos tenían la pista para ellos solos, supongo que querían presumir de su forma de bailar, pero a mí me pareció uno normal.
La música se paró de repente.
Hubo una gran explosión.
Me veía volando por los aire, antes de impactar, una niebla lo tapó todo.
Desperté en la iglesia, iba a empezar la boda de nuevo, al verlo más detenidamente me quedé de piedra.
El Cristo que había en la cruz de en medio había sido sustituido, ahora estaba yo.
Todos los asistentes tenían la misma fría, no veía a mi madre.
El maletín no estaba conmigo, y eso que lo había llevado siempre en mi mano.
Los novios entraban, el cura iba detrás, solo, que está vez, era Drácula.
Todas las imágenes de la iglesia me representaba siendo torturado de distintas maneras.
Cuando se reunieron los novios, dirigieron la mirada hacia mí, todos los hicieron, empezaron a acercarse hacia mí.
Estaba petrificado.
Me tiraron al suelo y me cubrieron con las manos la cara.
Desperté de nuevo en el salón de bodas, la sala de en medio estaba destruida, al parecer, el causante de la explosión era la sala de caleras, que estaba debajo de la pista.
Era distinto, el cielo era de color rojo, había cadáveres por todas partes, y yo, sin mi ballesta.
Ahí tenía delante a "Corina", llevaba el pelo y las manos ardiendo, el combate ahora era con fuego.
Acompañada de otros invitados, que se movían como marionetas, de la cabeza le salía también fuego, pero en una llama mayor.
Empezaron a avanzar hacia mi posición, no tenía armas, me fui corriendo a la sala del banquete, con la esperanza de encontrar algo que me sirviera, me acordé del cuadernillo, podía cargarme a los invitados con un arma normal.
Me vinieron a la cabeza sillas, hachas y extintores.
No había ningún hacha o extintor en la zona, así que empecé a buscar por toda la zona.
En la mesa de los novios encontré la espada con la que cortaron la tarta.
Los invitados poseídos entraron, eran más de los que había visto, al parecer, el vapiro quería ver cómo me las apañaba.
El primero que me cargué vino corriendo, y no supe dónde atacar, me acordé de cuando jugaba en los recreativos con Razvan a su juego preferido; el SUPER ZOMBIE KILLER IV.
Básicamente trataba de un soldado que iba con una katana cortando y destripando zombis sin parar.
Recordé sus ataques, cuando se acercó, di una patada para frenarlo, seguido de un corte en el cuello.
Los demás vinieron en grupos, los atacaba sin parar demoverme hacia atrás.
Una vez que casi todos estaban muerto, empecé a disfrutar la situación, se me había ido el miedo, y parecía que había nacido con una espada bajo el brazo, aunque parecía un poco tonto con una espada que ponía "Recuerdo de la boda de Costache y Corina"
El resto venía de uno en uno, sin problemas para mí, pero el vampiro se cansó y se los cargó personalmente.
Empezó a disparar hacia mí bolas de fuego que no tardaban ni un segundo en llegar hacia mí, salí de ahí sin parar de correr, me metí en la del museo, me iba pisando los talones, arranqué la puerta con una mesa, pero no tuvo problemas para entrar, ya que hizo una brecha en la pred.
La única puerta que había dentro era la de privado, afortunadamente sin candado.
La puerta me llevó hasta un pasillo con varios cuartos trasteros a los lados. Pero en la pared había un extintor y me vino una idea.
Cuando "Corina" entró, le rocié con el extintor, si apagaba sus llamas, tal vez pdría matarla.
Pero eso solo consiguió cabrearlo más, necesitaba más agua
Aprovechando la confusión, corrí hacia el final del pasillo, "Corina" comenzó a hacer una gran bola de fuego, justo cuando me iba a dar, me tiré al suelo esquivándola.
Desde ahí podía ver el Chevrolet de los novios, era el único que estaba dentro del Nunta Hall Fangs, ya que los demás estaban en el parking, situado afuera.
Me vino a la cabeza una idea, una idea muy loca.
Tenía que llegar de nuevo abajo, empecé a buscar una salida entrando en todas las demás habitaciones.
Llegué a la última, que era un almacén, y era también un camino sin salida.
Busqué un objeto para bajar y una zona a la que agarrarla, en pocos segundos, encontré una cuerda; la até a un gancho que había para colgar jamones, no iba a aguantar mi peso, pero podía bajar.
Sin pensármelo, salté hacia la ventana, rompiendo el cristal, en efecto, no aguantó mi peso, pero aterricé casi sin problemas.
Empecé a poner en marcha mi plan, las llaves del coche las tenía que tener el novio
Busqué entre los cadáveres, acabé encontrándolo cerca de la sala del banquete.
Las cogí y me dirigía al coche, estaba a punto de hacer una locura, pero era lo único que me quedaba en mente para vencerlo.
Arranqué, empecé a moverme hacia "Corina" evitando sus ataques.
La atropellé asegurándome que se quedaba en el parachoques, subí las escaleras de la sala del museo sin quitar el pié del acelerador.
El coche salió volando por los aires, había calculado bien, aterrizamos de lleno en la piscina.
Salí de la piscina viendo cómo el vampiro se "achicharraba"
De nuevo, había ganado, tengo que darle las gracias a Razvan por haberme llevado tanto a los recreativos.

VAMPIRO:1999Donde viven las historias. Descúbrelo ahora