Lo primero que hicieron los ghouls fué descojonarse de risa, entonces, Razvan se acercó al que más cerca tenía y me encasquetó una barra en la cabeza.
¡PRIMER CLIENTE DEL DÍA! -dijo realizando la acción dicha anteriormente.
La barra era más dura de lo que creía, saltó un gran chorro de sangre que lo debió de matar al instante.
Con la tontería que tenían nos cargamos a cinco o seis más. Los que venían después frenaron bruscamente al no esperarse este tipo de situación. El vampiro apareció de la nada en uno de los laterales del fondo, con la única función de actuar como espectador.
Los ghouls que se frenaron antes reanudaron el ataque, ahora no podíamos atacar de forma individual ni arrinconarnos, por suerte, yo ya tenía imaginado una situación parecida.
-Razvan, modo bailarina -dije preparándome para el movimiento.
Al principio, Razvan no me comprendió, pero al ver que hacía el típico giro de los bailarines, lo pilló al instante, cosa que hizo casi mejor que yo.
Las alteraciones de resistencia y fuerza del lugar nos iban de perlas, para que te hagas una idea de la fuerza, es como si un forzudo te golpeara con una maza.
Íbamos haciendo giros haciendo retroceder al enemigo, en realidad, no nos salían giros perfectos, sino de 180 grados aproximadamente.
El vampiro les hizo unas señas en plan: "¿¡Qué hacéis, pedazo de inútiles!?".
Los del grupo de atrás pillaron lo primero que vieron, nos lanzaban carne en lata; (fractura si iba a la cabeza) otros quisieron usar cuchillos, pero la mayoría se fueron a los del "plástico infernal" ya sabéis, esos que para abrirlos necesitas unas tijeras, ví a uno que se rompió el pulgar tratando de abrirlo. Incluso uno nos quiso atacar con una bolsa de patatas Lays.
Las barras de pan nos duraron bastante, al partirse, salimos corriendo y nos dividimos; Razvan se fue a la pescadería y yo a la zona de jamones.
De vuelta a la acción, estábamos machacando a los ghouls con un jamón y un excelente ejemplar de salmón noruego.
El vampiro nos seguía a distancia, a pesar de que era una mezcla entre sombra y niebla, podía ver la cara extrañeza que tenía, la verdad, yo tampoco me imaginaba esto.
¡SALMÓN "NURUEGO" A MITAD DE PRECIO! ¡OFERTA ÚNICA! -dijo Razvan simulando los gritos que daban los pescaderos que venían siempre el día del mercadillo.
Yo también me animé y le seguí la corriente.
-¡Y NO SE OLVIDEN DE JAMÓN ESPAÑOL CURADO DE GRAN CALIDAD! -dije mientras les estampaba el jamón a los ghouls.
No me había salido tan gracioso como el de Razvan, pero en esas cosas, es un campo en el que difícilmente le puedes superar.
Cuando el jamón tenía más sesos que carne, lo dejé y nos fuimos a otra sección, Razvan me siguió con lo que quedaba de salmón.
Ahora Razvan se fue a la sección de videojuegos, yo a la de música.
Ahora Razvan les fracturaba el cráneo con una PlayStation, cada ostia que daba, nombraba un videojuego.
-GRAN TURISMO, METAL GEAR SOLID, POR CIERTO, ESTOS LOS TENGO EN MI CASA, Y SON MIS NENES GUAPOS -dijo mientras seguía trabajando.
Ahora me tocaba a mí, con un amplificador, y otros radiocassetes, iba diciendo los nombres de las compañías.
-PHILLIPS, SONY, BUENO, NO ES TAN INTERESANTE COMO LO DE RAZVAN, PERO AÚN ASÍ DIVIERTE.
Nuestro tour continuó y el vampiro no paraba de darse golpes contra la cabeza, los estábamos dejando en ridículo.
Ahora nos metimos en la sección de deportes.
Razvan cogía los discos de pesas más pequeños y los lanzaba posicionándose como el Discóbolo de Mirón.
Yo iba con un bate de béisbol, cada vez que lanzaba una cabeza al techo, gritaba "Home run".
Nuestra última parada fue la sección de herramientas, tenía planeado algo grande, así que antes me llevé una máscara de hockey.
Entre los últimos ghouls que quedaban se encontraban mis adversarios del club. Le dí a Razvan la máscara y busqué una motosierra.
Cuando la vió, se puso más contento que un niño en una tienda de caramelos.
Así que, en la última parte, este era el escenario: Razvan persiguiendo a los ghouls mientras que yo variaba mis armas, primero los atropellé con una hormigonera, después con las herramientas típicas de los carpinteros.
Creo que ese fue el día de mi cacería en el que más me divertí.
Cuando acabamos con ellos, buscamos la salida, mientras pasábamos por la verdulería, nos encontramos al vampiro de frente.
-No saben cuánto les odio -nos dijo- está ha sido la última batalla que ganen, el tiempo se agota y mi conquista será imposible de frenar.
Mientras daba el discurso, Razvan apretaba algo con las manos, que luego le tiró al vampiro, era un huevo, al parecer, se le había metido en el bolsillo de la sudadera cuando se resbaló.
Al tirárselo, le dió en toda la cara.
¡Serás cabrón! -respondió mientras se quitaba la yema.
Antes de irse, nos lanzó un gesto de odio y se esfumó.
Todo volvió como antes.
Cuando nos íbamos a ir, que por cierto, éramos súper fáciles de identificar, Razvan me hizo una pregunta:
-¿Cómo crees que habría sido en un IKEA?
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VAMPIRO:1999
VampireNikolay Bunin, un periodista rumano, descubre en una caja las cartas que escribió su abuelo, en ella, cuenta que un sucesor de Drácula destruirá el mundo este mismo año, junto a sus amigos Razvan y Gheorghe, tendrán que destruir al vampiro, pero no...