Ayuda blindada

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Sentíamos diez pares de rifles apuntándonos, Razvan me susurró una posible solución:
-¿Y si nos tiramos detrás de las paredes dentro del museo, y los dormimos?
-Eso no va a funcionar -le respondí susurrando- sus blindajes detendrán las balas, y no vamos a matar a ningún civil por las armas de fuegor nunca lo hemos hecho y no lo haremos ahora.
-¿Y si son como los otros, ghouls?
-¿Te vas a arriesgar?
-¡TIREN LAS ARMAS! ¡AL SUELO Y BRAZOS EN CRUZ! -dijo un policía con un
megáfono.
-Se lo...podríamos explicar -dijo Razvan nervioso.
-¿Y qué le contamos? ¿Que necesitamos la caja para salvar el mundo, y que esos guardias eran ghouls? -le dije mosqueado.
-¡ÚLTIMO AVISO, TIREN LAS ARMAS! -nos dijo el policía de antes.
Empezamos a escuchar un vehículo acercándose hacia nosotros, se trataba de un furgón blindado negro.
-Genial, más refuerzos -dijo Razvan desanimado.
-No, tiene algo distinto -dije extrañado.
El furgón embistió el bloqueo policial de la izquierda, y dió un derrape a la derecha de 240 grados, abriéndonos las puertas traseras.
La policía empezó a dispararles, por instinto, no subimos cagando leches adentro, el conductor cerró las puertas con un botón de la guantera.
Salió por el bloqueo de la derecha.
Razvan se asomó por una ventana.
-Con el choque, han quedado los coches hechos una mierda, esos no los reparan ni McGyver -dijo.
El vehículo estaba dividido en dos partes, la del piloto y copiloto estaba protegida por un cristal tintado negro antibalas enrejado. La nuestra, tenía un banco en cada lado del vehículo.
-¿Quien...eres? -le pregunté.
El conductor sacó un distorsionador de voz y me respondió:
-Digamos...que un ángel de la guarda.
-¿Por qué nos has ayudado? -proseguí.
-Bueno, usted, Nikolay Bunin y su amigo, Razvan Lupei, son caza vampiros, como yo, siéntense, hablaremos mejor.
Nos sentamos en el de la izquierda.
-¿Cómo sabes nuestro nombre? -pregunté nervioso.
-Os he estado siguiendo el rastro, disponen de un buen par de narices para lo que acaban de hacer.
-Pedazo coche que tienes -salió Razvan.
-No es mío, es de mi jefe pero el detalle se agradece -contestó- sé que estaréis extrañados de que aparezca un furgón blindado que os salva la vida, no sois los únicos caza vampiros.
-Más o menos, ¿cuántos hay? -le pregunté.
-Puede que unos 10, ustedes incluídos, pero seguro que hay más -dijo pensando- podéis quitaros las vendas, no hay ni un poli a la vista- os llevaré a mí refugio.
Después de unos diez minutos conduciendo, miró con más atención el retrovisor, cogió el distorsionador y empezó a hablar.
-Tenemos compañía, y no es ni humana ni amigable.
Nos asomamos, nunca creíamos que íbamos a ver ghouls conduciendo.
-¿Qué hacemos? -le pregunté.
-Sírvanse ustedes mismos -dijo pulsando otro botón.
Los laterales del coche se abrieron, revelando un montón de diferentes armas guardadas, cargadas y colocadas.
Razvan se fue directo al primer fusil que vió, yo opté por un lanzagranadas de mano.
Abrimos una puerta.
Los ghouls iban en distintos coches de cinco puertas, los pasajeros nos disparaban.
Yo tardé un poco en comprender su funcionamiento, nunca había disparado uno.
Los coches se iban acumulando y le impedían a Razvan disparar sabiendo a dónde apuntaba.
Cuando le pillé el truco, me apegué a la puerta y disparé a uno de los vehículos, le dí y explotó matando a los pasajeros.
Recargué y disparé, iba reventando los vehículos en cuestión de segundos.
Cuando los destruí, aparecieron tres deportivos, dos de ellos avanzaron hacia delante.
Antes de destruir el que no avanzó, un ghouls saltó hacia las puertas, me pilló en muy mal momento, pues si le disparaba nos matábamos todos, Razvan me salvó disparándole a quemarropa.
Ahora vinieron un grupo de motos.
-Déjamelo a mí, ya te has divertido mucho -me dijo Razvan disparándoles.
El conductor empezó a dar volantazos contra los deportivos, sacó uno de la carretera, que cayó por una pendiente empinada, explotando.
El otro lo apegó contra la pared, antes de destrozarlo, otro ghoul saltó al capó.
-Es inútil vuestra lucha, acabaréis muertos -dijo el ghoul.
El conductor cogió el distorsionador y le respondió:
-Por favor, mato mierdas como tú antes de desayunar.
Pulsó otro botón y levantó el capó, el ghoul salió disparado al cielo.
Mientras, Razvan ya había matado a los moteros, cuando lo dábamos por acabado, apareció un camión cisterna con una remolque que transportaba coches,
con las mismas intenciones que los otros.
Le disparé, pero el conductor esquivó la granada, ya no tenía más munición.
Razvan quiso dispararle a los neumáticos, pero estaban blindados, lo mismo con los cristales.
Nos empezó a embestir con intención de sacarnos de la carretera.
-¿Qué hacemos? -me preguntó Razvan.
-Es a mí a quién buscan, tú eres un objetivo secundario -le dije.
Entonces cogí un rifle de cerrojo, munición y un buen puñado de granadas de anilla.
Cuando se acercó de nuevo para embestirnos, salté al camión, me agarré al remolque, cerca del final.
Me metí por el final, cuando me dirigía a la cabina, unos ghouls que actuaban como doradores se percataron de mi presencia, uno de ellos disparó a la cadena que sujetaba un coche.
Se dirigía hacia mí, disparé a uno de los neumáticos, acertándole, el coche giró quedando atrancado, ahora tenía una cobertura.
Era difícil disparar en un camión en movimiento, por eso sólo acertaba en las rectas.
Cuando quedaban pocos, se refugiaron detrás de otro coches, se me ocurrió atacar por arriba, para ello, disparé a la cadena que sujetaba un coche de arriba, cayó aterrizando boca abajo.
Podría también subir sin haberle disparado, pero no quería arriesgarme a que hubiera uno arriba y disparase a la cadena.
Afortunadamente, no había ninguno, fui al final, tomé a los ghouls por sorpresa y los eliminé sin problemas.
Cuando subí a la cabina, el conductor bajó la ventanilla para disparar, le dí un culatazo, tiré todas las granadas dentro, quitándole la anilla a una de ellas.
Razvan vió lo que hice, avisó a nuestro conductor que se acercara.
Cuando estaba cerca, salté al techo.
-¡Agárrate! -me gritó Razvan.
Nuestro conductor dió un frenazo.
Y en unas décimas de segundo, las granadas explotaron, dejando el camión destruído. Después de celebrar la victoria, entré y seguimos hacia la guarida.

VAMPIRO:1999Donde viven las historias. Descúbrelo ahora