En la boca del lobo

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Lo primero que hice fue quedarme un buen rato intentando aprender el patrón de movimiento, era tratar de buscar una entrada para poder dejar a los robots espías, se me ocurrió la zona central; ya sé que es muy peligroso, pero así los robots tardarían menos y podían repartirse mejor el trabajo.
Estaba dispuesto a lanzarme, hasta que entró un gran comboy por la puerta principal.
La opción que tenía era dar un enorme rodeo hacia la zona trasera del Palacio, para ello, atravesé los tejados ee los edificios que había antes de llegar a lo que era el Palacio, no la zona.
Ahora me gustaría comentar cómo son las torretas centinelas del Palacio; están compuesta por dos ametralladoras, cada una incorporada a un lateral, en medio, disponen de una pequeña lanzadera de misiles guiados, disponen de una posición fija, disponen de un gran campo de visibilidad y detección de movimiento, por lo que no sirve de nada pasar por detrás, la única forma de apagarla es desde la sala de control principal. Pueden atravesar distintos materiales y emiten un pitido que te pone de los nervios.
La única debilidad que les encontré era que el campo de movimiento se obstruía si encontraba alguna barrera, como un muro.
Mientras avanzaba escondido, iba vigilando el cielo por si aparecía algún helicóptero de combate. Cuando iba por la mitad, un helicóptero iba al Palacio, no aterrizó, se quedó arriba, justamente en medio del lugar, la cúpula se abrió y algo saltó del helicóptero hacia dentro del Palacio.
Me imaginaba lo peor, no perdí el tiempo y le hice una fotografía, en el informe, no me hablaron sobre esto.
El helicóptero se marchó hacia las zonas en las que estuve antes, seguramente me estaban buscando, porque estaba notando en la zona un aumento de seguridad.
Después de arrastrarme por el suelo durante un buen rato, llegué a la parte trasera del Palacio, esa era la parte menos vigilada, esperé un poco y pude llegar hacia el Palacio mediante una brecha de seguridad, usé de nuevo los guantes y empecé a escalar el edificio, dando más vueltas que una peonza para evitar las cámaras, que para colmo, eran móviles.
Tras llegar a la azotea cansando, me encontré con otro nido de ametralladoras, más grandes y potentes.
Pues nada, ahí estaba de nuevo, arrastrándome y apegándome a las paredes, tras un buen rato, llegué a la cúpula, hice un pequeño corte en uno de los cristales para poder entrar, los cristales estaban un poco sucios, por lo que no me preocupé por el servicio de limpieza.
Por dentro, la cosa cambió radicalmente; estaba en una sala blanca, sin cámaras, todas las puertas estaban bloqueadas, aunque las barricadas estaban de mi lado, bajé con cuidado, en uno de los laterales, había una extraña puerta que no estaba bloqueada, me acerqué a ella.
La puerta se abrió automáticamente al acercarme a ella, descubrí que era un ascensor.
Yo ya había sortado los robots espías, que se colaron por distintos huecos que había en las puertas, me arriesgué a usar el ascensor.
El ascensor bajó a toda leche hasta el destino, no me preocupaba encontrarme con la cosa que saltó antes del helicóptero, había polvo en el botón, por lo que si lo hubiese usado, no estaría.
Avancé por el oscuro y viejo pasillo que había al salir del ascensor, cuando abrí la puerta, el escenario cambió completamente.
Veía... Veía cosas traumatizantes.

VAMPIRO:1999Donde viven las historias. Descúbrelo ahora