Identidad revelada

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Cuando regresé a la base, todos se abalanzaron sobre mí con aplausos y silbidos, algo que no me esperaba del grupo, aunque no veía a Razvan por ningún lado.
Razvan apareció por delante con una pequeña tarta de chocolate, ese era mi premio por parte suya por haberme infiltrado en la fortaleza.
-Joder -dijo Razvan de mala cara- si esa vieja chismosa del súper no se hubiera olvidado de comprar aceite, habría llegado justo a tiempo.
-No importa, Razvan -le respondí- necesito un vaso grande de lo que sea.
En el refugio, les estuve contando todo lo sucedido, lo de la bola de cristal, las fotos, y mi increíble escapada, digna de una película de Hollywood, concretamente, una de Michael Bay, pues no paraban de explotar cosas.
Antes de examinar los objetos, probamos la tarta que compró Razvan para olvidarnos de los problemas, su tarta tenía escrito con nata: "Enhorabuena Mikolay".
El primero en percatarse del error fue Gheorghe, quien se lo comunicó a Razvan.
-Seguro que lo hizo la cajera a propósito -constestó Razvan- como tomé un atajo por la zona no asfaltada, se me llenaron las deportivas de barro, y no me di cuenta hasta que entré, menos mal que eran viejas.
Gheorghe sólo tomó un par de cucharadas, ya que tenía que vigilarse el azúcar, nuestro compañero no quiso quitarse la capucha y el pañuelo para comer, pues quería que yo solo conociera su identidad, Razvan le quería meter mano por todos lados, a pesar de que tenía el trozo más grande, pues no paraba de pedir las virutas de chocolate blanco.
A mi me tocó el trozo de "Mikolay", que retoqué comiéndome un palote a la M, lo malo de mi trozo es que no tenía virutas de chocolate, pero así mantenía alejada a la bestia "zampavirutas".
Al acabar, les mostré los objetos, de menor a mayor valor. Les mostré la imagen tomada del helicóptero y la cúpula, cargamos esa imagen en un potente ordenador para editarla; ampliar partes para buscar detalles, mejorar la resolución y otras cosas por el estilo, nuestro compañero intentó averiguar el modelo del helicóptero, marca, entre otras, yo lo único que intenté confirmar si ese era el helicóptero con el que había tenido que ajustar cuentas, y estaba convencido de que así era.
No encontramos nada interesante, pillé a mi objetivo de espaldas, iba todo de negro, pero no era el típico atuendo de vampiro de las películas, parecía la ropa que te pones cuando vas a comprar el pan.
Después les mostré la bola, nuestro compañero se quedó mirándola un buen rato, y en menos de un pestañeo, ya me la había quitado.
-Es... ¿lo que yo creo que es? -preguntó asombrado.
Es... Igual, del mismo color... Y da la misma sensación al tocarlo -prosiguió- ¡TENEMOS EL NÚCLEO!
-¿El qué? -pregunté.
-¡EL NÚCLEO! Al principio, estaba preocupado, pensaba que la base se podría sellar si fracasaba la misión, pero, con esto, están heridos de muerte, sin el núcleo, ¡NO PUEDEN PROTEGERSE, POR LO CUÁL, NO TENEMOS QUE PREOCUPARNOS, PODEMOS ATACARLES CUANDO DESEEMOS!
Aquella segunda celebración merecía una segunda tarta.
Más tarde, después de cambiarme, mi compañero me citó en privado, quería que cerrara una de mis mayores incógnitas; su identidad.
-Nikolay, seguro que sabe la razón por la que le he llamado -dijo sentado en su sillón, sin mirarme.
-Así es -respondí- sabes hacer cómo mantener el suspense.
-¿Quién piensas que puedo ser? -prosiguió.
-Me arriesgaría a decir que te conozco, porque, si no, tu identidad no me serviría mucho, pues seguiría sin conocerte.
-Desde que tu abuelo ayudó a Van Helsing, para entonces, era un crío, y aquí está usted, es la joven promesa del escuadrón, y Razvan, un buen combatiente, aunque necesita unos cambios, y un corte de pelo, pero, volviendo a lo nuestro... -dijo mientras se giraba.
Se quitó la capucha.
-Me alegro de que sigas la tradición, por cierto, tengo muchas cosas que explicarte.
Era mi padre.

VAMPIRO:1999Donde viven las historias. Descúbrelo ahora