||Beautiful Lies|| [Taehyung Y ___]

10

Pero... el no podría demandarme, no creo que se atreva.- Frunzo el ceño y la miro.

-La verdad nunca ha pasado, pero estoy muy segura de que se atrevería, señora.- Me dice.

-¿Le puedo pedir un favor? No me llame señora, no me gusta, llámeme ____________.- Le digo, con un tono amable.

-Por supuesto, lo siento.

Miro por el ventanal que está junto a mí. No puede demandarme, y bueno, aunque pudiera no creo que sea capáz de hacerlo... ¿o sí? La verdad es que ahora no sé qué pensar, cuando me fui de aquí era un tipo muy distinto, aunque no me quería siempre era muy amable conmigo -excepto el día de nuestra boda- y era muy sonriente, pero creo que ya no es tan así... me pregunto si seguirá gustándole la fotografía... convertir cualquier cosa que ve en un magnifico cuadro.
Suspiro.

El celular de Elena comienza a sonar, así que me volteo a mirarla. Ella contesta.

-¿Sí?... claro señor, sí.... está bien, adiós.- Cuelga.

-¿Qué ocurre?.- Le pregunto. Ella me mira.

-Ah... él señor Kim quiere que vuelva.- Me responde en un tono suave, como si tuviera miedo. Supongo que esta situación no es muy cómoda para ella.

¿Quiere que vuelva? ¿Él supone que yo volveré? Maldito idiota...
Vuelvo a mirar por el ventanal.

-Por favor, señorita, por lo menos esté aquí el día de hoy, no creo que al señor kim le guste mucho que usted se vaya.

¿Y a mi qué con que se enoje? Me da exactamente igual.

-Elena... no quiero verlo, me sentiría muy mal si vuelvo.- Bajo la mirada.

-Yo sé, es comprensible por todo lo que acaba de ocurrir, pero... por favor, trate de pensar que es solo un asunto profesional. No tiene nada que ver con lo personal.

Quizá tenga razón, pero no puedo pensar que es solo profesional, porque esto involucra mis sentimientos.

Ella se pone de pie.

-¿Y bien?.- me sonríe.

Me pongo de pie también.

-Está bien...- no estoy muy segura de esto, pero sé que debo enfrentarme a él.

Caminamos juntas hasta el ascensor, Elena pulsa el botón que nos dejará en el cuarto piso. Ella solo me sonríe mientras bajamos. Un minuto después estamos en el dicho piso. Cuando nos bajamos algunos empleados se giran a mirarnos, me sonrojo levemente, porque sé que sospechan algo de todo lo que ha pasado...

Elena camina hacia la oficina del "señor kim" y yo la sigo. Vuelvo a ponerme nerviosa.

-Aquí estamos señor.- Dice ella en cuanto abre la puerta.

Taehyung está sentado en su gran silla, pero está de cara hacia el gran ventanal que hay en su oficina, por lo que ni Elena ni yo podemos ver su rostro.

-Bien.- dice en un tono tranquilo.- Déjanos solos un momento a la Señora y a mí, por favor Elena.- Le pide él. Elena me mira.

-Claro, señor.- Se retira, veo que se siente mal por mí.

Apenas cierra la puerta y desaparece mi corazón comienza a latir más rápido, pues sé que Taehyung no podría hacerme nada malo estando ella presente.

El "señor kim" se gira lentamente en su silla... que macabro que ve.
Me mira de pies a cabeza, lo que hace que me sienta más incómoda aún.
Me sonríe burlonamente y luego se pone de pie. Camina lentamente hasta mí con las manos en los bolsillos... está vestido con unos pantalones negros y una chaqueta del mismo color, tiene una camisa blanca debajo y trae una corbata de color celeste. Se ve bastante sexy...

Se detiene frente a mí y me mira a los ojos. Viene con una sonrisa en el rostro, pero puedo ver que no es natural, es más bien fingida.
Lleva uno de sus dedos a mi mejilla, para tocarla pero me hago para atrás, para que no me toque; no estoy aquí para eso.
Bajo mi mirada hacia mis zapatos.

Él suspira.

-Ha pasado tiempo, _________.- pronuncia mi nombre muy lentamente, como si lo saboreara.

La piel se me eriza, pero no levanto la cabeza.

-¿Puedes mirarme, por favor?.- Me pide, en un susurro.

No quiero mirarlo, apuesto que si lo hago mis ojos se llenarán de lágrimas, y no quiero que me vea llorar una vez más.

-No estoy aquí para tus jueguitos, Taehyung, si estoy aquí es por trabajo y solo por eso.- Le digo bajito, pero en un tono firme.

Siento que vuelve a sonreír.

-Oh, ___________, créeme que me encantaría jugar, sobre todo en un lugar más... íntimo. Pero tienes razón, estamos aquí por trabajo.

Maldito cerdo...
Doy unos pasos hacia atrás y ahora si levanto la mirada; para encontrarme con la suya.
-------...