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-¿Estás emocionado, hermanito?- preguntó el chico pelinegro al infante a su lado.

El pequeño niño, también pelinegro, le miraba con esos expresivos ojos mientras aleteaba sus cortas pestañas. Pálido igual que su hermano, Min Hoon le agarraba la mano con fuerza.

-¿Hoon, tienes miedo?

El niño negó varias veces con la cabeza e irguió su postura. Traía una pequeña mochila de Peppa Pig en la espalda y un gorrito de lana color rojo. Un sueter manga larga color gris, pantalones cortos color marrón que dejaban ver sus delgadas piernitas y zapatillas grises. Y es que, a pesar de tener nueve años, Hoon no era muy alto, parecía tener unos seis.

-Entonces, estamos listos para partir.

Juntos, hermano mayor y hermano menor, agarrados de las manos, atravezaron la enorme puerta corrediza de cristál, saliendo de la recepción del hospital. Caminaron unos minutos por el jardín y cuando estuvieron a varios metros de distancia de la gigantesca estructura, se detuvieron. Dieron vuelta para ver el edificio de frente una última vez. Min YoonGi suspiró, dejándo escapar una lágrima.

El pelinegro se agachó para estar a la altura de su hermanito, le dirigió una mirada cargada de emociones que el niño no comprendía. Sin más, rodeó al pequeño con sus brazos, lo estrechó a su pecho con fuerza y comenzó a llorar.

-¿Suga, por qué lloras?- preguntó Hoon con su cantarina vocesita. Estaba preocupado por el estado de su hermano mayor.

YoonGi se separó del chiquillo para mirarle de frente. Con muchas lágrimas recorriéndo su mejilla, el pelinegro sonrió ampliamente. Los sentimientos de alegría, paz y tranquilidad se instalaron en su corazón. Le dió un beso en la frente a la criatura.

-No permitiré que regreses a este lugar nunca más, Hoon.

* * *

El apartamento donde vivía Min YoonGi se había convertido en una especie de guardería. Solo que en vez de cuidar niños pequeños, se cuidaban niños grandes.

Los amigos de Min YoonGi tenían la sala hecha una zona de juegos, y es que, cuando se enteraron que el pequeño Hoon, después de dos años encerrado en un hospital, por fin regresaba a casa, ¡tenían que celebrarlo! Compraron toda clase de golosinas, sodas y pizzas. También trajeron varios regalos envueltos en papel de colores brillantes y con hermosos lazos.

Hoon lucía muy alegre. Había pasado la tarde de aquel jueves compartiendo juegos y risas con los chicos a los que llamaba "tios". Jugaron al escondite, aunque el apartamento era demaciado pequeño como para tener un buen lugar donde esconderse. También jugaron con una pelota que "El tio Joon" trajo como presente. Después decidieron que la pelota era aburrida y jugaron a las carreras con los carritos que "El tio Tae" y "El tio Kookie" le habían obsequiado.

SeokJin, YoonGi y HoSeok se encontraban en la cocina chismorreando.

-Y dime, ¿Qué tal Italia, Hobi? - preguntó SeokJin, que estaba recostado a la puerta del refrigerador, sostenía una copa de vino en la mano.-
Desde que llegaste, Taehyung no te ha dejado a solas y no hemos podido hablar.

Desde la sala se escuchaban los gritos de los tres jóvenes "maduros" y del pequeño niño quienes jugaban en la play animadamente.

-¿Taehyung?- preguntó YoonGi desde el desayunador, mordiendo un trozo de su pizza.

-¿No te has enterado de la última?- inquirió SeokJin, como toda una vieja chismosa.

YoonGi negó con la cabeza y miró intrigado a Hoseok, quien estaba sentado en la silla frente a él dándole un trago a su Smirnoff.

-Bueno...- masculló el aludido.

-Taehyung lo invitó a salir hace una semana y ahora son pareja.- Jin se encargó de informar a su amigo.

La cara de HoSeok se ruborizó al instante. YoonGi enarcó las cejas, sorprendido.

-¡Y no me lo habías contado!- reclamó el pelinegro.

HoSeok estaba a punto de explicarse, cuando el timbre de un teléfono celular le interrumpió. Era el de Min YoonGi que estaba sobre la mesa. El pelinegro lo tomó revisó la pantalla y al ver de quien se trataba, sonrió.

-Diculpen chicos.- dijo levantandose de su asiento- Ya vuelvo.-informó y salió por la puerta de la cocina sin darse cuenta de que Jung Hoseok le seguía.

* * *

-Hola, amor.-dice YoonGi atendiendo la llamada.

Está parado frente a la ventana de su habitación sosteniendo el teléfono contra su oreja. Sin mucho interés, contempla la vista de la vieja calle frente al edificio.

-Sí, Hoon está bien. Luce muy feliz de estar devuelta en casa. Sí. Sí. Ajá. Eso lo hablamos luego, Jimin. No. No lo haré. ¡Ya te he dicho que no lo haré!- YoonGi entornó sus ojos.

-Ajá, vale. Yo también te extraño.- el pelinegro sonríe- Sí. Sí. Muy bien, iremos a cenar a tu casa mañana. No. No seas tan descarado, el nos podría oir. ¡Busca de Dios, Park! ¡Tienes la mente cochina! No. No te voy a chupar ni mierda. - YoonGi se muerde el labio inferior- Sigue trabajando. Ajá. Dile a YoungBae que no se meta. No, el no me cae mal.-el pelinegro ríe - Está bien. Te llamo luego. Yo también te amo, Jimin. - Y colgó.

Se guarda el celular en el bolsillo y cuando se da vuelta, dispuesto a salir de la habitación, se encuentra con Jung Hoseok parado bajo el marco de la puerta, mirándole fijamente. Tiene el ceño ligeramente fruncido y una mueca torcida se avista en sus labios. Se está acercando peligrosamente. Por instinto, el YoonGi da un paso atrás.

-Oh, Hoseok...- el pelinegro desvia la mirada al suelo.

-¿Qué tal van las cosas con el tal Jimin?- pregunta Hoseok tan sereno que a YoonGi le espanta.

-Va todo bien, hemos tenido algunos problemas pero los hemoa solucionado.

Silencio. De pronto la tensión les invade.

-¿Qué tal las cosas entre tú y Taehyung?- pregunta YoonGi.

-¿Sabes, Suga?- dice Hoseok, quien está demaciado cerca- Taehyung me importa una mierda.

YoonGi enmudece, evidentemente sorprendido. Hoseok estira uno de sus brazos para tomar a YoonGi por la cintura y atraerle a su cuerpo. El pelinegro se estremese.

-YoonGi...- Hoseok susurra cerca de oido- Esos ocho meses que pasé en Italia para alejarme de ti no fueron suficientes para olvidarte.

La mano de Hoseok que no tomaba a YoonGi de la cintura se encontraba tomándole del mentón para hacerlo mirarle a la cara.

-Pero... Jin ha dicho que estás con Tae...

-Es sólo para distraerme.

-Tengo novio, Hoseok.

-Me vale verga.

Apunto está el pelirojo de estrujar sus labios contra la boca del pelinegro cuando escuchan el sonido de un cristál quebrándose repentinamente.

Ambos se separan asustados y dirigen su mirada hacia la puerta de la habitación, donde se encuentran con un pobre chico llamado Kim Taehyung que ha dejado caer su botella de cerveza producto de la impresión que le causa haber presenciado aquella escena.

-Lo siento.- Es lo único que dice antes de salir corriendo por el pasillo.

***

Nota:

¿A que no se lo esperaban? ( ͡° ͜ʖ ͡°)

-Yess

For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora