For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)

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El cuerpo de YoonGi aún produce leves espasmos, secuelas del llanto que protagonizó minutos atrás, cuando se decide a darle un sorbo a la taza de chocolate caliente que Luca Neveu preparó para él. Son acogidos por la pequeña sala de estar del tercer piso, donde se encuentran sus habitaciones. YoonGi está sentado al estilo indio en el asiento derecho del sofá de dos puestos color negro, envuelto en una frazada lila que le cubre el cuerpo y parte de la cabeza, sosteniéndo la taza azul con ambas manos. Por su parte, el francés se encuentra sentado en el sillón reclinable ubicado a la izquierda del sofá donde está YoonGi. El rubio sostiene una botella de Kronenbourg 1664 en la diestra y de cuando en cuando le da un sorbo en silencio, saboreando la cerveza, observando a YoonGi. Preguntándose el motivo por el cual veinte minutos atrás el chico rompió a llorar mientras se lanzaba a sus brazos y escondía el rostro en su cuello.

Luca rememora el momento. Los brazos de YoonGi aferrándose a su torso descubierto. Su delgado cuerpo encajando a la perfección con el suyo. Oh, sí. Luca atesoraría ese momento para siempre. Aunque le hubiese gustado que el pelinegro lo hubiera abrazado en otras circunstancias, no porque estaba en crisis y necesitaba un hombro para llorar. De todas formas, se sintió bien dejar caricias suaves en su espalda y besos reconfortantes en su sien que lograron tranquilizarlo.

-¿Mejor?- Luca pregunta después de largo rato.

YoonGi asiente mientras bebe otro sorbo.

-No debiste tomarte la molestia.

-No fue molestia en realidad.- Luca le resta importancia con un gesto de manos- Hace unos años, cuando el papá de Gwen y mamá se divorciaron, Gwen solía llorar todo el tiempo en su habitación.  Me entristecía verla así. La unica forma de alegrarla era prepararle chocolate caliente.- el rubio sonríe con nostalgia recordando su adolescencia- Un poco de chocolate siempre mejora el ánimo de las personas.- otro trago de Kronenbourg.

-¿Y cómo lo tomaste tú?- inquiere YoonGi un tanto curioso.

-¿Qué cosa?

-El divorcio...-pronuncia el pelinegro con una mueca- Mis padres también se divorciaron...

-Para serte sincero, me dolió mucho que Alan se separa de mi madre.- confiesa Luca- El fue quien me crió. Mi verdadero padre murió en un accidente naval cuando yo era bebé. Mamá conoció a Alan poco después. Formaron pareja, se casaron,  nació Gwen, éramos la típica familia felíz.- Luca da otro trago a su cerveza con un gesto amargo- El amor se acabó, YoonGi. Y Alan se fue.

Hubo un largo silencio antes de YoonGi volver a pronunciar palabra.

-¿Ya no mantienen contacto?

-Alan nos invita a comer a mí y a Gwen de vez en cuando. Somos su familia después de todo.

-Ojalá mi padre hiciera lo mismo.

-¿No se hablan?

-Hoon y yo dejamos de existir para él cuando se largó de casa.-responde YoonGi sin expresión alguna- Ahora tiene otra esposa y dos lindas niñas de cinco años, viven en Canadá.

El silencio vuelve a cernirse entre ambos. Sin embargo no es pesado ni incómodo. La taza de chocolate se vacía al igual que la botella de cerveza y ambos chicos se sumergen en sus pensamientos. Luca, sumido en los recuerdos de su infancia. YoonGi, tratando de recordar como era su vida antes del divorcio.

-¿YoonGi?- le llama el rubio al cabo de un rato.

-¿Sí?

-¿Por qué llorabas?

-Olvídalo.

-Puedes contarme, te escu...

-Olvídalo.- el pelinegro gruñe, dando por zanjado el tema.