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Jimin no sabe qué hora es ni en donde mierda ha pasado la noche. No sabe de quién es la cama en la cual ha despertado ni como rayos llegó ahí. Tiene muchas dudas formulándose en su cabeza, mas solo una logra hacer eco en su mente. ¿Me acosté con alguien? Descarta la idea al verse aún con la ropa puesta, tan solo le faltan los zapatos. Aunque le preocupa el hecho de que su camisa está desabrochada dejando visibles su pecho y abdomen. Sentado al borde de la amplia cama matrimonial de sábanas grises, el moreno se frota las cienes intentando aplacar el dolor de cabeza que tiene, producto de lo mucho que bebió la noche anterior. Una voz en su mente le regaña por amanecer con resaca a estas alturas de su vida, ya no es un chiquillo de veinte años. Pero tampoco soy viejo, tengo treinta y uno, se dice. Ignorando los reproches de su conciencia y el dolor de cabeza, Park Jimin se levanta y decide explorar el lugar en que se encuentra.

Se trata de un mediano apartamento, de una sola recámara, sala-comedor, cocina, lavandería y cuarto de baño. Por lo visto allí vive un hombre, la ropa en los cajones y el olor a perfume masculino que posee la estancia lo prueban. No hay fotografías colgadas en las paredes ni algún papel o lo que sea que revele la identidad del dueño. Luego de un recorrido confirma que no hay nadie en el lugar salvo él lo cual le resulta un poco inquietante. Regresa a la habitación abotonándose la camisa. Luego de hallar su teléfono, las llaves de su auto y su cartera sobre una cajonera junto a la ventana de la habitación, toma sus zapatos que están en el suelo al pie de la cama y se calza dispuesto a marcharse, más cuando llega a la puerta escucha la cerradura de esta siendo abierta, haciéndolo entrar en pánico. Nervioso, da un par de pasos hacia atrás, quedando inmóvil.

Observa la puerta blanca ser abierta con cuidado, no tarda en aparecer tras ella un hombre asiático, alto y de aspecto tranquilo. Está vestido con un suéter crema manga larga, jeans ajustados y zapatos color café. El cabello castaño algo alborotado y una perforación en la oreja derecha. El tipo trae algunas bolsas de supermercado en la mano izquierda y con la derecha sostiene el celular a la altura del pecho prestando atención a la pantalla por lo cual tiene la cabeza agachada y el moreno no puede verle bien el rostro. Park Jimin se aclara la garganta, ganando la atención del presunto dueño del apartamento. El hombre levanta la mirada, alza las cejas y esboza una media sonrisa.

-Creí que aún dormías.- dice caminando hacia un Jimin en estado de shock, quien le mira como si hubiese visto un fantasma. El moreno no pasa por alto la voz amable, el acento chino y el rostro que, aunque un poco más maduro, recuerda a la perfección- ¿Por qué me miras como si no me conocieras?

-¿Eres tú, Yixing?- el moreno logra reaccionar dando otros dos pasos hacia atrás mientras el dolor de cabeza se intensifica.

-Bueno, hasta donde yo sé, ese es mi nombre.- responde Yixing sonriente.

Park Jimin traga despacio, frotándose las sienes, procesando lo que ocurre.

Luego de una noche loca en la que se supone me olvidaría de mis penas, desperté en casa de Zhang Yixing, mi ex novio de la secundaria que se marchó a China hace quince años y más nunca supe de su existencia. ¿Esto es una broma?

-¿Estás bien?- pregunta Yixing, observándole con preocupación.

-Mi cabeza duele muchísimo- el moreno se queja- ¿Pasó algo entre nosotros anoche?

-Te dije que no debías seguir bebiendo.- Yixing rueda sus ojos con fastidio mientras deja las bolsas de la compra en el suelo, se acerca al moreno y lo toma del brazo derecho para llevarlo a rastras a la cocina - Ven, vamos a darte un poco de agua y pastillas para el dolor. Siéntate.- le indica al soltarle, mostrándole uno de los bancos del desayunador- Y no, no pasó nada, tan solo te excediste con el alcohol.

For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora