El pediatra Park Jimin tuvo un día de trabajo muy agitado. Al parecer, mientras estuvo de vacaciones, hubo un brote de varicela y la población infantil resultó ser la más afectada.
Desde que llegó al hospital hasta que fue su hora de salida, los pequeños que atendía presentaban los mismos síntomas, todos contagiados por la molesta enfermedad. Eran tantos los padres que clamaban que atendiera a sus hijos, que el pobre doctor salió más tarde de lo que dictaba su horario.
Cuando por fin estuvo solo en la cabina de su automóvil, se permitió recostarse al respaldar, cerrar sus ojos y respirar profundo, sintiéndose en calma. Quería llegar a casa y acostarse a dormir.
Minutos después arrancó el motor y pizó el aceledor, yendo a toda velocidad. Media hora más tarde ya se hallaba introduciéndo la llave en la cerradura de la puerta de su hogar.
Al entrar fue recibido por Hoon, quien estaba descalzo y andaba por ahí en un pijama amarillo de pantaloncitos cortos y suéter manga corta.
-¡Jiiiimiin!- gritó el chiquillo apenas le vio atravezar el umbral de la puerta y se abrazó a su cintura, mirándo hacia arriba para poder verle a la cara, sonriente.
-¿Qué haces despierto a esta hora, amiguito?- le dijo Jimin con cariño casi paternal y una sonrisa cansada mientras sacudía su lacio cabello.
-No tengo sueño.- respondió Hoon, batiendo sus pestañas manera graciosa y adorable.
Sus ojitos son tan parecidos a los de YoonGi.
Con ese pensamiento cruzándo su mente, Jimin miró la hora en su reloj de muñeca.
-Hoon, son las once. Debiste haberte dormido hace dos horas.-le regañó.
-Es que Suga no me ha mandado a dormir.-el niño infló sus mejillas.
-¿Y dónde está él?- inquirió el moreno soltándose del abrazo de Hoon y cerrándo la puerta con llave.
-Está estudiando en la otra habitación.
-Bien...- suspiró.- ¿Tienes hambre, Hoon?
El pequeño asintió,
-Ven conmigo.
Hoon le siguió hasta la cocina.
-Siéntate.-ordenó Jimin- Prepararé algo para los dos. -el moreno vaciló unos instantes- Hoon, ¿ya habías cenado, cierto?
El niño no contestó.
-¿Hay algo que debas decirme, Hoon?- Jimin le miró divertido y se cruzó de brazos, recostándo la espalda a la puerta del refrigerador.
-Sip. Ya había comido. - admitió el pequeño, sentado en una de las sillas del desayunador.- Suga cocinó papas con queso y chuletas. ¡Pero ya tengo hambre de nuevo!- se apresuró a decir.
-Tranquilo, niño.- Jimin se echó a reir- De todas formas iba a preparar algo.
-¡Yei!- victoreó su cuñado.
Park Jimin abrió el refrigerador en busca de algunos ingredientes para prepar emparedados y lo primero que encontró en una de las repisas fue un envase mediano de plástico blanco, forma rectangular y tapa azul. Tenía una nota escrita a mano en la tapa pegada con un trozo de tape.
Jimin tomó el envase, curioso, lo colocó sobre el mueble de la cocina y quitó la nota para leerla.
"Hola Park. Ya son más de las nueve y aún no has llegado. Supuse que como eres tan descuidado, olvidaste cenar y seguiste atendiendo a tus pacientes hasta tarde y ahora que has llegado a casa estás en busca de algo que comer. Preparé papas con queso mozzarella y chuletas ahumadas. Espero te gusten. Estaré estudiando para mi exámen. No me interrumpas. Necesito estar concentrado.
Por favor, come. Hace días que no estás comiendo bien y luces más delgado. Estoy preocupado por ti.
Te quiero.
-YoonGi
P.D.
Sé que Hoon aún está despierto, lo mandé a dormir pero el insiste en esperarte. Por favor, mándalo a dormir y no le des cereal de chocolate si te pide. Lo pone hiperactivo por las noches. "
-¿Me das cereal de chocolate?
Jimin alzó la mirada y se encontró con los ojitos suplicantes del pequeño. Negó con la cabeza.
-YoonGi dijo que no te diera cereal de chocolate a esta hora.
* * *
Jimin
Mi almohada es incómoda. El colchón muy duro. Lás sábanas demaciado cálidas. El silencio abrumador. Me siento tan exhausto. Tan agotado física, mental y emocionalmente. Y, aún así, no logro concebir el sueño.
Por más que cierre mis ojos y cuente ovejas, no puedo dormirme. El recuerdo de YoonGi mirándome decepcionado y diciéndome "Púdrete." calan en lo más profundo de mis pensamientos y no me permiten estar en paz.
Han pasado cuatro días desde aquél día. YoonGi y yo no nos hemos vuelto a hablar. De hecho, ni siquiera le he visto en todo este tiempo. Cuando llego del trabajo, el ya se ha encerrado en esa estúpida habitación. Al único que veo es a mi pequeño Hoon. Siempre me recibe con un abrazo y una sonrisa. Amo a ese niño. Lo adoro.
Él es como un rayo de luz cargado de esperanza en esta oscuridad que ha invadido mi existencia.
Como no puedo dormir, y en cuatro horas debo levantarme para ir a trabajar, decido que las pastillas para dormir que tengo en el botiquín serán mi salvación. Me levanto de la cama y en silencio camino hasta la puerta de la habitación para salir al pasillo e ir a la cocina por un poco de agua para tomar junto a las pastillas.
Mientras atraviezo el pasillo, la puerta del cuarto dónde YoonGi ha estado durmiendo se abre despacio y veo su cuerpo atravezar el umbral en la penunbra. Me tenso cuando su rostro se alsa y sus ojos cansados se encuentran con mi mirada. En seguida miro hacia el suelo. No quiero mirarlo. No puedo.
Respiro hondo y sigo mi camino hasta la cocina. Escucho sus pasos detrás de mí y los nervios me invaden. Enciendo la luz y camino hasta la alacena, abro una de las puertitas y mientras also mi brazo para alcanzar un vaso de vidrio, siento sus delgados brazos rodear mi cuerpo y la punta de su nariz rosar mi espalda.
-Abrázame por favor, Park.- me pide en voz bajita.
Trato de permanecer en calma. Debo abrazarlo. Quiero abrazarlo. Necesito abrazarlo. Y eso hago.
Me doy vuelta y lo arrullo en mis brazos, obligándolo a recostar su cabeza en mi hombro. Hundiéndo mi nariz en su precioso cabello negro, aspirando el delicioso aroma de su shampoo. Y es todo tan perfecto. Porque por un instante siento que todo es como antes y que las cosas entre nosotros están bien.
-Gracias por guardarme de cenar. No tenías que haber...
-Quizás esté enojado contigo.-me interrumpe- Pero eso no significa que deje de quererte y mucho menos deje de preocuparme por ti. Sé que no estás comiendo bien y eso me preocupa.
Sin saber qué decir, me quedo en silencio disfrutándo de la calidez de su cuerpo contra el mío y mi corazón se acelera cuando escucho un último susurro.
-Te necesito, Jimin.
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For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)
Fiksi PenggemarMin YoonGi es un joven que por motivos personales vende su cuerpo al mejor postor. Tiene un lema: "Nunca te enredes con el cliente." Pero... ¿Qué pasaría si uno de sus clientes le declarara su amor? -Fanfic YoonMin/JimSu. -Jimin activo. -Mención d...