For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)

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YoonGi

Hoon y yo salimos a hacer la compra a eso de las cuatro. Mientras íbamos en el autobus camino al supermercado, llamé a mi querido amigo SeokJin, que aparte de artista también resulta ser un buen cocinero, para que me diera algún consejo sobre qué cocinar para la cena con la madre de Park.

No hizo ni contestar la llamada cuando lo primero que dijo fue:

-¡Azuquita querido! ¡Han pasado dos semanas desde el último día que supe de ti! ¿A Jimin le gustó el obsequio que elegimos?

-Mira Jin... Ocurrió algo y no se lo dí.-confecé sincero.

-¿Qué?- su voz sonaba incrédula- ¡Me jodiste toda la tarde para que te ayudara a elegir un maldito regalo para el doctorsito y no se lo diste!

-Oye Campanita, relájate.- lo frené.

-¡No me llames Campanita!-soltó cabreado- Odio que me llames así. ¿Porqué no le diste el regalo?

- ¡Él me llevó a una romántica cena en el último piso del Palace! ¡El Palace! ¡La mejor vista de la ciudad en el mejor edificio jamás construido!¡Cumplió uno de mis mayores sueños! ¿Cómo iba yo a competir contra eso con la baratija que le compré?-me lamenté.

-Eres idiota, Suga. A Jimin le hubiese encantado que se lo dieras.

-Pero...-empececé a mascullar .

-Pero nada.-me interrumpió- Él te quiere, como JungKook a su novia. Te quiere, como NamJoon a mí...-Jin suspiró- A él no le interesa si es una baratija el obsequio. Le encantará, porque se lo diste tú. ¿Lo entiendes, YoonGi?

Odiaba a Jin. Lo odiaba porque tenía razón. Me sentí estúpido en ese momento.

-Lo entiendo, mamá...-dije, mirándo por la ventana del autobus. Hoon se entretenía en el asiento a mi lado jugando con su muñeco de Spider Man.

-¿Vas a dárselo?-inquirió.

-Sip. Lo haré esta noche.

-¡Yeii!- canturreó- Después de todo, Azúcar. ¿Para qué me invocabas?

Me reí.

-Bueno... Hoy conoceré a mi suegra y...

-¡Conocerás a tu suegra!- chilló SeokJin.- ¿Y yo qué tengo que ver?

-¿Qué le cocinas a una mujer de alta sociedad, Jin?

* * *

-¿Crees que le guste?- le pregunté a mi hermanito, que estaba sentado en una de las sillas del desayunador observándo todo lo yo que hacía. Tenía los codos sobre la mesa y apoyaba su barbilla en sus manitas.

-¡Yo quiero probar!- pidió Hoon.

-Está bien, tú serás mi catador.- le sonreí.

Apagué la estufa y le quité la tapa a la cazuela para revolver un poco su contenido que humeaba incensante con una cuchara de madera. Revolví unas cuatro veces, saqué la cuchara sacudiéndola un poco y me acerqué a Hoon.

-Abre la boca.- le ordené y le di a probar con la cuchara un poco de salsa.

Hoon saboreó un poco y se relamió los labios.

-¿Qué tal?

-¿Me das más?- preguntó. Sus ojitos estaban súper abiertos como los de la ardilla de Vecinos Invasores. Aquello significaba sólo una cosa. La comida estaba buena.

* * *

Miré mi reloj varias veces. Faltaban quince minutos para las siete. Jimin llamó media hora antes y dijo que llegarían a las siete. Los nervios me carcomían por dentro y estoy seguro de que nunca me había demorado tanto para elegir que ponerme.