For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)

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Luca Neveu suspira aliviado cuando su profesora de Lenguaje por fin anuncia que la clase ha terminado y que ya pueden retirarse. Cierra el cuaderno en el cual ha estado tomando apuntes, mete el bolígrafo negro en la cartuchera color mostaza que tiene desde que inició sus estudios universitarios y guarda sus útiles en la mochila del mismo color. Cierra los ojos por un instante, el cansancio aturdiendolo de pronto.

-Hasta el próximo lunes, Luca.- alguien le dice alegre.

La voz femenina y aguda lo saca de su breve descanso. El muchacho abre los ojos con cierto fastidio y levanta la mirada para encontrarse con la dueña de dicha voz. Se trata de una chica morena, de cabello corto y linda figura. Camile. La chica que ha estado por él desde inicios del semestre y en la cual no tiene interés alguno.

El chico le sonrié y por cortecía le responde un "Hasta el lunes, Cam." Lo cual provoca que la chica esbose una amplia sonrisa e, invadiéndo su espacio personal, se incline hacia su rostro y le deje un beso en la mejilla para luego dar media vuelta y salir precipitada del aula de clases.

Luca resopla, levantandose de la banca en la cual se sienta en cada clase de Lenguaje, respira hondo y, emitiendo un "hasta el lunes" a los pocos compañeros que aún no se han marchado, abandona el salón. Camina por los pasillos de la facultad de Humanidades sin prisa, saluda a uno que otro conocido durante el trayecto hasta por fin llegar a la puerta principal del edificio. Se topa con la noticia de que afuera llueve a cántaros y rueda los ojos fastidiado porque los días lluviosos son los que menos le agradan. Opta por sacar el paraguas pequeño que siempre carga en la mochila pero una vez revisa se da cuenta de que lo ha dejado en casa y se maldice por ser tan olvidadiso.

Tendré que mojarme.

Sin más, abandona el edificio y corriéndo se dirige al estacionamiento donde ha dejado el auto aparcado. Saca las llaves del bolsillo de sus jeans negros una vez llega a su preciado Mini Cooper color rojo cereza y lo aborda a la velocidad de la luz.

-Perfecto.- bufa con sarcasmo al notarse encharcado.

Demora algunos minutos en encender el auto y calentar el motor. Aprovecha para quitarse la chaqueta de cuero y dejarla en el asiento trasero, quedándose solo con su habitual camiseta blanca con cuello V cuya tela, al estar mojada, se transparenta y se pega a su trabajado abdomen. Enciende la calefacción y luego el radio. En seguida la voz del famoso rapero Drake irrumpe en la cabina y Luca sacude la cabeza y tamborilea los dedos sobre la palanca de cambio al ritmo de Started From the Bottom mientras pone el auto en marcha.

Segundos después se encuentra recorriendo el campus a velocidad intermedia pues hay un poco de tráfico. Justo va pasando por la facultad de arquitectura cuando, por inercia, mira hacia la entrada del imponente edificio. Pasea la vista tranquilamente por las enormes escaleras y...

¿Ese no es YoonGi el que va bajando a toda velocidad por las escaleras mientras se moja con la lluvia?

YoonGi.

Ese estúpido que vino de intercambio desde el otro lado del mundo y ahora viven bajo el mismo techo. Ese tonto que se rehusó a ir a alguna parte con él. Ese idiota que le mira con desprecio y de a milagro le da los buenos días por cortecía en las mañanas cuando se topan en la casa. Min YoonGi, aquél chico asiático de piel pálida, cara aniñada, cintura pequeña y piernas afeminadas. Aquél tipo jodiamente caliente que ha protagonizado sus últimos sueños subidos de tono e inspira sus sesiones de autoplacer en la madrugada.

Luca se fija en la hora del reloj del coche de inmediato. Son las dos de la tarde. Recuerda entonces que YoonGi tiene un horario parecido al suyo y sí, justo acaban de terminar sus clases. Y sí, ese chico asiático vestido con pantalones azul oscuro ajustados y camiseta negra es YoonGi. No sabe que lo lleva a orillar el auto, es más, ni siquiera se da cuenta de que lo ha hecho, solo sabe que justo ahora ha bajado la ventana del copiloto y se encuentra llamando a ese extraño chico asiático que ahora vive en su casa.