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Jimin
(2)

-¿Quieres decir que tu sueño era como profético o algo por el estilo?

Dong YoungBae, mi mejor amigo, me miraba con el ceño fruncido. Sus pequeños ojos me escudriñaban bajo sus gafas negras tipo Garamond y sus labios, embarrados en las comisuras con pasta de tomate, estaban torcidos en una ligera mueca.

-Verás...-dije, mientras me llevaba un bocado de ensalada a la boca- Es algo curioso, he tenido el mismo sueño durante una semana. Estoy empezando a preocuparme.

-¿Y les has comentado sobre esto a YoonGi?- inquirió YoungBae. Luego dió un sorbo a su bebida.

Tomé una de las servilletas que la chica que atiende en la cafeteria del hospital colocó en mi bandeja y me limpié el labio inferior, el cual se me había ensuciado con el aderezo de mi ensalada César.

-No, aún no.- respondí- No estoy seguro, ¿debería hacerlo?

-Mmm...-YoungBae llevó una de sus manos hasta su barbilla, acariciándola pensativamente con sus dedos- Deberías.

-Tengo miedo, Taeyang.-confesé.

-¡Ah! ¡Me has llamado Taeyang!- exclamó mi amigo- Ya nadie me llama así, niño. Ese apodo es de mis tiempos de chico universitario y fiestero.- YoungBae sonrió con nostalgia.

Me eché a reir recordando aquellos días y luego volví a mi expresión seria.

-No lo sé... Quizás ese sueño significa algo. Quizás algo pueda ocurrirle a YoonGi.- dije abrumado.- Siento que debo protegerlo. ¡Pero no sé de qué o de quién!

-Basura. -dijo YoungBae- Deja de preocuparte tanto, hombre. Nada va a ocurrirle a YoonGi. No seas paranoico.

Y con ese último comentario de YoungBae no volvimos a hablar del tema y continuamos dialogando sobre nuestro trabajo.

Mi mejor amigo, que era cardiólogo, me comentó que estaba muy preocupado por uno de sus pacientes. Al parecer, si no se le intervenía pronto quirúrgicamente, el pobre hombre podría morir. Y YoungBae sufriría mucho ya que, él es de esos médicos que se encariñan con sus pacientes. Cada vez que perdía uno se depremía por días. Le dije que no se preocupara, que la operación se llevarí acabo y sería éxitosa. YoungBae me agradeció por apoyarlo y me regaló una amplia sonrisa.

Cuando nuestra hora de almuerzo hubo terminado, cada uno regresó a sus respectivas labores en el hospital. Regresé a mi consultorio e hice pasar a mi pequeña paciente la cual tenía cita conmgo a las una y media.

Cuando terminé de atender a la niña, la cual su madre traía todos los meses para revisar su salud y que todo estuviera en orden, la enfermera Cho me informó que alguien importante estaba afuera y que pedía hablar conmigo urgentemente.

Me sorprendí ya que no tenía ni idea de quién podría ser ese "alguien" tan importante así que le dije a la enfermera Cho que le hiciera pasar.

La puerta blanca de mi consultorio se abrió lentamente. La intriga de saber quién era me mataba. Cuando lo vi entrar con esa estúpida sonrisa triunfante mi mandíbula se tensó y mi rostró se tornó serio. No esperaba verlo ahí.

-Buenas tardes, doctor Park.- dijo, sentándose en una de las sillas frente a mi escritorio.

-¿Qué haces aquí, papá?- mi voz sonó más grave de lo normal. Parecía un gruñido.

-¿Esa es la forma de saludar a tu padre?- preguntó, y yo me revolví en mi asiento. Estar con él me ponía incómodo. -Hijo, he venido aquí ya que necestio hablar contigo.

For Money... [JimSu] [YoonMin] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora